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Tengo más de una semana aquí. El tiempo ha pasado demasiado rápido y mis días se han basado en: Hacerme pasar por una adolescente de este tiempo y comer lo que mi abuela, que no sabe que es mi abuela, me da.
Espío a mi papá y a Seoli lo más que puedo, pero al parecer mamá aún llama la atención de papá con esa falda nueva. "Es preciosa" lo había escuchado decir, sentado sobre aquella acera en la sombra.
Sonreí como una idiota, como si el cumplido hubiera sido dirigido a mí.
Gia apareció el cuarto día de la semana, sonriendo. Su cabello un poco más largo que de costumbre, le daba una apariencia más tétrica aún.
— ¿Ya tienes una idea? — Se sentó en el aire, cruzando sus piernas
— ¿Me vez cara de tener ideas? — Espeté, sentada sola en la cafetería donde Ryu y yo nos la pasábamos. Revolví mi malteada rosa con el popote.
— ¡Qué grosera! No puede ser que yo, siendo un espíritu, sepa más que tú.— Casi gritó, pero la cafetería seguía en silencio.
— ¿Espíritu? ¿Qué eres? — Incliné mi cabeza, alzando una ceja confundida.
— Soy el espíritu del pasado, soy alguien que ha influido mucho en tu vida cuando eras niña, por eso no me recuerdas.— Se encogió de hombros, se posicionó frente a mí y chasqueó los dedos — Escucha, en diez segundos va a entrar Taehyung y Seoli por esa puerta. Hazte amiga de ella y sácale todo lo posible ¿Me escuchas?
El corazón se me detiene. La sangre ha huido de mi rostro y aprieto mis manos en un puño completamente asustada.
— ¿Taehyung? ¡No, no, pero por qué...! — Ha desaparecido en una nube de color rosa pastel y unos cuantos brillos cubren la mesa.
Cuando Taehyung y Seoli entran platicando animadamente, me apresuro a limpiar la superficie llena de brillos.
— ¿Jinsuk? — Tae me mira, una sonrisa resplandeciente aparece en su rostro acompañada por unos pasos torpes hacia mí.
— Taehyung.— Aclaro mi garganta, sintiendo el calor en mis mejillas. No puedo pensar con claridad, pues Seoli nos mira con los brazos cruzados.
— ¿Qué haces aquí? — Pregunta sorprendido y animado, mirando con vacilación las dos malteadas a medio tomar en la mesa. Se alarma.
— ¡Estoy con Ryumin! — Trato de aclarar los más rápido que puedo. Su expresión se suaviza, sonrío nerviosa.
— ¿No me presentas? — Seoli aparece detrás de él. Se ha animado a acercarse con la misma sonrisa que usaba cuando me decía que me quería como una hija. Se me revuelve el estómago.
Observo como Ryu se acerca a la mesa, sosteniendo un plato con dos hamburguesas gigantes. Su rostro es un poema cuando ve a Seoli.
— Jinsuk, ella es Seoli. Es hija de mi tía, o sea mi prima.— Ríe, metiendo las manos en su pantalón de mezclilla.
No sé qué decir. Seguramente mi rostro está igual que el de Ryu, la nueva noticia nos ha tomado por sorpresa y dejándonos con la boca abierta. Taehyung lo nota, por lo que se apena.
Carraspeo sonriendo forzosamente.
— ¡Wow, yo.. no lo sabía! Seoli, es un gusto conocerte.— Le extiendo mi mano, ella la toma como si estuviese obligada.
Realmente nadie la obliga, tal vez sólo lo hace para quedar bien con Tae, porque no creo que conmigo.
— Jinsuk, el gusto también...— Me escudriña con la mirada y levanta una ceja — es mío ¿Y qué, de dónde se conocen?
— Ah, yo...— Me toma por sorpresa, no sé qué decir.
— En una fiesta, en el Crazy.— Explica Taehyung, sonriendo como si nada sucediera.
— Ahh, ya veo.— Es lo único que dice y se aleja, buscando una mesa disponible.
Taehyung me dedica una mirada avergonzada y se despide en voz baja. Ryu me mira desde la mesa con su cabeza recargada en la palma de su mano, haciendo un puchero. Voy a sentarme a su lado, dejando escapar un suspiro.
— ¿Cómo le voy a arruinar la vida a la prima del chico que es un amor? — Me quejo, casi lloriqueando. Escucho a mi tía bufar.
— No quiero sonar aguafiestas, pero cuando le arruines la vida a Seoli, Taehyung ni siquiera se va a acordar de ti.— Levanto la vista, encontrándome con el rostro avergonzado de la chica que revuelve su malteada — Va a tener la edad de tu padre, estará casado, con hijos, etc, etc..
— Ya basta, no quiero escuchar más.— La corto, echando una mirada hacia atrás. Taehyung me mira, rápidamente desvía la mirada y sus mejillas se sonrojan.
Siento que muero, porque tal vez si Gia no me hubiese revelado esto seguiría en busca de mi plan; ahora estoy estancada. Pensando que es lo bueno y malo, que si está bien arruinarle la vida a Seoli y ganarme el odio de Taehyung por eso.
Ryu tiene razón, en unos cuantos años más Taehyung ni siquiera me ha de recordar, ni siquiera ha de intentar hacerlo. Así que Tae pasa a segundo plano y mientras veo a Seoli recuerdo cuando llamó a mi madre "patética", eso hace que el odio crezca.
Tengo que hacerlo, nadie me detendrá. Voy a separar a mi padre de Seoli, cueste lo que cueste.
