Bad boy 20

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- San, prometimos no separarnos nunca ¿Lo recuerdas?

La mujer le sonrió de manera dulce, su rostro era borroso para el chico, pero su cálida voz aún estaba presente en su memoria. Su cabello lacio y su piel lechosa, se veía saludable y el calor que su cuerpo emanaba lo hacía sentir cómodo. Estar entre sus brazos era agradable.

- Lo siento mamá – Se aferró a ella como si su vida dependiera de ello.

De repente, la dulce atmósfera con olor a flores y colores agradables se volvió oscura y sin vida. El calor proveniente del cuerpo de su madre desapareció, así como ella misma.

- ¿Mamá? – San se encontraba de rodillas, buscaba con su mirada a su progenitora, pero en lugar de encontrarla, la imagen de su padre apareció. La sonrisa en su rostro representaba burla.

- No volverás a ver a tu madre San, ella, ya no está viva.

El castaño sintió que se rompía ahí mismo, su mundo caía en mil pedazos. Apretando sus puños gritaba una y otra vez.

- ¡Mientes! ¡No es verdad! ¡Mamá está viva! -Las lágrimas no tardaron en salir.

La escena cambió de nuevo, era un bosque un tanto sombrío -mucho-, había una tumba frente a él, seguía arrodillado y ahora mirada la sepultura que se reflejaba en su rostro.

Choi Ara.

No había nada más que su nombre, ni una fecha, nada. Solo aquella solitaria tumba con aquel nombre grabado sobre la cruz.

- ¿Me crees ahora, San? – La voz del hombre hizo aparición, sin embargo, era solo eso; su voz.

- No...- San bajó su rostro - ¡Es mentira! ¡Mamá, mamá!

[...]

- ¡Mamá, mamá! – Gritaba el castaño entre sus sueños, mientras abrazaba al pelinegro.

La mano de Hongjoong se posó sobre la frente de Choi, asegurándoles al resto que efectivamente la fiebre había vuelto a subir. Aún más de lo que ya estaba. Mars tomo una toalla húmeda para dársela a Hongjoong.

- San despierta.

Hongjoong comenzó a moverlo y cuando el castaño abrió sus ojos, lo primero que vio fue el preocupado rostro de Wooyoung.

- Sannie hyung.

El mencionado apartó su mirada, se dio cuenta de que sus manos se encontraban alrededor de la cintura del pelinegro por lo que se alejó enseguida. A los presentes, se les hizo extraño el comportamiento de San, pero entendían que estaba enfermo y le gustaba usar eso como excusa para justificar su repentino cambio.

Hongjoong colocó la toalla sobre su frente cuando Choi ya se encontraba cómodo sobre la cama.

[...]

- Lo sentimos.

El hombre puso la mano sobre el hombro de Hoseok. Quien tenía una apariencia vacía, desorientada y oscura.

Todo su cabello cubría su rostro.

- Es algo, que no se pudo evitar...

Susurró para luego escuchar salir a sus compañeros y a su jefe de su casa, expresando sus pésames.

Miró el retrato que se encontraba en el mueble cercano, su esposa llena de alegría y felicidad, a su lado su hijo sonriendo como siempre acostumbraba a hacerlo. Y él.

Él parecía tan feliz, lo tenía todo. Y ahora no tiene nada.

Las lágrimas corrieron por sus mejillas, hubiera preferido otra cosa. Cualquiera, incluso su muerte hubiese estado bien.

Pero a pesar de todos los problemas que tuvo con su mujer, en su mente y en su corazón, Hoseok pensaba que ella...

No debía morir.

[...]

Como decirle, eso pasaba por la mente de San mientras escuchaba los truenos y era iluminado por los relámpagos. A su lado, Mars había escuchado cada una de las cosas que el castaño le contó el castaño.

Cada uno de los detalles que agobiaban al chico de mechón blanco, y cuando esté se había puesto a llorar, no dudó en abrazarlo.

- Wooyoung lo entenderá San, tú no tuviste nada que ver.

- No... Mars. El nunca podrá perdonar al asesino de su madre.

𝐁𝐚𝐝 𝐛𝐨𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora