🌙 Hyūga Neji 🌙

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"Lo siento, señorita, pero no necesitamos más personal que el que ya tenemos".

Esa era la frase que había escuchado al rededor de diez veces por día durante la última semana. Conseguir un trabajo en estos tiempos, donde la economía de la villa no se encontraba en su mejor momento, se volvió una tarea agotadora y frustrante. La chica bajita de rizos negros lo sabía perfectamente.

Al doblar la esquina, un Shuriken de plástico le rozó la herida de las costillas. Diablos, aún pasados los meses seguía doliendo como nunca. Llevó una de sus manos hacia su costado derecho, presionó las vendas que lo cubrían, y se agachó a recoger el pequeño juguete. Alzó la vista y se topó con dos niños, de no más de 8 años,  mirándola expectantes.

- ¡Muchas gracias!, Ahora podremos seguir jugando a ser ninjas -. La joven esbozó una sonrisa y depósito el "arma" en las manos del pequeño.

Ambos niños rieron y se alejaron corriendo de allí, dejándola parada a mitad de calle. Siguió con la vista su andar y sintió como algo dentro de ella dolía. No, no era la herida.

¿Cómo había llegado a ese punto? ¿Buscar empleo para no sentirse inservible?, Eso, definitivamente, no era lo suyo. Todo lo que había luchado para superar la Academia con notas excelentes, todo su entrenamiento para ser una buena Kunoichi, ¿Acaso todo eso se había ido por la borda? ¿Así como así?.  Suspiró pesadamente.

El esfuerzo y tiempo invertido no sirvieron de nada cuando su cuerpo se desvaneció durante esa misión. "No es tu culpa, eran demasiados y muy fuertes"  Había dicho su amigo Lee, en un afán de quitarle la expresión de disgusto que proyectaba su rostro. Pero sabía que mentía, ¿Cómo podía creerle?, si él mismo era un ejemplo de auto-superación andante. 

¿Es que no la habían preparado física y mentalmente para defender su villa de cualquier enemigo, sin importar cuán fuerte era?.

Si, por supuesto que lo habían hecho, se suponía que estaba lista para defenderse en cualquier situación compleja. Y claro que era su culpa, bastaba con desviar la vista y apreciar el poder de sus amigos, esos Shinobis si que eran fuertes  y valerosos. Incluso su novio destacaba por sobre los demás, siendo el más poderoso de todo su Clan. Mientras tanto ella... Ella nunca cumpliría su sueño de ser una buena ninja, no con esas inseguridades y una lesión recordándole lo frágil que fue, misma que le impedía moverse bruscamente sin torcer el gesto de dolor.

Se sentía incapaz, no lograba entender cómo podía ser tan inferior al resto teniendo los mismos objetivos, portando con el mismo orgullo el protector frontal que ahora residía en su habitación, sucio, abandonado.

Retomó el tramo que la llevaría a su hogar con lágrimas brotando de sus ojos. "Inútil" se repetía a si misma.

🌙🌙🌙

No tardó mucho en llegar a la residencia Hyūga; la cual, como era habitual en los últimos días, se encontraba completamente vacía. Tenía un mal presentimiento respecto a la tensa situación que Konohagakure atravesaba, las misiones eran cada vez más largas, los principales líderes de la aldea se reunían a diario con el Hokage y los señores feudales, intentando apaciguar la terrible sensación de guerra que reinaba en esos tiempos. Algo malo iba a ocurrir, podía intuirlo.

Por esto, se esforzaba al máximo por estar a lado de Neji. No importaba si fracasó en su búsqueda de un nuevo empleo, o si su sentimiento de insuficiencia le costaba el poco autoestima que le quedaba: Ella siempre esperaría a su amado con los brazos abiertos y una sonrisa adornando su pequeño rostro, ya que no sabía si esa noche era la última que pasarían juntos, la última cena que compartirían en armonía, el último beso que se darían. No sabía si él volvería vivo de la próxima misión.

One shots || anime >EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora