Mary tenia un corderito

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—No puedo creer que lo hicieras te dije que no necesitaba una niñera. —Molesto empecé a reclamarle a mi madre al enterarme de esa noticia.

—Ya te lo dije Noah después de lo de la última vez, no puedo confiar en ti.

—Pero tengo 14, ningún chico de mi edad necesita que alguien lo cuide cuando sus padres salen.

—No voy a discutir más sobre esto, la decisión está tomada, aun no eres lo suficientemente maduro para quedarte solo. Alice llegara en 15 minutos y espero por tu bien que no le des ningún problema. —Tras decir eso mi madre me dio un beso en la frente, tomo su bolso y se fue.

Estaba bastante molesto si no fuera por el estúpido de Nicolás, no me estaría pasando esto, sabía que hacer una fiesta sin el consentimiento de mi madre me traería graves consecuencias.

En fin si era inteligente sabría aprovechar esos 15 minutos de libertad. Corriendo fui a mi cuarto, cerré la puerta y de debajo de la cama saque una caja de zapatos, forrada con un papel infantil con estampado de animales, de ella extraje un pañal, un chupón y a mi osito de felpa.

Cualquier adolecente normal no tendría por qué tener artículos de bebe escondidos en su cuarto pero creo que yo era el único chico raro que seguía disfrutando del trato infantil y de sentirme un bebe, claro todo eso en las cuatro paredes de mi habitación. Desde hace un par de años fue que empecé con mi pequeña colección, cada que podía compraba pañales y pull ups sueltos, nunca me arriesgaba a comprar un paquete completo ya que temía ser descubierto también tenía mi chupón color azul con una estrellita en el centro, un muy lindo biberón verde de dinosaurios y mi mantita y mi osito de cuando era bebe.

Rápido me baje los pantalones junto con mi ropa interior, extendí en la cama el pañal con diseños de los Paw Patrols una de mis caricaturas favoritas y me acosté sobre él, cerrando ambas cintas a la altura de mi pecho, me puse una camiseta a juego con el pañal y finalmente mi chupón, abrace a mi peluche y me recosté sobre la cama, disfrutando de todas las sensaciones de sentirme pequeño de nuevo.

Debía estar atento a cuando llegara mi niñera, desafortunadamente mi habitación no tenía seguro en la perilla por lo que hacer esto era muy arriesgado, detestaba que eso fuera así, ya que no podía disfrutar de "Mi mundo de bebe" tanto como me gustaría.

Lamentablemente la suerte no estaba de mi lado ese día puesto que me quede dormido totalmente expuesto, solo me desperté cuando sentí unas pequeñas caricias en mi cabeza y una voz dulce tarareando una canción de cuna.

Yo frotándome los ojos, me reincorpore sin darme cuenta de mi situación.

—Oww parece que el pequeñin ya despertó.

—No soy ningún pequeñin. —Dije por inercia al sentir un trato infantil de su parte, aunque sintiera cierta atracción por las cosas de bebe, eso era mi asunto, creo que el hecho de que alguien intentara tratarme como a un pequeño, me hacía sentir expuesto, era por eso que siempre trataba de mostrarme maduro frente a mi madre.

—Bueno creo que ese pañal dice lo contrario. —Dijo con una pequeña risita.

Al escuchar esa bochornosa palabra por la cual yo por obvias razones siempre me sentía incómodo cada vez que alguien la mencionaba, fue que caí en cuenta de todo, aun tenia puesto mi pañal, el cual rápidamente intente cubrir, el chupón estaba a un lado de la cama pero aunque intentara esconder todo lo que evidenciaba mi vergonzosa situación, era inútil, lo único que no quería soltar en esos momentos era a mi osito que por muy extraño que pareciera, me brindaba un gran consuelo.

—Nadie me dijo que tendría que cuidar a un bebe.

—No soy un bebe!!

Ella levanto su entre ceja, mirándome de arriba abajo. —¿Ah no?.

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