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(Intro 👆🏻)

— ¡Hermana! ¡Amo tus cuentos de hadas! ¡Son los mejores! —gritó mientras abrazaba fuertemente a su hermana mayor.

—Jaja claro que son las mejores, son reales t/n —dijo mientras revolvía tu cabello.

— ¡¿Son reales?! ¡¿Ese mundo en serio existe hermana?! —saltaste emocionada de tu cama.

— ¡Sí!

—La otra vez escuché a mamá peleando con papá... dijeron que te iban a llevar a un lugar porque estás loca, tú no estás loca hermana, ¡solo que ellos no creen como nosotras! —tus ojitos empezaron a llenarse de lágrimas.

—Hey —tu hermana se acercó y te abrazó— tranquila t/n, nada ni nadie nos va a alejar, y se que ellos no creen, no creen porque no lo han visto, pero escúchame bien t/n —ella te tomó de los hombros y la miraste fijamente—. Todos estos "cuentos de hadas" que te cuento todas las noches, en verdad existen, todos, absolutamente todos.

—Lo se hermana —sonreíste— yo confío en ti.

—Lo se —ella sonrió y depositó un sutil beso en tu frente—. Ahora, a dormir.

— ¡No! No tengo sueño~ —refunfuñaste como un gatito.

—No hagas puchero t/n —tu hermana te tomó de tus cachetes y los apachurró haciendo que tus labios se abultaran— te amo t/n, nunca lo olvides.

—Yo también te amo —dijiste entre murmullos debido a lo abultado de tus labios.

—Prométeme que jamás dejarás de creer.

— ¡Lo prometo!

— ¿Por el meñique?

—Por el meñique.

Ambas sellaron su promesa.

Y sin saberlo, esa fue la última vez que verías a tu hermana.

۞

—T/n hija... —tu madre te tomó de las manos, se notaba en su mirada que estaba triste, al igual que tu papá.

— ¿Qué pasa mami? —preguntaste confundida, solo te veían con tristeza, pero no decían nada— ¿papi?

—Hija... tu hermana ha desaparecido.

— ¿Qué?

—Hija, la buscaremos-

— ¡No! ¡Quiero a mi hermana! —empezaste a gritar mientras lágrimas se acumulaban en tus ojos.

—Cálmate t/n la encontraremos —tu papá te abrazó fuertemente.

—Papi... quiero a mi hermana...

—Muy pronto... ya verás, la encontraremos.

۞

—Señor y señora Oh, temo decirles esto, pero será mejor dar por muerta a su hija...

— ¿Mu-Muerta?

—Perdonen, pero no hemos podido encontrar ningún indicio de que esté viva, y considerando las circunstancias anteriores- —el policía fue interrumpido brutalmente por el señor Oh, tu papá.

— ¿Circunstancias anteriores? ¡Ha! ¡Usted no sabe nada policía!

—Me disculpo pero nos informaron que usted y su esposa planeaban meter a su hija a un manicomio debido a las "alucinaciones" que tenía por miedo de que fuera un mal ejemplo para su otra hija.

—Policía —habló tú madre— nosotros siempre querremos lo mejor para nuestras hijas... n-nunca haríamos algo para su mal.

—Lo entiendo señora Oh, pero cerraremos el caso, lo siento.

Sin nada más que decir el policía salió de ahí dejando a la pareja en aquel cuarto.

— ¿Cómo le diremos a t/n, amor? —preguntó con lágrimas en los ojos tu mamá.

—Cielo... —tu papá tomó las manos de tu mamá mientras la veía fijamente— tenemos que ser fuertes por ella. Tiene solo ocho años. Con el tiempo lo sabrá llevar.

Eso sonaba cruel, pero era la verdad.

Tus padres subieron al carro y se dirigieron a casa, donde los esperabas ansiosa, tenías la esperanza de que volvieran con tu hermana.

Pero... al llegar solo ellos dos una enorme desilusión se apoderó de ti.

— ¿Y... ella?

—Hija... —ambos se hincaron y tomaron tus manos en un fuerte agarre, no tanto para no lastimarte.

— ¿Dónde está? —preguntaste aún confundida.

—Amor, ahora tu hermana está en un lugar mejor... —dijo tu padre.

—No entiendo, l-la quiero aquí conmigo... con nosotros.

Eras solo una niña de ocho años, no estabas entendiendo nada de lo que estaba sucediendo.

De alguna forma u otra te ibas a enterar que los policías la habían dado por muerta.

Así pasaron cinco años, y jamás lograron decirte la verdad tus queridos padres. Ahora tienes trece años y aún tienes la esperanza de que en algún momento tu hermana entrará por la puerta con un pastel como disculpa y su cálida sonrisa.

—Amor, ¿seguirás sentada frente a la puerta? —preguntó tu madre desde la cocina.

—Sí mamá, tengo fe en que ella entrará por esa puerta —estabas sentada en el sillón de la sala viendo directamente la puerta principal.

Tus ojos se iluminaron por un breve momento al ver que la puerta estaba siendo abierta, pero pronto tus esperanzas se fueron al suelo cuando viste que no era quien esperabas.

—Hola pequeña —saludó tu padre de un beso en la cabeza.

—Hola papá —bufaste y te recostaste sobre el sillón.

—Hola amor —escuchaste a tu padre saludar a tu madre desde la cocina—. ¿Sigue esperándola?... —cuando escuchaste decir eso a tu padre algo dentro de ti se oprimió.

—Sí... ¿cuándo le diremos amor? —lo que había dicho tu mamá había llamado tu atención.

A: Seguir escuchando la conversación.

B: Subir a tu habitación.

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Aquí empieza tu primer decisión, ten en cuenta que a partir de aquí, en este punto, dependiendo la opción que escojas cambiará todo.

Suerte y disfruta creando tu historia mediante opciones y decisiones.

Editado: 29/09/20

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