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Namjoon está en la cancha, riéndose con fuerza con sus amigos. Taehyung todavía está a mi lado, me platica sobre lo que tendrá que hacer este semestre, me asusta cuando dice que tal vez pueda ir con él a sus clases de guitarra, ¿cómo le explico que no podré verlo ni siquiera mañana?
Lo miro, él me mira. Siento mis mejillas sonrojarse pero le sostengo la mirada. Se ríe, ladeando la cabeza
— ¿Me estás escuchando? — Yo niego, diciendo la verdad. Vuelve a reír divertido — Ya sabía, que mala eres
— Sólo escuché que querías que fuera a tus clases de guitarra.— Le digo, aclarando mi garganta
— Escuchas lo que te conviene.— Se encoge de hombros bromeando, hace una expresión como de tristeza. Pero al ver que me exalto me empuja con su hombro — Ven, te llevaré a un lugar
Se levanta, puedo ver como todos lo siguen con la mirada. Él extiende su mano a mí y me estremezco, miro a Gia a un lado mío, rodea sus ojos
— Diez minutos.— Chasquea los dedos, todo se detiene, luego vuelve a moverse con normalidad. Yo tomo la mano de Taehyung, bajamos las escaleras esquivando personas, maestros, jugadores. Salimos del gimnasio y corremos por el pasillo
— ¿A dónde vamos? — Le digo entre jadeos. El empuja una puerta dejando ver una piscina olímpica, me río de la pura emoción y nervios
— Ven aquí.— No dice nada más, pero de un momento a otro me toma de la cintura. Nos quedamos así unos segundos y sin más, se avienta a la alberca con todo y ropa.
Y conmigo
Siento una presión en el pecho, mis piernas me tiemblan y tengo unas terribles ganas de reírme a carcajadas debajo del agua.
Salimos a la superficie tomando una gran bocanada de aire y lo primero que escucho es la risotada de Taehyung. Abro los ojos para encontrarme con una obra de arte
Taehyung con el cabello en la cara, riéndose. Sonrojado y empapado
— ¡Estás loco! — Le grito, quitándome los pelos de la cara y él se acerca
— Lo sé, pero admite que te gusta.— Me toma por sorpresa su comentario. Hace que mis mejillas ardan de calor pero sonrío tontamente, no necesito decirle si sí o no. Le aviento agua en la cara y se asombra
— ¡Ey, tramposa! — Me dice, haciendo un puchero para aventarme agua. Grito divertida tratando de escapar de él con nadados torpes — ¡No vas a poder escapar, Jinsuk!
— ¡Atrápame! — Digo, tratando de nadar lo más lejos que puedo pero la ropa está pesada. Me quiero volver a reír como una idiota, siento los brazos de Taehyung rodear mi cintura por detrás y chillo
