CAPITULO V

55 19 25
                                    

Una nueva vida comenzó para mí cuando llegue a Francia, la universidad era maravillosa y ni qué decir de la zona donde se encontraba, había tanto por hacer y tanto por conocer. Nunca había puesto en práctica mis conocimientos de francés hasta que llegué, así que al principio fue un poco difícil.

Me hice amiga de Mary, mi compañera de cuarto, ella estudiaba Ingeniería Informática, era contradictorio podernos llevar bien cuando yo estudiaba Diseño de Interiores y no había muchas cosas en común; pero así era. Ella era una chica agradable y al igual que yo no tenía muchos problemas con quedarse en el cuarto estudiando en vez de salir e ir de fiesta y tampoco se preocupaba en vestir a la moda siempre y cuando estuviera presentable.

Francia me cambió de alguna manera, por primera vez me di cuenta de mi aspecto. Hasta ese momento tenía tendencia a infravalorarme, pero poco a poco me di cuenta que yo no tenía nada que envidiar a las demás; mi pelo cobrizo, mis ojos cafés claros y me tez un poco pálida no me hacían tan simple como estaba acostumbrada a creer. No necesité cambiar nada en mí, bueno nada en apariencia pero si mucho en pensamiento para aprender a valorarme más.

El consejo de Mary tuvo mucho que ver con ello.

Siempre recordaré las palabras que cambiaron mi perspectiva de todo. Llevaba medio año en Francia y para entonces Mary ya estaba al tanto de todo lo sucedido con Ryan.

—No puedes seguir así Sara, me aseguraste que lo ibas a superar cuando me contaste tu historia y yo creo que parte de ello es que dejes de pensar que no eres merecedora de nadie. Eres una mujer hermosa y debes reconocerlo. Un hombre te rechazó en tu vida, sé que fue tu primer amor, pero sigue siendo uno de muchos que están por venir. Así que abróchate los pantalones como una niña grande y continua, y por favor deja de infravalorarte.

—Yo no hago eso.

—No sé a quién tratas de engañar pero si es a mí, te dejo en claro que yo no me trago ese cuento. Puede que trates de convencerte de eso y talvez lo logras, aun así muy en el fondo piensas que él no te quería porque no eras suficiente y que la otra tipa era más que tú. Incluso puedo apostar todo el dinero que tengo, que hasta has llegado a creer que si fueras más bonita él te hubiera puesto atención y sabes que no es cierto. Eres hermosa y tienes que creértelo.

—Está bien, lo acepto, puede que tengas razón. —Ella me miró alzando una ceja—. Ok, tienes razón y prometo que cambiaré.

—¡Esa es mi chica! Ahora si te parece bien vamos a bailar por ahí, debemos ser las únicas chicas en toda Francia que se quedan encerradas un sábado por la noche. —Eso era lo que más me gustaba de ella, una vez que el tema serio pasaba, lo olvidaba y seguía adelante con una actitud positiva.

—Sabes que no es nuestro estilo...

—¡Lo sé! Y lo sorprendente es que yo también quiero cambiar algunas cosas de mi vida. Claro, sin exagerar.

Así continuó mi vida, cambié en muchos aspectos pero conserve mi esencia. El primer año se fue volando y yo me inventé muchas excusas para no volver a casa. Esa vez Mary pasó por alto mi actitud evasiva y a pesar de que se ofreció quedarse conmigo, la convencí de que vaya a visitar a sus padres. Después de todo, mi familia vino a visitarme y se quedaron por dos semanas, fue increíble pasar tiempo con ellos después de no haberlos visto un año. Los había llamado y ellos a mí un montón de veces durante ese tiempo, aun así nada se comparaba a tenerlos cerca, a un abrazo de distancia.

—¿Hablaste con él? —preguntó mi hermano una de aquellas noches de vacaciones, mientras mirábamos tele, mis padres estaban fuera en una cena romántica. No tuve que preguntar a quién se refería.

DON'T BREAK MY HEART© [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora