La hija de lord voldemort (severus snape)

Parte 8

 Diciembre llego antes de lo que esperaba, aun seguía sin poder reunir el valor para hablar con el profesor Snape porque quería cambiar de casa y al menos estaría más tranquila sin recibir malos tratos por parte de mis compañeros. 

Estaba en el lago Negro leyendo un poco mientras Newt estaba durmiendo dentro de mi uniforme, de repente siento como alguien me jala del pelo muy fuerte haciendo que me queje, luego de eso escucho risas de niñas. Al darme la vuelta veo a un grupito de chicas de Slytherin, la que estaba delante de todas ellas llevaba la varita levantada en mi dirección. Intenté sacar mi varita para defenderme pero me desarmaron, las chicas empezaron a reírse de mi y a lanzarme maldiciones.

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Cuando las chicas se aburrieron y me dejaron en paz, me levante como pude del suelo y camine despacio hacia la enfermería. Algunas maldiciones eran realmente dolorosas, al llegar entre con la cabeza baja llorando, la enfermera se alarmo al verme. Me curo las heridas y llamo al profesor Snape. 

- ¿Qué ha ocurrido?- pregunto con su típica voz ronca. Yo solo pude encogerme más en mi misma. - Dígame que ha ocurrido o me veré obligado llamar al director - seguí sin responder.

Eso enfureció aún más al profesor Snape por lo que se marchó enojado de la enfermería y llego con el director Dumbledore, el cual se acercó a mi y empezó a acariciarme la cabeza.

- Necesito hablar con la señorita Scamander a solas, seguro que solo conmigo hablará - dijo amablemente.

Cuando nos dejaron solos el profesor Dumbledore se sentó a mi lado y de su bolsillo saco un caramelo, acepté la golosina. Era un tofe de chocolate, mis favoritos. 

- Señorita Scamander - me llamó - puede decirme que ha ocurrido, me asegurare de que nadie le haga daño puede estar tranquila.

- Me gustaría estar en Gryffindor señor - tenia miedo de hablar.

- Me temo que eso no será posible, el sombrero nunca se equivoca pero hablare con los profesores Snape y Mcgonagall haber si encontramos una solución. Esta noche puede quedarse a dormir en la enfermería ya que mañana no hay clases, le traerán la cena así que puede estar tranquila.

Tras decir eso se marcho dejándome sola, me tumbe en la camilla y me quedé allí, quería volver a casa, este no era mi sitio. Madame Poopy me trajo una bandeja con la cenay me dio una poción para que me calmara un poco y ayudarme a dormir.

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En otra parte del castillo, más concreta mente en el despacho del director se encontraban reunidos Snape, Mcgonagall y Dumbledore. Todos sabía que a Rose Scamander la había atacado varias chicas de su misma casa y que el acoso escolar había llegado a tanto que ya ni se la veía con el trío de Gryffindor además de que ya apenas hablaba.

- La pobre chica tiene miedo de hasta de hablar, me ha pedido que la cambie de casa - hablo el director.

- ¿A dónde quiere ir? - pregunto Mcgonagall.

-Quiere ir a Gryffindor pero quiero que lo hable usted con ella profesora Mcgonagall, ahora necesito hablar un momento a solas con el profesor Snape.

Mcgonagall abandonó el despacho dejando a los hombres solos.

- ¿Que ocurre Albus? - preguntó sin roderos Severus pues lo conocía bastante bien para saber que algo tramaba.

- La señorita Scamander es la hija biológica de Lord Voldemort, temo que algo pueda pasarle por eso te pido que la mantengas a tu lado. Esa niña es todo luz y puede ayudar a Harry a terminar con el señor oscuro.

- Eso no es posible, el señor tenebroso jamás tuvo descendencia.

- Te equivocas muchacho, Voldemort mantuvo una relación en secreto con la hija de Newt Scamander, Camila, ella al saber que estaba embarazada vino a mi en busca de ayuda.  Recuerda que de la luz nace la oscuridad y de la ocurridas la luz. Rose es la luz que quedaba en el alma de Voldemort, debido a eso ella es la única que podría acabar con todo el mal de este mundo pero si su padre descubre de su existencia temo que la engañara y la usará.

- ¿Que quieres que haga? - pregunto el aún sabiendo la respuesta.

- Hay que mantenerla a salvo, de momento que se quede en Slytherin. Podré mandarla a una habitación al lado de la tuya así ella podrá estar, acércate a ella y crea un vínculo con esa niña. De ese modo la ayudarás para lo que el futuro le deparará.

- Está bien, ¿Cuándo será trasladada?

- Mañana mismo se le informará a la chica, por ahora dejala descansar.

Snape abandonó el despacho del director, estaba agotado mentalmente, necesitaba descansar pero antes pasaría por la enfermería para comprobar el estado de la niña. La encontró dormida sobre la camilla profundamente dormida tapada con la sábana blanca de la enfermería y con el dragón a un lado suyo con una de sus alas sobre el cuerpo de la niña ofreciéndole consuelo. La dejo descansar y se marchó de allí hacia su habitación.

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Desperté en la enfermería del colegio, en la mesita que estaba a mi lado había un pergamino y una carta. Primero abrí la carta, era de Hermione. Se había enterado de lo que me había ocurrido, en realidad todo el colegio se había enterado de mi ataque, y estaba preocupada, luego habría con ella. El pergamino estaba firmado el profesor Dumbledore y me explicaba que sería trasladada a una habitación junto a la del profesor Snape, era la solución a la que habían llegado. Por el lado bueno tendría una habitación para mí sola y estaría más tranquila, también me decía que el profesor Snape se ocuparía de mi hasta que me recuperará del todo. Pasaron unos minutos cuando el profesor Snape entro en la enfermería.

- Buenos días señorita Scamander, espero que se encuentre mejor, he venido para acompañarla al Gran comedor necesita comer y luego le mostraré su nueva habitación.

Me levanté de la cama intentando esconder rápidamente a Newt en mi túnica en el proceso. Una vez lista fui junto al profesor Snape para ir a desayunar, el camino fue silencioso pero no me importó era cómodo así.  Me senté lo más alejada posible me la mesa y empecé a comer , en la mesa de Gryfindor vi a Hermione que me vio fugazmente, agite la mano saludándola. Harry, Ron y Hermione me hicieron gestos para que me sentara con ellos pero me quedé en mi lugar por miedo a más represalias por parte de los Slytherin.

Estaba por terminar de comer cuando el profesor Snape viene hacia mí.

- Si ya ha terminado de desayunar le pido que me acompañe, le mostraré donde se quedará a partir de ahora.

Rose, como toda niña obediente, fue detrás de su jefe de casa. El profesor Snape la condujo por los pasillos llegando a las mazmorras en donde se encontraba su futura habitación, primero entro el adulto diciendo la contraseña. Rose miraba así alrededor, la habitación era más grande que los dormitorios, contaba con una cama, a la vista muy cómoda, un escritorio y una chimenea. Snape vio como los ojos e aquella niña se iluminaba de ilusión desde que la vio por primera vez en el colegio, juraría que los colores de sus ojos brillaban como estrellas y que las manchas de su rostro jugaban sobre su piel, juraría que jamás había visto nada más hermoso. Lleno de vida.

El corazón del terrible profesor se llenó de una emoción que creía pérdida desde hacía mucho tiempo y por primera vez sentía auténtico terror de sí mismo y del destino incierto de esa joven.