Día 3: Cuddles

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Kohaku estornudó tres veces seguidas, ocasionando un suspiro en Senku.

—Siempre tuviste una salud ridículamente excepcional, leona. Me parece increíble que te hayas resfriado ahora.

Y es que Senku entendería si se hubiese enfermado en el mundo de piedra, pero ahora mismo, después de mucho esfuerzo, la civilización estaba restaurada y tanto ellos dos como el resto de sus amigos eran venerados por los demás como "Los salvadores del mundo", cosa que a ellos les incomodaba (no a todos, Ryusui y Gen lo disfrutaban). Senku tenía su trabajo a tiempo completo como el principal científico, mientras que Kohaku era su guardaespaldas. Cuando ella no lo protegía, lo hacía Tsukasa, pues siempre había más de una persona inconforme con su trabajo que parecía querer eliminarlo del todo.

Y justo el día que por la tarde debía relevar a Tsukasa, llegó empapada de pies a cabeza y tiritando, en pleno invierno. El primate se fue tras que Senku le asegurara que estaría bien y se encargaría de todo.

Y ahí estaba ella, en el apartamento de Senku con un resfriado, una manta, una camisa del Ishigami tras que tuviese que quitarse su ropa y ducharse, y con el pelos parados usando una secadora para ayudarla con su cabello. A ella todavía le parecían muy sorprendentes ese tipo de aparatos, pero había dejado de manifestar su impacto.

—¿Cómo llegaste a empaparte de tal manera justo hoy que el sol estuvo oculto todo el día?

Tras un suspiro, Kohaku se dedicó a explicarle cómo un pequeño niño estuvo apunto de ahogarse en el río, cuya agua llevaba trozos de hielo debido a su baja temperatura y, por supuesto, ella no podía permitirse ver y no hacer nada. No retomó el camino hacia ahí hasta que supo que el niño estaría bien.

—Vaya. Digno de una leona.

—¡No me digas leona! —dijo, seguido de un estornudo.

—Sé que casi no pareces humana y todo con tus defensas absurdamente altas, pero deberías cuidarte más. No eres inmune.

—Ya lo sé.

En silencio, dejó que Senku peinara su cabello, que desde que descubrió el shampoo y acondicionador en la isla del tesoro, era más dócil que nunca. Aquello resultaba relajante, y aunque todavía sentía helado su cuerpo, empezaba a darle sueño. Cuando Senku se separó de su cabello, emitió un tenue sonido de disgusto, antes de sentir cómo él se sentaba a su lado en el sofá y la atraía hacia él en un abrazo.

Si no fuese tan buena controlando sus reacciones, estaría tan roja como un tomate.

—Tranquila, esta es una vieja manera de mantener el calor corporal, efectiva al diez billones por ciento.

Ella asintió, mientras él trataba de alejar recuerdos muy poco agradables de aquellas expediciones a las cuevas, cuando hacían el teléfono, y que ahora parecían muy lejanas. De la nada, ella se separó, poniéndose tensa y observándolo alarmada.

—¡Senku! ¡Hoy era la reunión para determinar la reconstrucción de la torre de Tokio!

Él se relajó, rodó los ojos y la atrajo de nuevo hacia él.

—¿Incluso así te preocupas por ello? No seas tonta, la cancelé cuando te estabas duchando, no te voy a arriesgar a salir en ese estado ni me voy a arriesgar yo a que me maten. Nos quedaremos aquí hasta que se te haya pasado.

—Pero eres estúpidamente débil, te voy a pasar el resfriado.

—Sólo cállate y duérmete, ¿quieres?

Ella sonrió y le devolvió el abrazo, usando la manta para cubrirlos a ambos, acurrucándose contra él.

—Eres inesperadamente cálido.

—Sin comentarios, leona.

—¡No me llames leona!

Kohaku alzó la mirada, observándolo con un puchero; él alzó una ceja, y no hizo nada para impedir que la rubia depositara un corto beso en sus labios.

—Eres un bastardo... pero gracias por cuidarme —Senku sonrió de lado y le dio otro beso.

—Te ordené que callaras y durmieras.

Finalmente, Kohaku se relajó en sus brazos y poco a poco se fue quedando dormida. Una de las ventajas de tener una relación secreta, era que esos momentos a solas, fueran como fuesen, eran más valiosos e íntimos. Y Senku sabía que en unos minutos tendría entumecido el cuerpo y no aguantaría mucho, pero valoraba esos abrazos con su leona.

700 palabras y este me gustó más uwuEl tema del tercer día es "Cuddles" o "Abrazos", y creo que estoy satisfecha con el resultado :3Espero que ustedes también, ¡hasta mañana! (o eso espero)

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700 palabras y este me gustó más uwu
El tema del tercer día es "Cuddles" o "Abrazos", y creo que estoy satisfecha con el resultado :3
Espero que ustedes también, ¡hasta mañana! (o eso espero)

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