Hey! Tu, perdedor (Kat & Eliot)

Capitulo 36. "¿Quien se queda a Parker?"

Un nuevo día había llegado y no era cualquier día, era día de competencias. Eliot estaba tan feliz que casi había olvidado el molesto dolor de cuello que lo atormentaba desde que había tenido que invitar a Parker a dormir con él porque sus compañeros lo odiaban. Desde entonces el muchacho auto-invitado a vivir en su cabaña permanentemente por lo que el castaño no podía estar más fastidiado.

Por su parte, Parker comenzaba a tener la loca idea de que su primo conspiraba en su contra cuando no lo veía, había pasado una de las semanas más tormentosas, era como si de alguna forma se hubiera aliado con todos los insectos del campamento para que lo atacaran por quitarle su cama y pedirle que durmiera en un colchón en el piso, eso ni siquiera lo había hecho de mala fé ¿Era mucho pedir un trato especial luego de dedicar su verano a un lugar como ese? ¡Por supuesto que no! Y ahora a donde fuera lo seguía un enjambre de mosquitos y ni el repelente o sus gritos parecían espantarlos, sin embargo; tampoco quería matarlos, era fiel creyente de que cada bicho sentía, por más pesado o insignificante que fuera.

Apenas cayó en cuenta de lo que significaba ese pensamiento miró a Eliot. Quizá él también tenía sentimientos.

Estaba sentado con sus compañeros desayunando (Solo por imposición de Tyler) por lo que no le sería muy difícil transmitir su buena voluntad y entonces todos podrían verlo. Pensó que seguramente hasta podían aprender algo de él y eso incluso sería una doble buena acción, por lo que se dirigió a Eliot con una sonrisa de compasión, como esa que le da un verdugo a un prisionero cuando le perdona la vida. –Lo siento. No era mi intención que durmieras en el piso. Te permito pedirle a Tyler que te meta un catre a la cabaña, solo asegúrate de esconderlo bien por favor, resta estética visual.

El castaño lo miró sin poder evitar hacer una mueca de confusión, seguido de esto Tom pareció ahogarse con su tostada de queso. – Ya veo, ¿gracias?

-De nada- Parker se levantó de la mesa para hacer una reverencia ridícula y salió del comedor en dirección a la cabaña, estaba más que convencido de que había hecho su buena acción del día.

-Está intentando ser bueno, ¿cuándo le van a decir que cambiaron su repelente por agua? – Tras decir eso, Tom metió el resto de la tostada a la boca. Kat y Eliot se miraron sin comprender.

-El drena mi cordura, los mosquitos la suya- Aclaró el castaño como si fuera lo más obvio del mundo.

-Además, ¿Por qué tan amable? Pensé que lo odiabas- Siguió Kat.

- No lo odio, Maggie si- A su lado, la chica frunció la frente tras la mención de su nombre, pero no lo negó.

- ¿Qué dices? Desde que llegó has estado como calcetín sin par. Ni siquiera venías a desayunar con nosotros- Comentó el castaño preocupado por su amigo.

-Solo estaba un poco triste de sentirme tan solo. Con Maggie peleando todos los días con el rey del desinfectante y tú y Kat coqueteándose o insultándose no estaba en ninguna parte. Hasta hice un canal de YouTube para pasar el rato, pero cuando Dan lo descubrió copió la idea y ahora resulta que es beauty bloger, ¿Pueden creer que tiene más suscriptores que yo?

-Si- Eliot le dirigió una mala mirada a Maggie quien se limitó a encogerse de hombros, él había preguntado.

- ¿Y por qué no nos dijiste antes? - Kat realmente se sentía mal, ni siquiera lo pensó. En su lugar había imaginado toda una historia donde Tom estaba celoso del nuevo chico, se sentía la peor amiga del planeta.

-Me daba vergüenza- Tom bajó la mirada apenado. –Cuando Parker se fue de nuestra cabaña le conté a Maggie, me arrepentí al instante de haberlo hecho irse, pero ella me habló de lo mucho que querían mejorar su relación como primos y acordamos que sería mejor si estaba con ustedes un tiempo.

Eliot dirigió la vista a Maggie que de pronto parecía estar muy interesada en sus papas.

-Maggie es muy considerada, ¿verdad Kat? – Kat dirigió una mirada de indignación a su amiga tras la pregunta de Eliot. ¿De verdad era tan tramposa? Maggie solo gesticuló un "Lo siento" disimulado pero el daño estaba hecho. Ahora la pelirroja tendría que encontrar la manera de regresar a Parker a su cabaña, quizá hasta podría hacerse amigo de Tom y entonces el ya no se sentiría solo cuando Eliot estuviera con ella. Tenía que pensar rápido.

-Pero ya se llevan de maravilla, ¿No es así? - El chico asintió de inmediato a las palabras de Kat.

- Mejor que nunca.

- ¿Y que fue todo eso del catre? - Preguntó Tom confundido.

-Fue Parker siendo amable, tú mismo lo dijiste.

-Y como ya se llevan tan bien tal vez debería quedarse el resto del verano, ¿no es así Tom? - Siguió Kat. De pronto Maggie había notado a donde iba la conversación, no podía permitir que la hicieran pasar una noche más con ese muchacho alzado y gritón.

- Pero él se la pasa hablado de ustedes, se la pasa diciendo que extraña... bueno... el extraña todo, porque de verdad los quiere chicos- Si mentir significaba una cama, Eliot tomaría el riesgo.

- ¿Seguro? Porque la semana pasada me pagó para que me pusiera una máscara porque dijo que no quería verme- Mencionó Tom completamente confundido. Maggie sonrió.

- Es porque quiere dedicar todo su tiempo a su adorado primo.

Eliot se rindió, ¿Que mejor cuando las mentiras comenzaban a fallar que su amiga la verdad?

- Bien, no lo queremos con nosotros, no queremos mejorar la relación, no hay relación siquiera. Quiere más a sus zapatos que a cualquier miembro de su familia, solo queremos que regrese con ustedes para tener un poco de paz y dormir en una cama.

Kat abrió la boca dispuesta a interceder por Parker con algo como "Si se lo quedan les puede prestar su acondicionador de cejas o pueden decirle que hay un oso que te ataca si hablas" Cuando Ely y Hayley los interrumpieron. Las competiciones estaban iniciando y tenían que apurarse a organizar a sus equipos.

-¡Bien! Propongo un trato, Tom y yo contra ustedes dos, quien pierda se queda a Parker, ¿Qué dicen?

Eliot y Kat se miraron. Desde que tenían memoria nunca habían competido en algo juntos, sin duda sería algo nuevo y tal vez incluso de buena manera. Entonces aceptaron.

Estaban por iniciar la competencia más rara del mundo.