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A: Seguir escuchando la conversación.

Te acercaste discretamente hacia la cocina para poder escuchar mejor la conversación.

—Tendremos que decirle ahora, se lo hemos estado ocultando durante estos últimos cinco años, mientras más se lo ocultemos, mayor será su enojo. Aunque admito que será difícil decirle que su hermana está muerta.

Era suficiente. Decidiste entrar a la cocina.

— ¿Dé qué están hablando? ¿M-Muerta?

— ¡Dios mio hija! —gritó soprendida tu madre.

— ¿Qué escuchaste? —preguntó tu padre.

—U-Ustedes... dijeron que ella está muerta... ella no puede estar muerta, no... ¡No!

— ¡Cariño escucha!

— ¡¿Qué?!

—No queríamos decírtelo por miedo a como reaccionarías —trató de tranquilizarte tu mamá.

— ¿Entonces hasta cuando me lo iban a decir sabiendo que todos los días esperaba como tonta a alguien que jamás llegaría? —estabas furiosa, estabas reteninedo todas tus ganas y el impulso de gritarles mil y un cosas, pero sabías que un paso en falso y el muro de retención que habías puesto explotaría.

—Hija no tienes porque enojarte con nosotros, nosotros hicimos todo lo que pudimos para buscarla pero los policías dijeron que ella ya está muerta —dijo tu madre, podías sentir la trsiteza en su voz. Al contrario de tu padre, quien no mostraba ninguna expresión.

—Eso es mentira, papá siempre la odió, siempre quiso que desapareciera de nuestras vidas, ¿o acaso creen que no escuché cuando papá habló de meterla a un manicomio antes de que desapareciera? —tenías ganas de llorar, pero debías enfrentar a tus padres—. Ya no tienes que fingir conmigo, sé mejor que nadie que papá está más que feliz de que ella ya no esté —tu voz empezaba a quebrarse, pero no, tenías que ser fuerte, en tu interior sentías que ella aún estaba viva, y si lo sentías es porque ella aún está viva— jamás... —respiraste hondo para lo que dirías a continuación— jamás te perdonaré esto... —para algunos sonaría exagerado, pero para ti no, para nada era exagerado, tu hermana mayor era lo más preciado que tenías en la vida, tu padre a pesar de llenarte de besos, abrazos y juguetes, sabías que todo eso era vacío y sin sentimientos, algunas veces te habías llegado a preguntar como es que tu mamá se había casado con una persona como esa. Por fuera podría ser el padre perfecto y el ejemplo a seguir de cualquier hijo, pero tu mamá, tu hermana y tu muy bien sabían como era él en realidad, y no era ningún modelo a seguir. Por supuesto que tu jamás lo habías enfrentado, siempre era tu hermana quien lo hacía, pero ahora... ella ya no estaba ahí para protegerte y cuidarte. Cabe aclarar que solo estabas enojada con tu papá, sabías que tu mamá era débil, y por su debilidad siempre seguía las órdenes de tu papá, lo que sí te enojaba era que ella no fuese capaz de defenderse. Estabas decidida, solo tenías que esperar un poco más, crecer y salir a buscarla en todas partes, porque quien te viniera a decir que ella estaba muerta, estaba loco.

—T/n amor... —las lágrimas que salían por los ojos de tu mamá te hacían enojar, ¿por qué mi mamá no se defiende así como lo hacía mi hermana? Pensabas y pensabas.

—No —la seriedad con la que habló tu padre te hizo temblar en tu lugar, a pesar de casi nunca estar en casa jamás te había hablado así... solo a tu hermana—. Escuchame t/n, eres todavía una niña para entender estas cosas de adultos y no voy a permitir que me hables así cuando te he dado todo.

— ¿Todo? —apretaste tus puños del enojo— Lo único que he recibido de ti han sido regalos vacíos, besos y abrazos sin sentimientos ¡Y a mi hermana siempre la menospreciabas! ¡La tratabas como basura! Ella y mamá fueron la única familia para mi... tu pensabas que podías llenar tu ausencia comprándome pilas de juguetes pero lo único que me hacía feliz era tener a mi mamá y a mi hermana, y ahora ella desapareció... —empezaba a dolerte la mandíbula de tan apretada que estaba.

Utopia ― BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora