El Inicio de una travesía (Sesshomaru x Lectora)

Capítulo 03

Todos los de la aldea me agradecieron y aun que les dije que no era necesario que me dieran algo a cambio insistieron en que al menos aceptara algunas monedas.

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Ya había dejado la aldea y al momento de que me iba a ir me explicaron que cercas del bosque se encontraba otra aldea en la cual solían aparecer algunos demonios, decidí echarle un vistazo. Sin embargo, en el camino sentí una presencia la cual estaba cercas fue así que coloqué mi mano sobre el mango de la katana.

Avance con más cuidado y una voz algo chillona se hizo presente al igual que empezaron a escucharse los pasos cada vez más cercas, tome el mango de la katana con firmeza. Cuando de repente una especie de rana verde salió de un arbusto, él siguió avanzando aun que parecía estar hablando con alguien, ya que, no iba prestando mucha atención.

Y así siguió hasta que choco con mis piernas, literal era un maldito enano.

???: (Levanta la mirada) ... (Te mira).

Solo lo mire y cuando al fin reacciono rápidamente retrocedió nervioso.

???: ¡Humana ingenua nunca te han enseñado a no estorbar!

Él maldito se atrevió a gritarme con un tono supuestamente molesto.

Tn: (Frunzo el ceño) Disculpa, tú maldita rana enana fuiste el que debió fijarse.

???: ¡Como te atreves a llamarme de esa manera!, ¡me las pagaras maldita mocosa!

Cuando dijo eso levanto un báculo que llevaba.

???: ¡Báculo de dos cabezas!

Exclamo para luego abalanzar el báculo hacia mí, la verdad no entendía que era lo que exactamente quería hacer así que simplemente estire mi mano y lo detuve para después quitárselo.

Empezó según él a ordenarme que se lo regresara, yo solo empecé a presionar su cabeza con el báculo hasta que se cayó al suelo. Seguí presionando su cabeza contra el suelo.

???: ¡Humana!, ¡suéltame!

Se retorcía en el suelo intentado zafarse mientras empezaba a lloriquear, se veía realmente patético.

Tn: Tú no puedes ser la presencia que sentí, ya que, eres realmente débil ni siquiera te percibí. (Con tono algo serio)

???: ¡Como se atreve!, ¡incluso soy más fuerte que usted!

Presione más su cabeza y él empezó a gritar. Hasta que una voz con un tono frío se escuchó.

???: Jaken, deja de jugar.

Gire mi cabeza para mirar de quien se trataba, resulto ser un muchacho de cabello largo plateado y ojos dorados también tenía una media luna en su frente de color morado y unas franjas en sus mejillas del mismo color. Sinceramente algo de su apariencia se me hacía familiar y fue ahí cuando recordé al tal Inuyasha.

???: Amo Sesshomaru, ayúdeme por favor.

(Así que la presencia que percibía era de él...) Cuando escucho las suplicas de lo que termino siendo su sirviente volteo a mirarme, y para ser honesta la mirada gélida que me dio hizo que un escalofrió recorriera mi espalda. Sin embargo, mantuve una mirada seria y desinteresada.

Después dejé libre a aquella rana y solté el báculo, y antes de irme ambos cruzamos la mirada.

Jaken: ¡Oye tú vuelve que todavía no he terminado contigo!

Sesshomaru: ....

(...)

Luego de ese peculiar encuentro por fin logré llegar a la aldea y justo en el momento oportuno, ya que, 3 demonios la estaban atacando.

*POV Narradora*

Tomaste tu arco y 3 flechas con pergaminos para luego disparárselas a los demonios y así lograr alejarlos de los aldeanos. Con más flechas los mantuviste a en un solo espacio, hasta que al fin lograste acercarte.

Y ahí comenzó la lucha cercana, ahora habías tomado tus katanas y tanto tu como ellos empezaste a atacar y esquivar. Aún que habías recibido varios cortes y golpes seguiste en pie.

Hubo un momento en el que de un fuerte golpe sin querer soltaste tus katanas, y los 3 se fueron contra ti al mismo tiempo. Rápidamente sacaste 3 pergaminos de tu bolso y cuando ya estaban cercas se los arrojaste acertando uno a cada uno.

Los pergaminos actuaron rápido y los paralizó por un tiempo así pudiste recuperar tus katanas. Y antes de que tuvieran la oportunidad de esquivarte acabaste con ellos.

Los aldeanos al comprobar que ya no había peligro se acercaron a ti y empezaron a agradecerte. Empezaste a hablar con ellos sin saber que en el límite del bosque cierto demonio estuvo todo el tiempo viendo tu pelea, hasta que al fin su sirviente lo encontró y siguió con su camino.

Volviendo contigo algunos aldeanos habían sido heridos y al igual que con la aldea anterior te quedaste a ayudarlos. Ya al anochecer estabas haciendo un pequeño patrullaje para asegurar que no hubiera nada sospechoso y justo en el momento que ibas a irte unas luces que parecían estar cercas del arroyo llamaron tu atención.

Sacaste tu arco y una flecha, para luego acercarte lentamente y cuando al fin lograste ver de qué se trataba frunciste el ceño, un grupo de aldeanos le estaban pegando a una pequeña niña.

*POV Tn*

(Esos malditos, como se atreven a golpear a una niña...) De inmediato, apunte con el arco cercas del pie a uno de ellos y lance la flecha, y al instante todos ellos se alertaron.

Por mi parte, me acerque a ellos mientras sacaba otra flecha.

Tn: Saben hacerle eso a una niña indefensa directamente los marca como una basura.

Tanto mi tono de voz como mi mirada mostraban por completo el disgusto, furia y repugnancia que sentía hacia ellos en esos momentos. Nuevamente los volví a apuntar con el arco.

Aldeano: Espere un momento todo esto se debe a...

Tn: (Lo interrumpo) No tengo ningún interés en sus excusas (Mirándolos) Ahora escúchenme bien, está más que claro que la siguiente flecha no la fallare... Así que váyanse y no se atrevan a tocar de nuevo a esa niña. ¿Fui bastante clara? (Con tono amenazante).