Camino entre la gente que bailaba en la pista, tomo una copa de champaña y miro a mi alrededor encontrandome con los chicos ha unos metros de mi.
— Estoy aburrida. — Digo por el comunicador.
— Ya somos dos. — Responde Jack.
— Roman, ¿Porque no haces lo tuyo? — Pregunte con diversión,todos ríen.
— Jajaja, que graciosa. — Escucho su voz.
— Concentrense. — Ordena mi papá.
Subo unas escaleras hasta un pequeño balcón que estaba arriba de la pista de baile, ha unos metros veo un hombre musculoso rodeado de guardespaldas y una chica de aspecto rudo que me miraba fijamente, le sonrio con falsedad.
— Dom, tenemos un problema. — Escucho la voz de Tej. — Al parecer hay alguien que tenemos que recuperar.
— ¿Quien es? — Pregunta mi papá.
— La hija de Hobbs. — Escucho un suspiro.
— ¿Quien es ella? — Pregunte.
— Es la hija de alguien que nos ha apoyado demasiado. — Responde mi mamá
— ¿Dónde está, Tej? — Pregunta mi papá.
— En una de las habitaciones del segundo piso. — Guarda silencio un momento. — Naomi es la más cercana a esa habitación.
— Entonces iré. — Me doy la vuelta y comienzo a caminar por un pasillo. —¿Por donde, Tej?
— en la última puerta, ten cuidado hay un guardia. — Pide
Acelero el paso hasta llegar al final de pasillo, veo un hombre enfrente de una gran puerta blanca, el desconocido al verme fruce el ceño.
— Disculpe, no puede estar aquí. — Se acerca. — La fiesta es abajo.
— Lo siento, estoy buscando el baño. — Sonrio, el iba a hablar pero le estrello la copa en la cabeza para después darle un golpe en la garganta haciendo que caiga inconsciente.
— Bueno golpe, Nao. — Me felicita, Tej.
Río y abro la puerta, tomo al hombre de los brazos y lo jalo hacia la el interior de la habitación dejándolo recostado en la pared, camino por la habitación en busca de la pero no veo nada.
—Tej, no hay nada. — Murmure.
— Imposible, debe de estar ahí. — Murmura.
Una alarma se empezó a escuchar por todo el lugar.
— Es una trampa. — Escucho la voz de mi papá. — Naomi, sal de ahí. Es una trampa, sabían que vendrían.
Comienzo a caminar hacia la puerta con pasos apresurados provocando que las agujas de mis botas se estrellen con fuerza en el suelo, abro la gran puerta encuentrandome a la misma chica de hace un rato con seriedad. Pasa su mirada hacia el hombre que estaba en el suelo todavía inconsciente.
— Se desmayo por mi encanto. — Sonrio, ella suelta una risa falsa.
— No tienes, perra. — Empujo la puerta hacia ella pero antes de que pueda correr, me da una patada en el estómago haciendo que caiga hacia atrás.
Me levanto rápidamente la golpeo en la cara pero ni se mueve, ella me carga y me tira contra una pared de madera haciendo que se rompa en pedasos, ella se coloca sobre con una navaja e intenta enterrarmela en la cara pero la esquivo rápidamente. La empujo hacia atrás y me levanto, miro el jarrón de vidrio a mi lado y se lo rompo en la cabeza haciendo que caiga al suelo.
— Oigan, necesito ayuda. — Pido con la respiración agitada, la chica se levanta se avienta a mi rodando sobre unos sillones.
Saco la navaja del cinturón y se la entierro en la pierna haciendo que suelte un gruñido, golpeo mi cabeza contra la suya provocando que las dos quedemos aturdidas. Como puedo me levanto y camino hacia la puerta, siento un golpe en la espalda, me giro y la golpeo en el rostro resiviendo uno suyo.
Comenzamos a caminar mientras tratábamos golpearnos, escucho la música de la fiesta cerca por lo que supe que estábamos llendo hacia allá. Estrello mi puño contra su nariz rompiendosela, me alejo de ella mientras está se toma la sona.
Ella sonrie y corre hacia a mi haciendo que caigamos por el balcón cayendo sobre algo, siento un inmenso dolor en mi espalda al igual que en mi cabeza. Escucho a la gente gritar mientras corrían de un lado a otro, unos brazos me levantan al estilo princesa pero no logro ver quien es ya que mi vista se estaba nublando.
—¿Que le sucedió? — Escucho la voz de mi papá.
Sonaba preocupado, siento como me suben a un auto.
— Cayó del segundo piso. — oigo la voz de Brian. —¿Dónde están los demás?
— Se han ido. — Contesta, suelto un quejido. — Vamos nena, ya vamos a llegar.
No digo nada más ya que caigo en un profundo sueño.
DOS HORAS DESPUÉS
A
bro lentamente los ojos viendo que me encontraba en una habitación, me levanto mirando a mi alrededor buscando a alguien pero no había nada. Veo que en una silla hay ropa con zapatos y,es cuando caigo en cuenta que solo uso una camisa ancha y ropa interior.
Hago una mueca al intentar levantarme, veo que en mis brazos hay unos cuantos moretones y rasguños, los recuerdos de la pelea en la fiesta vienen a mi mente.
Tomo la ropa y me comienzo a vestir con cuidado de no lastimarme, me coloco los zapatos y me peino el cabello en una coleta.
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Salgo de esa habitación y camino por un pasillo, llegó una sala donde veo a todos y a una chica morena que estaba hablando con Jace.
— Pero si nuestra pequeña boxeadora despertó — Habla Roman haciendo que todos me miren . — Fue increíble esa caída, Pom. — Todos lo miran con el ceño fruncido.
— ¿Estas bien, Cariño? — Pregunta mi padre desde el otro lado de la mesa.
— Si. — Sonrio, miro a la chica que jugaba con sus manos. — ¿Quien es ella? — Pregunte con desconfianza.
— Ella es el objetivo de Santaana, aparte de nosotros. — Habla mi Tío Brian. — Se quedará con nosotros un tiempo.
—¿No creen que es más arriesgado? — Pregunte mientras me acercaba a ellos. — Si antes Santaana no nos buscaba, ahora nos buscará por ella. — Señalo a la chica.
Todos guardan silencio y miro a la chica que también hacia lo mismo pero con el ceño fruncido, suspiro y tomo las llaves de mi auto dándome la vuelta.
—¿Dónde irás? — Pregunta mi padre con la voz ronca.
— A tomar aire. — Sonrio, me subo al auto y lo prendo. — Vendre en la tarde.
Hago rugir el carro y acelero con fuerza derrapando un poco.
