Capítulo 6: De vivir solo a vivir con dos desconocidos

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Kora llegó a su habitación hecho un desastre, se había olvidado de cambiarse antes de ir a clase, y llegó con la ropa rosa, pegajosa y con olor a fresas. No hay que decir la cantidad de riñas e insultos que recibió por haber llegado en ese estado. Exhalo con fuerza antes de entrar, se preguntaba qué estaría haciendo el demonio detrás de esa puerta, tal vez leyendo un libro en su cama, como la anterior vez, o curioseando en su habitación, rompiendo todas las macetas y plantas como un gato.

Abrió de un portazo ante esa cruel imagen. La parte buena es que todo estaba orden, la parte mala es que la ventana estaba abierta y Modeus no se encontraba en ninguna parte. El chico empezó a sudar por el pánico, y su mente viajó a toda clase de situaciones "¡Esto no puede ser cierto! ¿Y si ha ido a la ciudad para sembrar el caos?¿Y si está haciendo un ritual para resucitar a sus compañeros?¿Y si está asesinando a Cédric? " Lo último no le desagradó demasiado, pero igualmente dejar a un demonio suelto por allí no era algo que deseaba. Se subió a la mesa y sacó la cabeza por la ventana, con esperanzas de al menos ver en dónde estaba, pero un mal paso sobre el escritorio hizo que se resbalase hacia delante, cayéndose directo al vacío "Ya esta, este es mi fin, si alguna vez me encuentro con ese demonio en el más allá, le reprochare durante toda la eternidad ".

Una mano le agarró por detrás de la camisa, antes de que pudiese caer - Cuidado que te matas - conocía esa risa burlona, se había grabado en su mente desde esta mañana.

- ¡Modeus! ¡Demonio estúpido, me diste un horrible susto de muerte! ¿¡Que haces en el tejado!?

- Es una forma de agradecer muy rara, yo preferiría " Oh Modeus, gracias por salvarme de esa caída, por favor pasemos esta noche juntos siendo uno en mi cama como recompensa".

- ¡Eres un guarro pervertido! ¡Cuando suba allí te apuñalaré con las tijeras cien veces!

- Que mala leche tienes, eres como una ardillita con la rabia, será mejor que te suelte y te tire.

- ¡Ni se te ocurra hacerlo, súbeme!

- Como quieras - se lo tomó muy literal, pues lanzó al chico al cielo, lejos de asustarse, él lo vio como una oportunidad, dio una pirueta propulsandose en el aire, y aterrizando sobre el tejado con los dos pies. El demonio silbó asombrado, pues la superficie en la que se encontraban era curva y de tejas.

- ¿Eres patoso y un acróbata a la vez? Que combinación más mortal para ti niño - el castaño lo fulmino con la mirada, y sacó las tijeras, con las intenciones más claras que el agua "No debí haberle llamado niño " Salió corriendo con cuidado de no resbalar, pues su cuerpo aún se sentía entumecido después de la resurrección. Miro hacia atrás para ver cuánto había avanzado, gran error, el chico corría con una velocidad inhumana sobre esa superficie irregular, estaba claro que no era su primera vez en perseguir a alguien en un tejado, se apiado de la anterior alma a él. Estuvo a punto de cogerle, pero el demonio fue mucho más rápido, desplegó sus alas antes de que esas tijeras lo apuñalasen.

- ¡Eso no vale! - Modeus le enseñó la lengua de forma sutil, como el chico hizo un par de veces con él, eso claramente lo enfureció - ¡Deja de volar!

- Mierda - fue lo último que dijo antes de caer a más de cincuenta metros del suelo, en circunstancias normales habría caído de pie y sin ningún rasguño, pero esta vez cayó de cara, posiblemente dejando una marca en el suelo como recordatorio de su vergonzosa caída. La carcajada del chico no se hizo esperar.

Alzó la cabeza en dirección hacia la estruendosa risa - ¡¿No pudiste darme una mejor orden?!

- No te quejes te lo merecías - dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Flor viva pero destruidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora