Capítulo 47. "Horóscopos"

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El novio de Maggie miro a Eliot con los ojos tan estrechados que parecían dos líneas animadas, segundos después dio un sorbo a su té de especias orgánico.

Por su parte el castaño no se encontraba de mejor humor, él y Tom habían pasado al menos cinco minutos explicándole al rubio que ninguno de ellos era Maggie y que solo estaban ahí para llevarlo al campamento. Pero para este momento, los tres estaban sentados incómodamente en una de las mesas de la cafetería matando el tiempo. Habían tenido tan mala suerte que el mal clima los había asechado por lo que afuera era un desastre de agua y lodo, sin un solo taxi que no les cobrara una barbaridad por llevarlos a la central de autobuses.

-Bueno. ¿Y vives aquí? - La pregunta de Tom había ido dirigida al novio de Maggie con toda la intención de romper la tensión, sin embargo, el muchacho se limitó a asentí pesadamente sin pronunciar palabra alguna.

Eliot se giró a su amigo disimuladamente. -No me sorprende, te apuesto lo que quieras a que si sales vas a encontrar su tendido en la esquina.

Pero Oliver que al parecer lo había escuchado, negó al instante con la cabeza, haciendo que su cabello comenzara a girar también de una forma casi hipnótica.

-No, no, vivo aquí, pero no aquí, aquí, ¿Entienden? - Aclaró arrastrando las palabras, y como quien no quiere la cosa, los otros dos asintieron. -Mi casa esta al sur, vivo con mi mamá. Se las presentaría, pero dice que no le gustan mis amigos.

-No me imagino por qué- Tom le dirigió una mirada de advertencia a Eliot luego de escucharlo decir aquello, pero Oliver ni siquiera se inmuto ante el comentario.

Ciertamente el castaño se arrepentía de haber acompañado a su amigo por el novio de Maggie, estaban teniendo la conversación más aburrida de su vida y para nada parecía como que aquello fuera a terminar pronto, luego, por si fuera poco, afuera los truenos retumbaban cada vez más fuerte, de hecho, el muchacho estaba convencido de que los carros andaban en las calles como pequeños submarinos flotantes. Por otro lado, tampoco podía dejar de pensar en la promesa de su amigo, se suponía que llegarían más temprano y tendrían el resto del día libre en el campamento e incluso (aunque le resultara difícil de admitir) esperaba que Kat llegara temprano y poder quedarse un rato con ella antes de que la fiesta comenzara, pero en ningún mundo se imaginó que terminarían en una cita con un hippie.

Casi como si hubiera acudido al llamado de sus pensamientos, el nuevo conocido se aclaro la garganta tras dar un largo trago a su té. -Me pregunto- Continuó el muchacho. -¿Qué animal son en el horóscopo chino?

Tom y Eliot se miraron confundidos. Oliver llevaba haciendo preguntas así desde que llego, solo que nunca llegaban a nada porque ninguno de los otros dos muchachos tenía mucha noción de aquello, a decir verdad, no tenían noción sobre nada de lo que englobaba a aquel extraño rubio.

-Lo único chino que conozco es la comida. - Se atrevió a responder Tom, luego de unos segundos en completo silencio.

-Y el celular de Dan- Se sumo Eliot.

El hippie levanto un dedo ante sus caras y lo sacudió de un lado a otro haciendo tintinear las pulseras de sus muñecas a medida que estas chocaban entre sí. -No me entienden. Me refiero al horóscopo, eso te dice quien eres en realidad.

- ¿Y no sería más fácil preguntarme a mí mismo quién soy?- La pregunta de Eliot había tomado al rubio por sorpresa, y gracias a eso el silencio reino en la mesa al menos unos minutos mientras esté razonaba aquello con la vista en el techo como si de pronto un ente mágico fuera a bajar y aclarar sus dudas.

-Eso no tiene sentido- Contesto finalmente el muchacho.

En ese momento Eliot frunció el ceño.

-Tiene más sentido a que todas las personas del mundo estén predestinadas a ser de una u otra forma de acuerdo con lo que digan los chinos.

-No son los chinos, es por tu día de nacimiento- Aclaró el astrologo.

-Eso no suena mejor- Contratacó el castaño, con el cuerpo ligeramente inclinado hacia su contraparte.

A ese punto Tom (quien estaba en medio de ambos) comenzó a temer que de un momento a otro alguno de los dos comenzara una pelea. Eliot era demasiado pragmático mientras que el otro chico daba la sensación de ser más bien enigmático. Y ninguno de los parecía dispuesto a ceder a la opinión del otro.

- Eres virgo, ¿verdad? - La pregunta de Oliver había sonado más como respuesta.

El castaño frunció los labios en un gesto de desagrado al escuchar aquello. Ni siquiera sabía que significaba aquello pero el verlo señalarlo con el dedo tan seguro lo había puesto de mal humor. - ¿Qué intentas decir con eso?

-A que hablas como todo un virgo. Y ni siquiera soy compatible con los virgos, creo que esta cita no va a funcionar.

- ¡Claro que no! ¡Y no estamos en una cita!

-Pacifícate hermano, ¿Entonces que día naciste?

- A ver, dime que soy yo. -pidió un curioso Tom intentando cambiar de tema. El rubio asintió solemne, parecía contento de que alguien pareciera estar interesado en su conversación, acto seguido le pregunto su fecha de nacimiento y sin más, lo declaro acuario.

Eliot no pudo evitar imaginarse a una especie de sombrero seleccionador, y cuando vio a su amigo emocionado por el diagnóstico incluso se descubrió a sí mismo sientiendo curiosidad por el tema.

Por su parte, Oliver al notar el naciente interés de muchacho se giró a él con una sonrisa. -¿Tu qué día naciste?

El castaño lo miro con sospecha, la situación le parecía absurda pero a ese punto pensó que no perdia nada con conocer un poco más sobre él, quizá incluso podía llegar a presumírselo a Kat más tarde. Finalmente se decidió a hablar. - Te lo diré, pero no porque te crea, ¿Esta bien?

Él Hippie asintió desinteresado.

- Cuatro de enero.

-Umm- Oliver se había llevado un dedo cubierto de anillos al mentón. - ¡Claro! ¿Cómo no lo vi antes? ¡Típico capricornio!

- ¿A qué te refieres con típico?

-Que dices que el horóscopo no te controla, pero eres justo lo que me viene a la mente cuando pienso en un cornudo.

-No soy ningún cornudo. - De pronto Eliot ya no estaba tan interesado en descubrir más sobre él. ¿Quien se creía ese hombre para llegar a decirle algo como eso?. - ¿Que parte del horóscopo pone eso?

-Tarqui hermano, no va pa'lla- Explico el astrologo. -Hablo del símbolo de capricornio, son cuernos. Y digo que eres el típico porque es así. Eres duro de convencer y segurísimo también competitivo.

-Te apuesto lo que quieras a que no.

Una sonrisa se extendió en la boca del rubio. -Ahí ta'.

Al menos Eliot había aprendido una cosa nueva ese día. Odiaba la astrología

Hey! Tu, perdedor (Kat & Eliot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora