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A: Quedarte en tu lugar.

Apretaste el collar el cual misteriosamente ahora estaba en tu cuello y suspiraste.

— ¿En dónde estoy? —preguntaste, y sí, tal vez la pregunta haya sido estúpida, pero ese lugar no podía ser el lugar de los cuentos de hadas que tu hermana te contaba.

—Alto —de repente el chico el cual traía un "tenedor gigante" levantó la mano— miren... —dijo ignorando rotundamente tu pregunta al igual que los demás, seguiste su dedo y descubriste que estaba señalando tu collar, por inercia lo tapaste con tus dos manos.

— ¡He dicho en dónde estoy! —gritaste, tal vez había sido mala idea.

—Grrr... —uno de ellos pareció gruñir y arrugar su nariz— no eres nadie para hablarnos así.

—Cálmate fiera, se ve que ella está asustada —habló otro que al menos parecía más amable que el otro— lo mejor será llevarla a nuestra morada e interrogarla mejor —te fijaste que sus prendas de todos ahí eran bastante extrañas y exóticas... sin contar que con cada cosa que ellos decían o hacían notabas que ellos más se parecían a los personajes de los que hablaba tu hermana, rápido negaste con la cabeza para esfumar esos pensamientos, pero al parecer ese chico lo notó—. ¿No?

— ¿Eh...? ¡Ah! Eh... —los nervios empezaron a recorrerte y a entorpecer tus palabras— yo... yo solo qui... quiero ir a casa... —lo que habías dicho era cierto, querías regresar.

—Pronto oscurecerá, será mejor llevarla a nuestra morada —volvió a insistir aquel chico con prendas bastante elegantes.

— ¿Estás loco? No llevaremos a una completa extraña a nuestra morada —se quejó el chico el cual traía el arco— sería un riesgo muy grande.

—Apoyo a Namjoon, Jin, todos sabemos tu código de jamás abandonar a una damisela pero apenas la conocemos —habló por primera vez el chico de cabello fucsia con prendas de invierno. "¿acaso no tiene calor?" te preguntaste a ti misma al ver su abrigo y botas.

—Pero no podemos dejarla sola en el bosque, ahora de noche se vuelve peligroso, ¿qué acaso no lo recuerdan? Aparte tenemos que averiguar porqué ella huele a "ella."

—Si la llevamos y suceden cosas malas será tu responsabilidad Jin —dijo el chico del arco, llamado Nam, al menos ya sabías tres de los siete nombres de aquellos chicos.

—Bien —el chico llamado Jin sonrió victorioso.

Tus piernas temblaron y te encogiste en tu lugar cuando todos te voltearon a ver.

—Vamos, estarás más segura con nosotros —aquel chico extendió su mano, dudabas si tomarla o no, pero al final la tomaste. Pero al momento de tomar su mano, caíste en un sueño profundo.

— ¡Ya está despertando!

—Aléjate o se asustará al ver tu cara tonto.

—Cállate tú tonto.

—Oigan, Jimin, Taehyung, no es momento de pelear.

—... ¿Dónde... estoy? —despertaste algo desorientada.

—Al fin despiertas, empezaba a preocuparme de haber ocupado demasiada magia.

— ¿Ma... Magia?

—Para que nosotros podamos contarte más, tu también tienes que aportar y contestar nuestras preguntas —te dijo el chico el cual tenía ramas y algunas hojas por doquier.

—Está bien.

— ¿Por qué hueles a ella? —preguntó de golpe el chico el cual tenía su parte de arriba totalmente descubierta.

Utopia ― BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora