Parte 3

574 118 23
                                    


La fuerza probablemente la haya sacado de su lado angelical, era su única explicación, de lo contrario no podía justificar la facilidad con la que había cargado a JongIn hasta depositarlo suavemente en la cama. Su rostro presentaba serias magulladuras, al igual que sus brazos, donde también había algunos cortes, que no parecían ser profundos.

Tenía una extraña sensación al verlo así, como si en el fondo estuviera preocupado; se apresuró al baño y buscó un botiquín, se alivió al encontrar uno, luego de unos intentos, pudo finalmente sujetarlo entre sus manos, velozmente regresó a la habitación del menor. Apenas caía en cuenta que sus hermanos no habían regresado con él; y el estado de JongIn no era el mejor, ¿lo habían dejado solo cuando estaba así? No podía creerlo ¿qué clase de hermanos eran al abandonarlo así?

Kyungsoo empezó a refunfuñar soltando una serie de maldiciones dirigidas a los estúpidos hermanos de JongIn, mientras empezaba a limpiar cuidadosamente las heridas de su protegido en el rostro y sus brazos, con aquellos cortes limpios. Era un desperdicio ver su rostro inflamado con algunos moretones y magulladuras, junto a un corte en su labio, untó un poco de la pomada en sus dedos y suavemente la depositó en el labio inferior. Poco a poco, JongIn empezó a pestañear, Kyungsoo de inmediato se alejó, apenas notando que había estado a pocos centímetros de su rostro.

—No frunzas el ceño, te hace ver menos angelical —murmuró con sus ojos medio abiertos.

Kyungsoo rio débilmente tras escucharlo, ya que JongIn siempre le decía que estaba lejos de verse y comportarse como un ángel.

—JongIn, ¿estás bien? —preguntó dubitativo y se sintió como un estúpido, obviamente su protegido no lo estaba.

—¿Estás preocupado? —preguntó a cambio.

—¡Claro que! —Frenó en seco la afirmación, para hablar pausadamente, pero empezaba a enredarse con las ideas en su mente y lo que salía de su boca—. Es decir, se supone que soy tu ángel y-y claramente estás herido, entonces yo estoy algo como-

—Preocupado —JongIn complementó.

No sabía que había visto JongIn en su expresión, lo que haya sido, le hizo sonreír cálidamente, lejos de esas sonrisas arrogantes a las que se había acostumbrado a notar.

—Yo... creo que si —Kyungsoo se encogió de hombros dándole la razón—. ¿Qué sucedió?

JongIn desvío la mirada antes de responderle:

—Fue un accidente...

Todo en él ángel le decía que su protegido mentía. Sus labios se fruncieron y asintió sutilmente tras escucharlo; era claro que no confiaba en él, y eso no lo hizo sentir bien. Simplemente no podía forzarlo y esperar que se sincerara de un momento a otro.

—Solo se más cuidadoso la próxima vez —le dijo sonriéndole.

JongIn parecía a punto de quedarse dormido nuevamente, y un par de minutos después, cuando terminaba las curaciones, terminó por caer en los brazos de Morfeo. Entretanto Kyungsoo se acomodó en la cama siendo cuidadoso con el menor y sus heridas. Dos horas pasaron hasta que el bullicio inundara el lugar, supo en ese momento que sus hermanos habían llegado. Sentía su sangre enervar, sus puños se apretaron al pensar en que habían abandonado a su hermanito; un par de minutos pasaron hasta que la puerta de la habitación fuera abierta por uno de ellos. El ángel casi como un acto reflejo pasó protectoramente su brazo derecho sobre el pecho de JongIn, inclinado su cuerpo.

La mirada fría del hermano le generaba desconfianza, conocía muy bien esa mirada porque la había visto incontables veces frente al espejo, no era para nada alentador y sintió temor por el bienestar de su protegido. Gruñó cuando vio al hombre musculoso golpear la puerta con su mano cerrada, causando que esta vibrara; era increíble que JongIn siguiera durmiendo, pero agradeció que esto fuera así. Kyungsoo estaba listo para... lo que sea que pudiera hacer, por primera vez desde que despertó siendo un ángel, se sintió inútil ¿qué podía hacer si este hermano intentaba hacerle daño? Por suerte esta persona dio media vuelta golpeando por segunda vez la puerta, lo que le hizo estremecer; descendió su mirada, parecía que su protegido estaba por despertar, así que pasó sus manos por su cabello, en una especie de caricia, lo que pareció efectivo, pues volvió a quedarse dormido sonriendo brevemente entre sueños. Sintió que el cuerpo de JongIn se acercaba al suyo, hasta que su cabeza quedó descansando tranquilamente sobre su pecho.

Chico, soy tu ángel || KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora