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🍻Roronoa Zoro🍻

⚠ ADVERTENCIA: Este relato contiene escenas de índole sexual, mismas que pueden disgustar al lector. Si es así, siéntase libre de saltear este cápitulo.

A pedido de: -MitsuriKanroji       

                     🍺🍺🍺🍺🍺🍺

"Lo que empieza con sexo, termina en amor. No caigas en ese juego o saldrás lastimada". 

Cuánta razón había en aquella frase.  Si tan solo hubiera hecho caso al consejo dado por su amiga antes de partir no estaría en esta situación.

Todo comenzó esa noche, unos dos meses después de ser invitada por Luffy a ocupar el lugar de bailarina en la tripulación. Se encontraban festejando la obtención de un nuevo tesoro,el capitán le pidió que bailase a modo de entretenimiento y, por supuesto, la joven aceptó gustosa. Deleitó a todos con sus sensuales movimientos, estos que terminaba condecorando con un trago alcanzado por sus propios compañeros; formando así un ciclo repetido una y otra vez,  hasta que se sintió lo suficientemente ebria como para no avergonzarse por nada. Fue en ese momento cuando notó que él se había ido. Nunca observaba sus bailes. 

Con una mezcla de furia y sake corriendo por sus venas, se había dirigido hacia el timón, donde dedujo que estaba.

Tambaleante, llegó a destino, chocando mirada con esa intimidante figura que generaba temblores en su interior como si de una hoja siendo arrastrada por la corriente se tratase. El aura de masculinidad y fuerza que emanaba siempre la sedujo y aterrorizó en partes iguales, lo que hacía imposible el mantener cualquier tipo de conversación con él sin un sonrojo marcado en su rostro. Solo que esta oportunidad sería diferente, lo enfrentaría.

- ¿Por qué estás aquí? -. Preguntó T/n, con la voz más seria que pudo emitir.

- ¿Uh? ¿Disculpa? - El espadachín hizo una mueca de disgusto.- ¿Me hablas a mi?.

- T-tu nunca presencias mis bailes -. La bebida surtía efecto, arrastraba las palabras.- ¿Acaso te crees-s superior para despreciarme?.

Le miró de un extremo a otro.

- Mira cómo estás, vete a dormir.

- ¡¿Y quién eres tú para mandarme?!. Me iré cu-cuando yo quiera.

- Pues, entonces, no molestes.

El tono tan desdeñoso de Zoro le irritó aún más; alguien tenía que darle una lección, y quién mejor que una borracha bonita para hacerlo. Se acercó a él, segura y mareada, colocó su pierna izquierda sobre el sillón acolchado de detrás del mando circular y comenzó a subirse lentamente el vestido, dejando al descubierto su piel bronceada.

- ¿Pero qué...? -. El chico no sabía qué significaba tal acción. ¿Se trataba de algún tipo de provocación?.- Ya basta, te puedes caer...

Dicho y hecho. T/n trastabilló, a punto de lanzar un grito, cuando unos brazos le rodearon, evitando su caída.

- ¡Idiota! ¡Suéltame! -. Vociferó mientras retorcía su cuerpo bajo las ásperas manos que la sostenían.- ¡No me ayudes!. Se supone que soy yo la que te está provocando.

Zoro soltó su agarre, sin alejarse mucho.

- ¿Así que me provocas, eh? JAJAJA -. Estalló una risa estruendosa, avergonzando como nunca a la chica, quien poco a poco iba sintiéndose más lúcida.- ¿Por qué harías algo como eso?.

- Yo q-quería que aprendieras a respetarme.

El espadachín le hacía parecer pequeña. Quiso apartarse, manteniendo la compostura, pero él se posicionó de forma que su boca quedó a céntimetros de el oído de T/n.