Ayer, inconscientemente te miré y sonreí. Pero sonreí más que las anteriores veces, más que nunca. Y es que joder, me di cuenta que, así de repente, como si la mayor de las olas me llevase, te amaba.
Y cierto es que, soy fatal en expresarme, por eso escribo.
Porque sé que rompería a llorar al decirte "te amo" mientras te miro a los ojos y trato de no volver la mirada al suelo. No es dolor lo que siento, es miedo. Es mi mayor miedo retorciéndome por dentro.
Miedo a que te marches, a que te marches de verdad y no vuelvas. A que esos momentos compartidos se queden en olvido. A que tus miradas tan profundas se conviertan en recuerdos. A que todo esto sea tan solo un sueño.
Y aún así sonrío cada vez que te miro. Confío en el "todo irá bien" que me llevas prometiendo desde el primer segundo. Porque quiero pensar que esa es la única verdad que nos es válida.
Porque nos amo.