〖Virgen ♔ Kageyama Tobio〗

⇝12; Idea de confesión

— Nos vemos mañana, Tobio-chan. 

T/n depositó un largo beso en sus labios logrando que el de orbes azules rodeara su cintura rápidamente para poder tener más contacto.

— Debo irme, tengo que estudiar para la prueba de admisión. — Murmuró ella al sentir como este se negaba a dejarla ir.

— Fue muy corto. — Bufó con molestia y ella soltó una risa mientras se encorvaba levemente.

Eso también lo irritaba, era demasiado molesto ser el más bajo en la relación.

. . . 

Momento ¿Ellos tenían una relación si quiera?

— Te veré mañana. — Canturreó dándole un casto beso antes de despedirse así dando por finalizada la cita.

Kageyama solo atinó a asentir, sentía que su mente estaba en otro lado.

Después de pensar en que era el más bajo se dio cuenta de algo:

No era el novio de su senpai.

Se besaban, abrazaban e incluso andaban tomados de la mano por los pasillos del Karasuno, pero aún así nunca formalizaron su relación en palabras, solo pasó. 

De una semana a otra ya era cotidiano besarse y sentir el calor corporal del contrario y debía de admitir que estaba muy satisfecho con los resultados, pero tampoco era cien por ciento feliz. Le molestaba el echo de saber que aún habían chicos que podían acercarse a ella y él no tendría derecho alguno a reclamarle nada, incluso cuando se fuera a la universidad ¿Qué derecho tendría él de ir a buscarla o siquiera seguir a su lado?

Solo era su kohai...

— Debo ser su novio... — Susurró de forma firme y entonces se dio cuenta de algo. — Para eso debo confesarme ¿Cómo se hace eso?

¿Acaso debía practicar con el balón?

Ya comenzaba a anochecer y él seguía en ese parque pensando seriamente en su confesión, no tenía ninguna idea y no se veía capaz de preguntarle a alguien del equipo, estaba seguro que se burlarían de él, sobretodo el poste de luz y el enano energético.

— ¿Es demasiado pedir una señal? — Susurró mirando al cielo. — ¿Uh?

Un balón chocó contra su pie tomándolo por sorpresa, lo recogió y buscó al dueño así topándose con una persona desagradable y otra reconfortante.

— ¡Pero si es Tobio-chan! 

— ¡¿Por qué debería ayudarlo?! ¡Si ella me parece linda! — Se quejó al setter mirando a su mejor amigo que estaba a punto de golpearlo. — ¡No se la voy a dar en bandeja!

— ¡Deja de ser una mierda por una vez en tu vida, Shittykawa! — Gritó iwaizumi con enfado así agarrando el balón y golpeando con fuerza la nuca del castaño que se quejó y lloriqueo.

— ¡Eso es maltrato, Iwa-chan!

— Maltrato animal... — Susurró Kageyama así ganando una mirada mortífera de parte de Tōru y una media sonrisa de Hajime.

— De todas formas ¿Por qué le pides ayuda a Oikawa? — El jugador del Seijoh lo miró interrogante. — Puede tener fans chillonas, pero en realidad es un nerd del voley y los aliens ¿Sabías? — Exhibió la realidad del castaño que rápidamente le cubrió la boca entre chillidos.

— ¡Eso era ultra secreto, Iwa-chan! ¡Me juraste que no dirías nada, era pinky promise!— Gritó e Iwaizumi le mordió la mano con fuerza. — ¡Caníbal! — Alejó su mano de forma rápida.

— Me quiero ir, así que dale su maldito consejo. — Ordenó y el contrario pasó saliva.

— D-Dime ¿Qué tipo de confesión te gustaría, Tobio-chan? — Preguntó algo intimidado por su mejor amigo que simplemente elevó el pulgar hacia el de primer año.

— Cualquiera... ¡No! — Negó rápidamente y se puso pensativo.

— Solo dile "me gustas", después de todo solo es tu senpai ¡El primer paso es que te mire como hombre! — Aseguró.

— ¿Ah? Pero si nos besamos, tomamos de la mano e incluso tenemos citas ¿Aún así no me considera un hombre? — Frunció el ceño y Oikawa fue contenido por Iwaizumi para no golpear al menor.

Era un maldito suertudo.

— ¡Si ya son ese tipo de amigos solo pídele salir! — Le gritó con molestia pensando en que todo esto solo era una burla para él. — Si quieres pídelo en un lugar que sea lindo, puede ser la azotea o tal vez un aula con una buena vista. — Recomendó y Kageyama asintió. — También podrías llevarle algo que le guste, la comida siempre sirve, un chocolate o tal vez un caramelo debería ser suficiente.

— Ya veo... ¡Gracias, Iwaizumi-san! — Hizo una reverencia hacia el rematador que le restó importancia con la mano. — Nos vemos.

Después de despedirse corrió a toda velocidad dispuesto a descansar y confesarse apenas pudiera.

Mientras detrás de él Oikawa estaba en silencio mirando al piso así confundiendo un poco a su amigo.

— ¿Oikawa...?

— ¡¿Por qué te agradeció a ti?! ¡Tuvo que haber echo una reverencia para mí! ¡Yo le di todos los consejos! ¡Ese maldito arrogante! ¡Quería una nueva foto, la que tengo está borrosa! — Gritó entre lloriqueos mientras mostraba una foto mal tomada.

— Eres una mierda... — Hajime le miró con desprecio antes de comenzar a alejarse.

— ¡No me dejes solo, Iwa-chan!  — Comenzó a correr detrás de él. — ¡Además te he dicho que no me digas mierda! 

— Es lo que eres, Shittykawa.

— ¡Iwa-chan!

En fin, fue una rara ayuda.