Narra Saeyoung
—Depierta... ¡Por favor! Saeyoung... ¡¡Saeyoung, no me dejes!!
¿Qué...? Esa voz, lo conozco muy bien, pero... ¿Qué está pasando?
—¡¡Despierta..!! Te lo ruego...
Algo caía sobre mi cara... ¿Gotas?
Abrí mis ojos, se veía un poco borroso, al enfocar la vista vi a una chica castaña, estaba llorando, ¿por qué?
—¡Oh dios! ¡Saeyoung!— se abalanzó sobre mi, ¿qué le pasa? No entiendo nada. —Creí que estabas...
—¿D-dónde estoy..?
—¿Qué? Oh, sigues aturdido.... Lo siento, ¡t-todo es mi culpa!— seguía llorando, me estaba ahogando con sus lágrimas.
De un momento a otro, empecé a recordar todo, ella... Ella es... ¡MC! ¡¡¿MC está viva?!! O quizá yo también estoy muerto...
—Oh dios...
—¿Qué sucede? ¿¿Estás bien??
—¿MC..? ¿De verdad eres tú?
—¡Sí, sí! ¡Soy yo, MC!— una sonría se asomaba por su rostro. —¿Te duele mucho?
—De hecho... No siento nada...
Pero, no lo entiendo, MC, ella... Estaba...
—¿Estoy en el cielo? ¿O será el infierno?
—¿Qué? ¡No! ¡Estás vivo!
—P-pero... MC, tú, ¿cómo? ¿Qué sucede?
—¿Qué pasa?
—T-tú estabas... Yo te vi... Saeran te... Él te m-mató...— el solo recordarlo me partía el alma.
—¿Eh? Seven, no... ¡Eso no es cierto! Mira, aquí estoy, estoy viva, ¡y tú también!— tomó mi mano y la puso en su pecho, podía sentir los latidos de su corazón. Lágrimas empezaron a salir de mis ojos.
Entonces, todo eso fue... ¿Un sueño? ¿Mi imaginación? No estoy seguro, pero al parecer nada de lo que sucedió fue real. Solo quisiera saber, ¿qué fue real y qué no? Aún me cuesta recordar lo demás. Pero tener a MC frente a mí, sana y salva, después de haber visto cómo moría frente a mí... No creo ser capaz de describir cómo me hace sentir eso.
—MC... Creí que te había perdido...— una sonrisa se formó en mis labios. Acariciaba su rostro, podía sentir su suave y cálida piel; era real, sentía que el alma se me regresaba al cuerpo. —Estaba tan asustado... Dios... ¡Estoy tan aliviado de que estés bien! No sé qué haría sin ti, ¡mi vida ya no tendría sentido si tú no estás en ella!
No pude resistirme a lanzarme hacia ella y besarla con todas mis fuerzas, extrañé tanto esos labios... Creí que jamás volvería a poder besarlos. De verdad estaba tan aliviado de que todo solo fuera una ilución mía.
—Saeyoung... ¡Yo también estoy muy feliz de saber que estás bien!
Me tenía sobre su regazo, acariciaba mis mejillas y mi cabello con mucha dulzura, lloraba de alegría al igual que yo. De pronto sentí una punzada en el brazo, dolía mucho.
—¡Aaah!
—Oh, p-perdón. ¿Te duele?
—Sí... ¿Q-qué me...?— miré mi brazo, donde sentía aquel dolor, tenía amarrado como una venda, estaba manchado de sangre. ¿Qué me sucedió?
—Tú... ¿Recuerdas cuando Saeran quiso dispararme?
—Cómo olvidar eso... MC, yo-
—Recibiste la bala por mí. Te lanzaste hacia mí y alcanzaste a meter tu brazo, y la bala impactó en ti. Ya habías perdido mucha sangre, así que quedaste inconsciente.