Bad boy 35

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ADVERTENCIA: Contenido +18. Si no es de su agrado, por favor, saltarse el capítulo. (Es mi primera vez, escribiendo esto, así que, pido disculpas por adelantado sksksks)

Hacía frío. El cuerpo del menor temblaba levemente obligando al castaño a pasar sus brazos por encima de los hombros de este atrayéndolo a su cuerpo. Era su último día en aquel lugar, de verdad lo habían pasado en grande en compañía uno del otro.

Un beso fue depositado en la mejilla del pelinegro, quien sintió un leve cosquilleo al sentir los labios de San sobre su densa piel. Las miradas de ambos se encontraron, sentían la necesidad de unirse el uno con el otro.

- Woo, ¿Has tenido tu primera vez? - Su voz ronca, provoco un sonrojo en las mejillas del menor.

- ¿Qué es una primera vez? - Preguntó, aunque en su mente tenía una pequeña idea que lo hacía sentir como un pervertido.

- ¿No lo sabes? - Pregunto sorprendido, a lo que el menor negó. - No es nada, olvidado. - Agarró una mano del pelinegro. -Ven, vamos a dormir.

- Pero Sannie hyung. - Hizo un puchero. - Quiero saber.

- No es nada pequeño.

Wooyoung, fingiendo estar molesto, soltó la mano de San y se dirigió a la cama, acostándose y se acomodó dándole la espalda al mayor. Este soltó una risita, para luego acostarse a un lado del pelinegro.

- ¿Estás enojado, mi niño? - Pregunto en tono meloso, mientras pasaba sus brazos alrededor de la cintura del menor.

El menor no respondió, pero aguantaba con todas sus fuerzas la risa que luchaba por salir de sus labios.

- ¿No me vas a responder? - El menor negó. - Oh, okey.

Dicho esto, soltó al menor y se acomodó, esta vez, dándole la espalda al pelinegro. Este se sintió incompleto, tras no sentir el calor del cuerpo contrario. Se dio la vuelta y abrazó la espalda del mayor.

- Sannie hyung. - Lo llamo, pero este no respondió. - Sannie. - Sin respuesta. - Tu te lo buscaste.

El menor empujó al castaño, provocando que este se cayera de la cama. Tras escuchar el quejido del mayor, Wooyoung dejó escapar una gran y fuerte carcajada.

- ¿Por qué hiciste eso? - Pregunto una vez se levantó del suelo.

- No me gusta que me ignoren - Respondió una vez calmó su risa.

- Eres un niño malo, me las vas a pagar. - Se subió a la cama, acercándose al menor.

Antes de que este se pudiera escapar, el castaño se posiciono entre medio de las piernas del pelinegro. El menor se sonrojó violentamente al sentir la respiración del mayor en su cuello, por instinto colocó sus manos alrededor del cuello del castaño, acercando aún más su cuerpo.

El castaño comenzó a dejar pequeños besos húmedos en el cuello del menor, mientras este soltaba pequeños jadeos. San levantó su cabeza para mirar al menor, luego de un rato se acercó hasta los labios del chico comenzado un beso con un movimiento lento esperando que el menor pudiera adaptarse a la aceleración de ritmo que pronto estos tendrían.

Poco a poco el ritmo fue acelerando, paso de dulce a un poco más rápido y apasionado, luego se volvió algo mucho más desesperado y necesitado por ambos. Los jadeos comenzaron a aparecer por parte del menor. Al parecer su cuerpo era sensible ante cualquier tacto que tuviese con los demás, tenía una reacción tan inmediata que San no pudo evitar sonreír en el medio del beso.

Juguetonamente, introdujo sus manos bajo la camisa del pelinegro, subiéndolas un poco hasta parar sobre los rosados pezones del menor, apretandolos sin aviso previo provocando que un gemido agudo se escapará de los labios del pelinegro. Esto fue como gasolina para San, mordió el labio del menor haciéndolo gemir con más fuerza que antes.

𝐁𝐚𝐝 𝐛𝐨𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora