CAPITULO IV

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—Dime que te hizo y ni te esfuerces en negarlo, sé que es a causa de él que no iras a la misma universidad que nosotros.

Allí me encontraba, repitiendo la historia, sufriendo otra vez.

Es curioso como cuando nos enamoramos, las personas no solemos darnos cuenta del daño que alguien nos hace, o quizás simplemente elegimos no hacerlo, hasta que la situación nos supera. Bien dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver

>>¿Me estas escuchando siquiera? Me tomé un año sabático para que vayamos juntos a la universidad y ahora sales con que te irás al extranjero ¡Habla por Dios!

—Cálmate, mamá está en casa te puede escuchar.

—Pues me vale mier...

—¡Josh!

—Está bien, lo siento. Ahora empieza a hablar, si no quieres que hable con papá y mamá acerca de todo.

—Eso no es justo Josh. —Mi voz sonó más como la de una niña siendo regañada, sabía que estaba entre la espada y la pared, y mucho más por la mirada que mi adorado hermano tenia. Cuando me veía, así sabía que cumpliría sus amenazas. Después de meditarlo un rato decidí que lo mejor era contarle la verdad —.Esta bien te contaré todo...

—¡Hasta que por fin! —me respondió interrumpiéndome, levantando ambos brazos al aire y dejándolos caer sobre la cama en la cual nos encontrábamos sentados.

—Te contaré todo con una única condición.

—¡No, eso sí que no!

—Joshhhh, por favor baja la voz, pronto mamá subirá averiguar porque tanto alboroto.

—Pues cuéntame lo que te hizo cambiar de opinión y sin condiciones.

—No lo haré. Por favor, Josh, es solo una condición y te contaré absolutamente todo, o nunca te enterarás. No me importa que les cuentes a nuestros padres, guardaré silencio al respecto para siempre.

—Odio cuando te sales con la tuya. —Eso me sacó una sonrisa, la primera verdadera sonrisa desde hace una semana, desde el mismo tiempo de mi discusión con Ryan—. Extrañe verte sonreír —dijo mi hermano melancólicamente.

En serio detestaba que él estuviera triste por mi culpa, al ser tan unidos siempre nos afectaba de sobremanera lo que le pasaba al otro.

—¿Y cuál es la condición? —preguntó insistentemente Josh al ver que no decía nada.

—No harás nada, no hablarás con Ryan. Eso incluye gritarle o que tus puños se comuniquen con él.

—Me alegro de ver que aún sabes lo que es bromear— la ironía que destilaba su voz se notaba claramente.

—Prométemelo Josh.

—Como si me quedara otra opción...

—Promételo —seguí insistiendo, lo conocía bien y hasta que las palabras no salieran de su boca yo no podía estar tranquila. Sabía que era estúpido de mi parte tratar de proteger a Ryan de la furia de mi hermano, pero no lo hacía por él. Mis padres y los suyos eran amigos de años, no podía simplemente ir y romper esa amistad.

Además hacerle daño de alguna manera no solucionaba nada ni cambiaba las cosas. Me había hecho una promesa el día que salí de su casa y era que jamás dejaría que ni Ryan, ni nadie me romperían el corazón otra vez. Sabía muy bien que mi amor por Ryan no se había acabado y tampoco lo haría en un futuro cercano, pero esperaba dentro de mí que tarde o temprano lo hiciera.

—Está bien lo prometo. —Eso tomó más tiempo del que esperaba pero al fin lo hizo— Ahora si comienza y no me ocultes nada.

—El día de la fiesta de la graduación... —Fue así como comencé a contarle todo lo ocurrido, en medio de lágrimas y algunas pausas de mi parte para tranquilizarme —... y después de decirle todo eso, me fui de allí. —Al fin lo había dicho todo y de alguna manera me ayudo a liberarme un poco de la tristeza que tenía conmigo. A veces las cargas son mejores de llevar cuando alguien te ayuda, agradecí tanto por tener a mi hermano para ser ese alguien que me ayudó. Nunca tuve la confianza suficiente con algunas de mis amigas del colegio.

DON'T BREAK MY HEART© [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora