𝗗𝗲 𝗹𝗮𝘀 𝗰𝗼𝘀𝗮𝘀 𝗾𝘂𝗲 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝘁𝗼, 𝗱𝗲𝗳𝗶𝗻𝗶𝘁𝗶𝘃𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗲 𝘁𝘂 𝗲𝗿𝗲𝘀 𝘂𝗻𝗮 𝗲𝗹𝗹𝗮𝘀, 𝗬𝗼𝗼𝗻 𝗦𝗮𝗻 𝗛𝗮.
Me recosté sobre el árbol de la plaza en donde había quedado con Sanha para ir a la feria.
El día estaba bastante lindo.
La tarde comenzaba a hacerse presente y el sol estaba dando sus brillos antes de tener que esconderse en unas horas, la brisa era fresca y las personas paseando por la zona hacían ver todo como una linda tarde de verano, aunque no lo fuese.
── ¿Esperaste mucho por mí? ──el chico apareció por mí costado tomándome por sorpresa, le sonreí cuando él hizo lo mismo.
── No, acabo de llegar de hecho. ──respondí acomodando el bolso sobre mi hombro── ¿Vamos?
── Vamos, nos espera una linda tarde. ──me sonrió dejándome embobada por unos momentos.
Comenzamos a caminar, la feria no estaba tan lejos tampoco. Unas cuantas calles más allá y ya se podían oír los gritos eufóricos de las personas en las atracción más el olor a palomitas acarameladas que tanto me gustaban.
── ¿Estas emocionada? ──preguntó Sanha en medio de una risa── No has dejado de sonreí desde que entramos.
── ¡En serio amo las ferias! ──sonreí aún más saltando como niña pequeña mientras tiraba un poco de su mano── Papá solía traerme a sitios así cuando estaba más pequeña y siempre la pasábamos genial.
El se rió un poco más antes de tomar mi mejilla entre sus dedos, apretándola.
── Eres tan tierna, das diabetes. ──se burló haciendo que le sacara la lengua.
── ¡Vamos! Quiero subir a la montaña rusa. ──exclamé comenzando a arrastrarlo hasta la fila en donde estaba la atracción.
La tarde transcurrió en eso.
Pasamos de atracción en atracción y de puesto en puesto viendo las distintas cosas que estos ofrecían y las deliciosas comidas que podían preparar. Compré un juego de pulseritas para Ahreum sabiendo que pronto iba a irse de intercambio y otros dulces que seguramente le iban a gustar a mis hermanos y a mis padres.
Sanha solo me acompañó en todo momento, sonriéndome y riendo cuando no me decidía ni por poco a que llevarme de aquel puesto de bisutería que había cerca de la noria. Sin embargo, el mismo me ayudó con un juego de anillos hermosos en color rosa platinado, en ese momento confirmé que el chico tenía buen gusto. Ya cuándo la tarde comenzó a caer y el cielo se pintó de tonos rosados y naranjas, el chico a mi lado me tomó de la mano llevándome a un lugar que desconocía.
── ¿A dónde vamos? ──pregunté por fin después de unos cuantos segundos.
── Tu solo espera, ¿Bien? ──me sonrió mirándome por un momento antes de seguir su camino.
Poco tiempo después, no estoy muy segura pues iba al pendiente del bonito paisaje, llegamos hasta un edificio. Ambos entramos y sin siquiera dejarme preguntar que hacíamos ahí, me llevó hasta las escaleras para comenzar a subirlas.
── Sanha... ──me quejé cansada, ya llevamos ocho pisos.
── Solo falta uno más. ──me consoló acariciando mi mano con su pulgar.
Al llegar al décimo piso el chico empujó la puerta a un lado de las escaleras y el viento azotó de forma rápida mi rostro moviéndome el flequillo de sitio y dejándome sin hablar por mucho rato.
La vista era lo mejor de todo, se podía apreciar todos los tonos que el cielo estaba comenzando a adquirir gracias al atardecer, la brisa algo fría le daba el toque más las bocinas de los autos sonando de fondo eran el complemento perfecto para tan esplendorosa vista que se abría frente a mis ojos.
Tanta belleza opacada por tanto alboroto allá abajo.
Quedé encantada, hubiese deseado que la cámara de mi teléfono tomara la belleza de la vista.
── Yo quería preguntarte algo, Mimi. ──la voz de Sanha se escuchó a mis espaldas, así que me giré contemplándolo frente a mi.
El sol chocaba con su rostro haciéndolo lucir aún más atractivo de lo que verdaderamente ya era, la brisa le movía el flequillo que caía sobre su frente y sus mejillas levemente sonrojadas me daban el impulso de querer tomarlas y apretarlas entre mis dedos hasta que lo escuchase quejando por ser tan rústica. Se veía completamente guapo con solo estar ahí de pie y ese simple hecho jodió mi corazón.
── ¿Qué sucede? ──pregunté inclinando un poco mi cabeza.
── Escúchame con atención ¿Bien? Luego puedes responder lo que quieras. Pero solo escúchame.
── Me estás asustando. ──reí nerviosa apartando el cabello de mi rostro.
── ¿Tengo oportunidad contigo? Porque juro que ya no puedo soportar tenerte solamente como una amiga. Me gustas, me gustas de una manera que no logro explicar bien, pero que me deja decirte sin rodeos que me gustas para todo. ──me miró por unos momentos antes de mirar el cielo── Me gustas en tus peores momentos y en los mejores, me gustas para contarte lo que siento, para ir a comer helado o solo para quedarnos en casa haciendo el tonto. Me gustas tanto que quiero abrazarte y no soltarte jamás.
» De un momento a otro te metiste en mi vida y ya no supe cómo demonios sacarte de ella, te habías instalado tan a fondo en mi corazón que solo pensar en sacarte de ahí me dolía. Y no me quejo porque te hayas metido de esa forma repentina, porque maldición ¡Eres lo mejor que me ha pasado! Pero ya no puedo aguantar las ganas de tomarte entre mis brazos y besarte, ya no puedo reprimir lo que siento. ──suspiró con sus mirada vacilando la mía por unos momentos── No sé en qué momento preciso sucedió, ni mucho menos sé si durará todo lo que quiero que dure. Tampoco sé si me dirás qué sí, pero no pierdo nada diciendo todo lo que siento. No pierdo nada dándote mi corazón porque sé que lo cuidarás como un tesoro, así como quiero cuidar el tuyo.
Para ese punto ya tenía lágrimas en los ojos y las manos temblando por las emociones que fluían por mi cuerpo, ¿Cuándo había sido la última vez, en ámbitos amorosos, que sentía unas palabras tan reales como las que había dicho el chico frente a mi? Podía atreverme a decir que si quiera cuando estaba con Eunwoo me había pasado, pero ahora, con todo lo que el castaño había dicho el corazón me latía desesperado en el pecho y mi cabeza gritaba por todos lados que él era el correcto.
Que él sí iba a cuidar mi corazón.
── Yo comprenderé si no sientes nada, tampoco quiero perder la amistad que tenemos. ──habló con la cabeza hacia abajo── Solo tienes que...
Y no le dejé continuar, porque como pude me lancé a sus brazos dejando caer el bolso al suelo con un ruido sordo, importando muy poco que algo se rompiera dentro del mismo. Enrollé mis piernas en su caderas cuando me recibió con sorpresa y mis brazos fueron a parar en su cuello mientras escondía mi rostro en el mismo con la respiración agitada.
── Eres tan bueno que siento que un corazón tan roto cómo el mío, no merece que alguien como tú se corte con el. ──confesé con la voz ahogada, tratando de no llorar.
── Déjame cuidar de él, colocar cada pieza en su sitio y hacer que lata con más intensidad que antes. ──susurró apretándome a él, con su cabeza sobre la mía── Déjame amarte, Miso.
Fin.
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𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆𝐒 𝐓𝐇𝐀𝐓 𝐈 𝐃𝐎 𝐍𝐄𝐄𝐃. ━ Sanha ✓
Fanfiction╰─► 𝐎𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐓𝐇𝐈𝐍𝐆𝐒 𝐓𝐇𝐀𝐓 𝐈 𝐃𝐎 𝐍𝐄𝐄𝐃. 𝐃𝐄 𝐋𝐀𝐒 𝐂𝐎𝐒𝐀𝐒 𝐐𝐔𝐄 𝐒𝐈 𝐍𝐄𝐂𝐄𝐒𝐈𝐓𝐎. Miso está cansada de amores que no valen la pena e indirectamente siempre se encuentra resaltando las cosas que salieron mal. Cu...