VIII NOCHE: Confiar

140 21 3
                                    

Luego de aquel escalofriante descubrimiento de un asesinato dentro de la Orden, Llevelie nos ordenó no decir ni una sola palabra a ninguno de los dos, nos echó, Allen y yo estábamos lo suficientemente perplejos para decir algo.

Cuando iba de regreso a la habitación de Kanda todo se sentía tan irreal.

Apenas llegar él iba de salida de su habitación, pude ver su rostro de preocupación con claridad al verme.
Dijo que tenía la cara de como si hubiese visto un fantasma.

Tenía muchas preguntas, al igual que yo, pero de alguna manera logré convencerlo de que no era el lugar ni el momento adecuado para decirlo.

Quizá fue por mi tono de preocupación en la voz que conseguí convencerlo rápidamente.

Aún estaba asustada y con gran cantidad de preguntas en la cabeza que nadie me las quitaba.

Suspiré.

Kanda me sugirió que era mejor que tomara un baño y que descansara si me era posible, él quería quedarse conmigo pero sabía que al menos uno de nosotros tenía que hacer acto de presencia en público y yo no estaba en buenas condiciones.

Se despidió de mí con un beso en la frente y desapareció.

De mi bolsillo tomé la llave de mi habitación y la encajé en la cerradura, abrí la puerta con cuidado y entré.

La habitación era muy parecida a la de Kanda, muy acogedora a la vista, la lluvia seguía cayendo afuera.

Con pasos pequeños llegué a la cama de sábanas blancas, acaricié la tersa superficie hasta que mis ojos llegaron hasta la mesita de noche de al lado donde había un pequeño ramo de rosas blancas en un jarrón con agua y a su lado, en un portaretrato, la fotografía de Lyon.

Estaba segura de que el General Tiedoll había echo esto para mí.

Tomé el portaretrato entre mis manos y pasé mis dedos sobre la fotografía de mi sonriente hermano.

Una sonrisa que no podía devolverle ahora.

-¿De verdad fue esa vez en el Arca la última oportunidad que tuve de verte, nii-san?

De pronto las palabras de aquel sueño de hace días resonaron en mi cabeza.

"Tú estarás bien, Yuki"

-Me preguntó a qué te referías... ¿A qué clase de peligro te referías exactamente, Lyon?

...

Han pasado dos días desde aquello. Si no fuera por Kanda... Creo que hubiera enloquecido.

Me estuve torturando con las constantes preguntas sin repuestas, miraba a todo el mundo como posible asesino. Estaba delirando.

Me preparaba para ir al comedor, ya era hora de almorzar, a pesar de que no tenía mucha hambre hoy.

Salí de mi habitación y empecé a caminar, ya me había familiarizado un poco con el lugar y sabía por donde ir, fui caminando con tranquilidad hasta que Timcampy me dio un susto al cruzar uno de los pasillos a toda velocidad.

Traté de detenerlo porque sabía a dónde iba pero era muy tarde, había entrado en aquella habitación que curiosamente estaba abierta.

Para cuando llegué hasta ahí me encontré curiosamente con los ojos de Link y con un Llevelie muy cómodo sentado en un sillón frente a la escena del asesinato del General Cross Marian.

Antes de que pudiera decir algo Allen apareció a mi lado topándose con el mismo espectáculo que yo.

Llevelie sonrió, y desde su cómodo sillón sostuvo un plato con un pedazo de tarta frente a nosotros.

▪️Inocencia - D.Gray-man Hallow ▪️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora