A Magic Love Story

Capítulo 13: ¿Reconciliación?

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¿Reconciliación?

El día parecía empeorarse cada vez más para Hermione, sabía que todo lo que había planeado terminó por arruinarse. Y lo peor era que el día se le hacía eterno cuando lo que más quería es que terminara de una vez por todas. Logró aparecerse cerca a la casa de sus padres y, habiendo procurado que no hubiera nadie cerca, fue a tocar la puerta. Estaba segura que no era bueno que sus padres la vieran así, pero no tenía algún otro lugar a donde ir. A pesar de que trató de limpiarse el rostro, era inevitable no darse cuenta que ella había estado llorando.

—¿Hermione? ¿Qué pasó hija?

En el momento en que la puerta se abrió y Hermione pudo ver la mirada preocupada de su madre, no pudo aguantar más y lloró nuevamente lanzándose hacia sus brazos. Por más que hubiera querido no pudo soportar el llanto, era muy doloroso y más ahora que también todo este problema le estaba recordando perfectamente las muchas veces en las que le dijeron que ella no era tan importante para el pelirrojo. Al escuchar los sollozos, su padre se acercó rápidamente y también la abrazó. Ambos estaban preocupados por qué pudo haberle pasado a su hija, sobretodo si se supone que estaba tranquila en la casa de su amigo.

Su madre aún sosteniéndola en sus brazos la hizo entrar y ambas se sentaron sobre el sofá. Su padre la miró intrigado, no podría estar tranquilo si de pronto ve como su hija aparece en la puerta de la casa llorando de aquel forma. Ver a su hija así en aquel momento lo desorientaba totalmente.

—Hija, explícanos que pasó.

Hermione dudó, realmente no tenía ninguna intención en contarles lo sucedido, no sabía como reaccionarían. ¿Que pensarían ellos si se enteraran que aquel amigo es ahora su novio y que justamente hoy que cumplían su primer mes la hizo llorar? Sus padres pensarían lo peor de Ron y ella verdaderamente no quería que eso suceda.

—No es nada, sólo un mal día...

—¿Un mal día? ¡Hermione deja de mentir y dinos ya que pasó!

Ahora más que nunca Hermione odió el no saber mentir. Se sintió tonta de tan solo haberlo intentado, ya era bastante predecible que sus padres se dieran cuenta cada vez que ella mentía. Después de todo eran sus padres, la conocían muy bien.

La castaña se mantuvo con la mirada baja sin decir palabra alguna, estaba en un momento incómodo y no sabía qué podría hacer o decir para apaciguar el momento. De pronto sintió las manos de su madre recorrer su rostro y vio como le limpiaba las lágrimas, en ese instante Hermione entendió lo importante que son sus padres para ella y supo que no era justo que les ocultara algo luego del tiempo en el que estuvo sin ellos.

—Hermione, somos tus padres. Siempre vamos estar para ayudarte en todo.

Hermione observó los ojos de su madre y comprendió que ellos también merecían saberlo todo. Ella podía confiar en ellos, son sus padres. Tenía que decirles todo lo referente a Ron, así ellos llegaran a pensar lo peor de él. Tenía que hacerlo a pesar de lo temerosa que estaba por si sus padres decidieran ya no dejarla volver a La Madriguera.

—Bien, se los diré.

Y fue así como Hermione, ya más tranquila, les contó todo. Desde el momento en el que comenzó a ser novia de Ron hasta exactamente lo que pasó este día. Aunque obvió algunas cosas para tratar de no hacer quedar a Ron lo peor posible, sentía que tal vez habría la posibilidad que a sus padres no les gustara que ella tuviera novio.

—No les molesta que esté saliendo con él ¿verdad? —preguntó Hermione, mirando a ambos.

—Claro que no hija, me alegra que tengas novio —respondió la señora Granger acariciando el rostro a su hija.