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Las chicas en ropa exótica con sus magníficos abanicos de plumas eran la principal atracción en ese bar, con hombres borrachos y algunos no tanto dando dinero para verlas un poco mas.

Aunque ver a dos niños conversando entre si en primera fila era algo extraño.

- Disculpen, los menores de edad no pueden estar aquí - les dijo una bonita rubia que al parecer trabajaba ahí.

- Porque no mejor nos traes una bebida a mi acompañante y a mi? - le dijo Cinco con una sonrisa nada amable.

La chica suspiro y con una sonrisa divertida se fue dejándolos solos, que raros eran los niños de hoy en día.

- Solo hace su trabajo - le dijo Ocho ante la actitud algo grosera del chico.

- Le pedi que trajera bebidas, eso es parte de su trabajo - contesto Cinco mirándola ahora con una sonrisa arrogante.

touché - Ocho sonrió con derrota - como sea, donde esta Luther? no me digas que es algún tipo de stripper 

- Que feo que pienses eso de mi (T/N) - la voz de luther la sobresalto, miro a su lado a ahí estaba, tan grande y amargado como lo recordaba.

- Lo se, nadie pagaría para verte - se burlo Cinco.

Luther suspiro irritado.

- También nos da gusto verte - dijo con sarcasmo Cinco.

- Que quieres?

Ocho estaba algo molesta por como estaba siendo ignorada.

- Que dejes de actuar como un stripper inseguro y pongas tu trasero en la silla de una buena vez.

Viste como Luther dudo y se sentó al lado de Cinco, te causo diversión como es que aun estando molesto hacia lo que le pedía, soltaste una pequeña risa antes de tomar una copa de una de las camareras que iba pasando junto a ti.

- Ahora, dime cuanto tiempo llevas aquí? - le pregunto Cinco.

- Un año, gracias a ti - ya se habia tardado en reclamare.

Diste un trago a tu bebida y cerraste los ojos disfrutando la sensación en tu garganta.

- Lo siento - esa disculpa sincera era algo que Numero Uno no se esperaba- imagino que fue difícil para ti.

- Pense que todos habian muerto - confeso.

Escuchaste como dos hombres habian empezado a discutir, uno aparentemente muy borracho.

- Tengo que ir - dijo Luther levantandose de su lugar.

Antes de que pudiera alejarse Cinco lo tomo del brazo.

 - Luther espera - el tono desesperado en su voz te hizo mirarlo con preocupación, notaste como la mano que no sujetaba a Luther temblaba levemente - te entiendo, si? lo que es estar varado en el tiempo y pensar que así va a ser el resto de tu vida, siempre escondiéndote, sin saber si volverás a ver a tu seres queridos, en un mundo donde nada es familiar, pero luhter, no estas solo, debemos buscar a los demás porque el mundo acaba de nuevo en diez días y no tengo idea de como evitarlo.

Ambos se miraron en silencio durante un rato, podias sentir la tension y como Luther tenia un debate interno.

- Me importa un carajo - dijo finalmente para despues alejarse, dejandolos a Cinco y a ti sorprendidos.

"Que carajos le pasaba a Luther? el fin del mundo estaba a la vuelta de la esquina y decia que le importaba un carajo? tremendo idiota" pensaba Cinco.

"Al parecer no fui la unica que cambio" pensaste tu.

Miraste la copa vacia en tu mano y suspiraste con un sabor amargo en la boca.

NUMBER FIVEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora