ꗃ ᥫ᭡ Fresita ➜ KookMin

• ⌜🍓 07 ⋆ฺ ♡ིུ ⌟

La mañana había llegado, los dos cuerpos desnudos abrazándose como si no hubiera otro dia, Jimin se empezó a remover entre los brazos cálidos de Jungkook, se volvió hacia él apreciando su rostro tranquilo y su cuerpo relajado.
Se sentía inmensamente feliz, de que él y Kook fueran pareja, siempre había soñado con tener a alguien quien lo amara tal y como era, sin importar qué.
Dejó un beso suave y se levantó con cuidado. Se dirigió al baño para poder ducharse y arreglarse, pues hoy irían al lugar donde habían acordado.
Sintió unas manos grandes tomarlo por la cintura y pegarlo a un pecho fornido.

-Buenos días, amor.-

-Cariño, no me vuelvas a dejar solo en la cama.-

-Pero no me fuí a otro lado, solo vine a tomar una ducha.-

- Quiero amanecer contigo y abrazar tu cuerpo fuertemente y poder besar tu hermosa carita.-

- J-Jungkook quita tus manos de mi trasero, así nunca podremos salir de aquí.-

-Son tan suaves y redondas.- dió una nalgada.

-¡Ah!, Jeon Jungkook, si sigues así te dejare en abstinencia.-

-Lo mismo dijiste hace unas horas, pero creo que no soportarias esos días sin tener mis manos sobre tu cuerpo, besandote y acariciandote.- lo último fue dicho en un toque sensual, apretando los glúteos del más bajo.

Jimin mordió su labio inferior y miró a Kook a los ojos, lo único que pudo ver fue toda una mirada hambrienta.
Pegó su pecho al de Jungkook, juntando así su erección con la del nombrado, empezando a restregarse en él.
Jeon lo tomó de los muslos hasta pegarlo a la fría pared, besándo y acariciando todo a su paso.
Llevó dos dedos a la entrada del más bajo, y los introdujo lentamente, sacándole gemidos a Jimin.
Empezó un vaivén lento, haciendo tijera para dilatar más rápido la entrada, y aunque ya lo habían hecho, tenía miedo de lastimarlo.
Jimin gemía y mordía su labio inferior al sentir los dedo largos de Kook dentro de él, apretó sus ojos con fuerza, cuando el grande miembro de Jeon fue entrando.

-¡Mmgh! Kook, ¿Acaso te creció e-en estos minutos?-

Jeon rió y besó a Jimin, ante la ocurrencia.

-¿Cómo quieres que me crezca amor?-

-S-solo, decía, ¡Ah!- gritó ante la fuerte estocada que dió Kook.

-Shh, calla y disfruta.-

Las penetraciones se hicieron más fuertes, dando directo en la próstata de Jimin, haciendo que el nombrado se aferrara en la fuerte espalda del contrario, rasguñando, mientras que Jungkook escondía su rostro en la curvatura de su cuello.
El cosquilleo en su parte baja se hizo presente, sintió como Kook buscaba sus labios para tomarlos en un beso salvaje.
Sintió su liberación manchando ambos estómagos, solo bastaron dos estocadas y sintiendo a Jungkook derramarse dentro de él. Dejó un último beso y puso sus pies en el piso, para después enjabonarse y de paso a Kook.

Terminaron de ducharse, para después empezar a alistarse e ir a donde habían acordado.

(☆▽☆)

Pasaron dos horas, y por fin se encontraban en la pequeña casa, el tío de Jimin le había entregado las llaves, diciéndole que se cuidaran bien.
Park, había preparado mucha comida para todo el día, acomodaron todas las cosas, para después salir a caminar con sus pies descalzos sobre la arena del mar, disfrutando de la brisa fresca, y viendo las olas chocar entre sí.
Jimin se giró hacia Kook, quien igual lo veía, le dió una sonrisa y parando, Jimin envolvió en un abrazo a su chico.

-Kookie, ¿Cómo le pondrías a nuestro hijo o hija?-

- Jungmin, Jeonmin, si es niño, si es niña, Mijeon, o Jaymin.-

-Jeonmin me gusta, al igual que Mijeon. Pero Jaymin no.-

- Pues esos serán los futuros nombres de los bebés.-

-Gracias Kook.-

-¿Por qué amor?.-

-Por amarme tal y como soy.-

Jeon sonrió.

-Mi amor, tú eres perfecto, como no amarte, eres lo más precioso que han visto mis ojos, y lo mejor que me ha pasado. Te amo demasiado cariño.-

-Y yo te amo más Kookie.-

Se abrazaron fuertemente, transmitiendo todo lo que sentían, Jeon se sentía muy afortunado de estar con una persona tan hermosa y linda, que a pesar de mucho esperar, por fin lo tenía en sus brazos, y jamás lo dejaría ir.

Porque Park Jimin, era su mayor tesoro, al que tenía que proteger de los demás.