Parte 2

698 118 132
                                    


Kyungsoo observó con atención su vestimenta, tenía un traje de dos piezas color rosa coral, hizo una mueca pues odiaba ese color, casi creía que era alérgico y lo comprobó cuando estornudó tres veces seguidas.

El empresario convertido en ángel, estaba acostumbrado a los cambios de último momento, por lo que intentó en ese momento, mantener el control de sus emociones; así que respiró profundo, contando hasta diez; pero fue interrumpido cuando la libreta empezó a calentarse en sus manos, le dio una ojeada y sobre una segunda hoja se fue formando el nombre de su protegido y la dirección en la que debía caminar para encontrarlo, la cual apuntaba a la izquierda de su ubicación.

Kyungsoo miró en esa dirección, a unos metros de aquella playa desolada, había un pequeño puerto, con hombres que llegaban en una pequeña embarcación con sus redes llenas de pescado, escuchaba algarabía proveniente de ese lugar. Él se quedó allí parado sin saber qué mierda hacer, ¿tendría que presentarse ante ese grupo de mastodontes y preguntar por Kim JongIn? No lo meditó más, a paso ligero se fue acercando, caminando por el entarimado, que tenía algunos tablones defectuosos. Hombres pasaban a su alrededor con prisa, llevando cargas pasadas, y uno de ellos casi lo hizo caer al agua.

—¡Tenga más cuidado! —gritó al alto—. Casi me hace caer, bastardo.

Pero el hombre sinvergüenza siguió su camino sin inmutarse, casi hizo una pataleta ahí mismo en el muelle. Sacudió su cabeza, esperaba que ese no haya sido el tal Kim JongIn, así que se acercó al grupo que aún seguía en la embarcación.

—Disculpen, estoy buscando a alguien —dijo cordialmente cuando estaba a unos pasos de allí, lo suficiente alto para ser escuchado, pero fue vilmente ignorado.

—Bastardos de mierda —gruñó luego de insistir. ¿Qué se creían ignorando a Do Kyungsoo?

Los hombres más apurados que antes, siguieron organizando el pescado recogido, dando algunas indicaciones entre ellos; eran cuatro, parecían tener rasgos similares, piel morena que parecía bañada por el mismo sol, eran altos, acuerpados y ... atractivos.

—No los quiero interrumpir —insistió calmadamente luego de aclarar su garganta—, estoy buscando a ¿Kim JongIn? —preguntó, pero ninguno de ellos volteó en su dirección.

—Todos son una partida de inútiles —masculló para sí mismo.

No lo podía creer, los hombres dejaron la embarcación y pasaron a su lado con el cargamento; él los observaba con sus brazos en jarra y su boca abierta, nadie ignoraba a Do Kyungsoo y sobrevivía; así que en un arranque de ira, se acercó a dos de ellos y los empujó para que cayeran al agua, o al menos lo intentó, porque en un par de segundos, los había atravesado como si fuera un puto fantasma, y él fue quien terminó cayendo al agua; pataleó, empezando a escupir agua, y a la mierda si era un ángel o no, porque la última vez que chequeó, él no sabía nadar y se estaba ahogando, mientras maldiciones flotaban una vez salían de sus labios, no quería morir, no otra vez.

—Intenta tranquilizarte y no moverte. Nunca he escuchado tantas groserías juntas.

Kyungsoo escuchó la voz serena que le hablaba desde lo alto del muelle, esta persona lo veía con una sonrisa divertida.

—A-yu-da-me —Apenas pudo decir cuando el agua no entraba a su boca.

—¿Por qué lo haría?, hace un momento nos llamaste bastardos de mierda —El desconocido se cruzó de brazos y le sonrió desvergonzadamente—. Este inútil no va a ayudarte —añadió arqueando una de sus cejas.

Kyungsoo resopló claramente irritado, reflejado en sus grandes y oscuros ojos. Si hubiese estado en otra situación, le respondiera al extraño con acidez, pero lo más cercano a la acidez, era el agua salada que entraba en su boca y nariz. Al cabo de unos segundos, que se le hicieron eternos, esta persona extendió su brazo en su dirección, por lo que no dudó en tomarlo y fue alzado, para luego quedar suspendido en el aire cuando el chico de brazos fuertes, del que se sujetaba, lo sorprendió con una pregunta:

Chico, soy tu ángel || KaiSooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora