14 agosto: Día verde

12 2 0
                                    


Viernes

.


Kyung Hoon sabía de su relación-no relación.

Heechul lo había escuchado hablar alguna vez sobre lo mucho que le gustaba acampar al aire libre, incluso había hablado sobre lo divertido que había sido acampar ese verano. Por lo que a Kim se le ocurrió que pedirle consejos a su compañero de clases era buena idea. Y a decir verdad, nunca creyó que ese chico fuese bastante listo, como para darse cuenta de lo que quería hacer.

− ¿Tienes novia?

− ¿Qué? No.

− ¿Novio?

− ¿De dónde sacas eso?

Kyung Hoon colocó uno de sus brazos a través de su pecho, para apoyar su otro brazo y lucir tan pensativo como un buen detective. – Bueno, quieres hacer una acampada a mediados de agosto, normalmente quienes quieren hacer eso es porque tienen parejas.

Heechul tuvo que recordarse que todo lo que estaba haciendo era sacado de tradiciones de otros, más reales que Jang Hoon y él.

− Además, tú has dicho lo mucho que odias estar al aire libre, por lo tanto significa que estás haciendo esto por alguien más −. Heechul no lo podía creer. ¡Era un farsante que se hacía pasar por idiota!

− ¡Cállate! Me haces sentir estafado.

− ¿Quién es? – Por supuesto, Kyung Hoon quería la primicia, no porque fuera un chismoso de primera, sino porque saber algo que todos los demás morirían por saber lo hacía sentir poderoso. ¿A quién no le gustaba sentirse poderoso? – Jang Hoon-hyung...

− ¡¿Cómo mierda lo sabes?!

− ¿Cómo sabe qué? – Heechul se giró, notando que su alto problema había entrado por la puerta en el momento menos indicado. Giró para ver de nuevo a Kyung Hoon quien parecía tener un problema con su quijada abierta.

Así que ese idiota no contaba sólo con una observación increíble, sino que también contaba con la dama de la fortuna a su lado. Y con ese instinto primitivo que le indicaba que ahora sabía de más y debía escapar.

− ¡Atrápalo! ¡Sabe nuestro secreto!

− ¿Qué secreto? – Cuestionó, aunque de igual manera había alcanzado a tomar del chaleco al chico que escapaba de Kim Heechul. ¿Qué clase de persona se veía en la necesidad de escapar de ese pequeño y lindo chico?

− Hablo de nuestra relación.

− Juro que no diré nada −. Todos sabían que hablar de una persona era un tema muy distinto a hablar de la pareja de una persona, encendía algo parecido a la lealtad y sentido de protección que no tenía intenciones de descubrir cómo era con Jang Hoon.

− ¿Cómo lo sabe?

− ¡Él me dijo! – Señaló a Heechul, quien viró los ojos con molestia al sentirse acusado de algo totalmente falso, más aún porque Jang Hoon lo miraba sin dudar de aquellas palabras.

− No lo hice, él lo descubrió solo.

Jang Hoon no podía creer cuan tonto podía ser ese chico, aun así se negaba a soltar al chico de anteojos, ya que... bueno, Heechul no le había dicho que lo hiciera pese a que el prisionero había declarado que no diría nada.

− Tengo una idea −. De repente dijo Kyung Hoon, tratando de salir de esa situación. – Conozco a un señor que puede darte una cabaña, no suele prestarla pero si digo que es para mí él lo hará. Soy un cliente frecuente.

El amor es un S.O.L.ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora