Cupi-Camie (Bakucamie)

Un Día de Dos Citas

Luego de caminar por un tiempo y varios intentos de adivinar de parte de momo, llegaron al centro de la ciudad, y parados frente a donde Todoroki quería llevarla y Momo todavía no se había dado cuenta, él por fin le dejó saber la verdad.

-Ya llegamos. -Señaló Shoto.

-¿Me trajiste a...?

-El museo de historia de la ciudad, sí. -Afirmó él- Iida habló sobre la nueva exposición de heroínas a través de la historia y quería que vayamos junto con Midoriya, pero cuando le comenté sobre que te quería traer a ti como regalo por aprobar y el hecho de que te gusta aprender, él no se opuso.

-¿Una exposición de historias de heroínas? ¡Entremos! -Dijo emocionada y tomó la muñeca del chico para llevarlo directamente a la boletería.

O muy lejos de por ahí, a unas pocas cuadras del museo se encontraba el cine, y nuestros dos protagonistas ya estaban ahí. Una vez en el lobby, Bakugo compró dos refrescos y un balde grande de palomitas para compartir y finalmente entraron a la sala correspondiente justo a tiempo para que empiece la película.

Pasado un tiempo, la película ya estaba bastante avanzada, se encontraba en la parte donde los protagonistas caen en la parte más problemática. Camie estaba muy entretenida viendo con atención a la pantalla y espontáneamente le comentaba por lo bajo alguna mini teoría que se le pasaba por la cabeza de lo que podría llegar a pasar a continuación, mientras que el rubio, con el balde de palomitas entre sus piernas, se encontraba bastante callado desde que inició la película.

-No lo sé Lucy... -Dijo la protagonista de la película algo preocupada, tirada en su cama llamando a su amiga por videollamada- Desde que llegamos a París, Zack pasa mucho tiempo con esa chica Marie que conocimos el primer día... Y creo que a él le interesa más esa chica que yo...

-¡Mierda, no! -Susurró Bakugo enojado golpeando su apoyabrazos- ¡Marie es una zorra! ¡No seas una cobarde y pelea por lo tuyo!

-Wow, no sabía que eras un romántico apasionado a este tipo de películas. -Susurró Camie sorprendida.

-Como si tuviese otra opción para ver. -Susurró el chico metiendo su mano para comer algunas palomitas.

-¿Entonces por qué no me invitaste a ver otra película? -Preguntó Camie- Si sabías que te hubiera dicho que sí a cualquiera que me ofrecías. -Dijo y ella metió su mano en el balde, y escarbando un poco entre las palomitas, logró llegar a tocar los dedos del rubio.

-¿Qué se supone que estas haciendo? - Le preguntó a la chica.

-Quiero palomitas. -Respondió ella.

-Pues hay muchas más por todo el resto del puto balde. -Susurró él.

-Pero las de tu lado parecen estar más ricas... -Dijo Camie- Además... ¿Qué apasionado al romance no le gustan estos tipos de cliché? -Preguntó intentando juntar sus dedos dentro del balde mientras lo miraba a los ojos.

-¡Oi, no te pases, Ilusiones! -Sacó rápidamente la mano del balde- Solo hago esto contigo porque aprobaste los estúpidos exámenes. -Gritó.

-¡Shhhhh! -Se escuchó en la sala.

-Si Bakugo... -Susurró Camie- No hables de más que nos van a echar del cine.

-Tsk... -Gruñó y se quedó de brazos cruzados viendo el resto de la película.

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Mientras tanto,en el museo, Momo se encontraba correteando dentro del museo, tan emocionada que volvió a ser la curiosa niña de 5 años que alguna vez fue, pasando de expositor en expositor, de vitrina a vitrina, indecisa por lo primeo que iba elegir para leer, ver y aprender, mientras que Shoto solo la seguía por detrás con un paso más calmando observando a Momo para que no se le pierda, como el padre responsable de dichosa niña.