Parte 1

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—Tendremos que hacer algunos recortes. ¿Cuál es el problema?

—¡El problema Kyungsoo! —señaló exaltado el otro hombre—. Son las decenas de personas que quedarán sin trabajo, son cabezas de familia, tus empleados, que te conocen desde que eras un mocoso. ¡No les puedes hacer esto!

—No necesito que seas mi conciencia, ni mucho menos me asaltes con moralidades baratas. Necesito al vicepresidente y no al idiota de Baekhyun ¿Cuál es el problema para esta compañía?

—Si tu idea es seguir a flote y destruir a la competencia ¡anda! Sigue adelante con este descabellado plan. Te diré que hay otra opción.

—Ni lo mencio-

—Zhang Yixing —El otro hombre parecía complacido apenas mencionó ese nombre, que le generaba agrieras en su estómago.

—¡Te dije que no lo mencionaras!

—No puedo creer que todavía lo odies —añadió perplejo.

—¡Se robó a mi amigo! —Su argumento sonaba mucho mejor en su cabeza; pero ya era demasiado tarde para retractarse, especialmente cuando Baekhyun le sonrío sin rastro de humor.

—Se enamoraron y tú debiste ser el amigo comprensivo y cero egoísta ¡pero no! Decidiste ser el patán de siempre. Te recuerdo que yo también perdí una amistad por tu culpa.

—Nadie te obligó a quedarte a mi lado —atacó el menor de los dos sin ningún miramiento.

Algo cambió en la expresión de su amigo, Kyungsoo se dio cuenta que fue demasiado; sin embargo, su expresión siguió sin ningún remordimiento a la vista, lo que los otros accionistas consideraban como su mirada déspota.

—Wow Kyungsoo, eso fue bajo, incluso para ti —añadió dolido antes de salir de su oficina.

La noticia de una serie de despedidos en la compañía automotora ya se había esparcido como pólvora, aun cuando Kyungsoo no había dado la autorización formal.


Las miradas recelosas de los trabajadores eran pan de cada día, y algunos más osados, acudían a su oficina con ojos lacrimógenos mostrando fotos de sus hijos; que lejos de producirle pena, le enfurecía, por lo que él creía, era un acto de rebeldía injustificada, ya que los que serían despedidos se les pagaría todas las prestaciones y honorarios, con ese capital podrían vivir por dos o tres meses, tiempo suficiente para conseguir otro trabajo. No entendía cuál era el problema.

—Señor Do, por favor no me despida, tengo 4 hijos y el mayor este año irá a la Universidad. No me puede hacer esto.

—Eso debió pensarlo antes de bajar su rendimiento.

Kyungsoo ni siquiera lo observaba, estaba leyendo el reporte del departamento de ensamblaje, y los números no mentían, el desempeño de esta persona había disminuido un 20% en los últimos 6 meses.

—Yo he estado algo enfermo, pero de ahora en adelante daré lo mejor.

—¿No cree que es un poco tarde ya? —Kyungsoo por primera vez levantaba la mirada, y no le sorprendió la cara exageradamente acongojada de la otra persona. Él no era alguien blando, no daría su brazo a torcer por un par de lágrimas.

—¿Co-cómo?

—Todo este tiempo, señor Kang —añadió tranquilamente—, tuvo seis meses para recuperarse y rendir lo correspondiente, para no estar a puertas del despido. Si no tiene algo más que decir, le pediré que se retire.

Kyungsoo ni siquiera lo miró al dar la orden, enfrascado en los papeles que tenía en su escritorio. Pegó un pequeño respingo en su silla cuando el otro sujeto cerró la puerta con excesiva fuerza.

Chico, soy tu ángel || KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora