Utopia ― BTS

2.

Confundida tomaste lo que había producido ese brillo y ese sonido.

Era... el collar de tu hermana.

No podía ser cierto, ella siempre lo llevaba consigo a todas partes. ¿Qué hacia allí?

Te paraste y te sentaste en tu cama sin dejar de observar aquel collar.

— ¿Qué es esto? —estoy bastante confundida, es el collar que siempre usaba mi hermana, ¿por qué estaba debajo de mi cama?

Decidí dejarlo a un lado de mi cama. Pasé el día tratando de pensar en otra cosa que no fuera el collar. Por alguna razón pensar en el collar hacía que me doliera la cabeza, pero ¿por qué? ¿acaso tiene algo que ver con mis recuerdos bloqueados?... por fortuna recuerdo a mi hermana y este collar, pero... ¿me estaré olvidando de algo muy importante?

De cenar me hice un simple cereal, no tenía ganas de hacer otra cosa. Terminé, lavé el plato y la cuchara para subir a mi habitación y dormir, mañana sería un día especial. Mi cumpleaños.

Apenas recostarme me perdí en los brazos de Morfeo.

"T/n tienes que venir... sálvame... t/n"

De nuevo habías tenido ese sueño... no sabías que hora era, pero aún no salía el sol, así que por suerte volviste a conciliar el sueño.

Volviste a despertar una vez el sol ya había salido, te fijaste en la hora, eran las diez de la mañana, te metiste a bañar, al salir escogiste unos jeans color negro, para playera decidiste usar una del guardarropa de tu hermana. Así que con algo de nostalgia entraste a su cuarto y abriste el armario, escogiste una playera blanca la cual traía la palabra "NEVERLAND", te encantó. Desayunaste fruta y un wafle algo quemado debido a tus casi nulas habilidades de cocina. Saliendo de tu casa recordaste que dejaste el collar en tu escritorio, así que rápido entraste a la casa por él.

El collar, con una pequeña gema color morado, empezó a brillar, ese brillo empezó a intensificarse hasta ya no poder ver nada más. Te desmayaste. Despertaste algo desorientada, no sabías dónde estabas, ni qué era ese lugar en donde habías ¿aparecido?, no lo sabías, solo sabías que esa no era tu habitación.

—No puede ser... esto tiene que ser una broma. Debo de estar soñando, esto... esto no puede estar pasando.

Un dolor de cabeza se hizo presente, de repente un montón de imágenes bombardearon tu mente, momentos de cuando tu hermana te contaba todos los cuentos de hadas... habías olvidado eso, pero ¿por qué lo estabas recordando justo ahora?

— ¿Me estás diciendo que el lugar del cuento de hadas que me contaba mi hermana, es real? No, no, eso no puede ser. ¿O sí? —creías que acababas de volverte loca , ¿cómo sería eso posible? Si solo eran... cuentos hadas...

— ¡¿Quién eres?! ¡Identifícate! —se escuchó un grito.

— ¡No camines o dispararemos! —esta vez pareció gritar otra persona, ¿pero en dónde estaban? Seguramente escondidos detrás de todos esos árboles. Por que sí, estabas rodeada de puros árboles, parecía un bosque muy hermoso.

—Hueles a ella... pero no eres ella... —sin saberlo, pronto había un chico olfateándote.

"¿Ella? ¿Qué demonios está pasando? Ahora hay siete ¿chicos? frente a mi, uno apuntándome con un ¿tenedor gigante?, otro con una espada, el chico que me estaba olfateando parece estar ¿gruñendo?, y los otros cuatro simplemente estaban con los puños cerrados como si en cualquier momento yo fuera a atacarlos, de la nada, empezaron a decir que "huelo" igual a "ella"."

—Contesta nuestra pregunta. ¡¿Quién eres?! —volvió a preguntar/gritar el chico el cual traía un arco y una flecha en llamas, si, en llamas.

Estabas nerviosa, no acababas de entender qué estaba pasando ni tampoco quienes eran ellos, pero ahora que los empezaste a ver bien a cada uno, se parecían un poco demasiado a los personajes de los cuentos que te contaba tu hermana... ¿acaso eran ellos? No, no podía ser real.

Al parecer te quedaste sumida en tus pensamientos porque ellos parecieron perder la paciencia.

— ¡Responde la pregunta! —aquel grito te hizo brincar en tu lugar. Te abrazaste a ti misma, notaste que traías puesto el collar de tu hermana.

A: Quedarte en tu lugar.

B: Salir corriendo.