Bad boy 36

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Mientras Mingi trataba de bajar la fiebre de Mars. Jackson había salido a comprar las medicinas a una pequeña farmacia que se encontraba cerca y estaba disponible las veinticuatro horas, era de madrugada así que las calles estaban desoladas.

Wang pago los medicamentos tomando la pequeña bolsita entre sus manos, para comenzar a caminar de regreso a la casa donde estaban los demás. Su celular vibró de la nada, lo cual le pareció extraño pues nadie le llamaba en la madrugada a menos que fuera San. Lo sacó de su bolsillo era Soyeon.

- ¿Pasa algo? - Preguntó con voz suave. Un llanto proveniente de la otra línea alertó a Jackson – Soyeon, ¿Estás bien?

Ella no respondía, parecía como si estuviera tomando el aire necesario para decir tal noticia, se escucharon varios respiros y otra voz femenina que le pedía que se calmara para poder hablar. El chico reconoció esa voz, Minnie estaba con ella.

- Perderemos la custodia -. La respiración de Jackson se detuvo al igual que sus pies dejaron de dar el paso, sentía que su mundo se comenzaba a derrumbar con el simple hecho de que la pelinegra le hubiese dicho que perdería a su hija, porque sí, era su hija. No era la hija de ese bastardo que se hacía llamar su padre ahora que la niña ya había crecido con ellos en una familia - Él ganará, los jueces creen que no estás lo suficientemente adaptado para ejercer el papel de padre.

¿Acaso era por sus antecedentes? Vamos, ya no era aquel asesino sediento de sangre que mataba por placer o por cualquier otro motivo. De hecho, tenía sus manos limpias desde hace mucho tiempo atrás, ¿Por qué ahora debía pagar su hija a causa de sus actos del pasado? No estaba de acuerdo con eso.

- No dejes que ganen, presenta cualquier cosa, cualquier prueba. Él la abandonó cuando ella apenas era una bebé y ahora quiere ejercer el papel de padre porque sabe que es nuestro punto débil. Mi punto débil.

- No quiero perderla...

- No lo harás, no dejaré que nadie más los lastimé. Antes muerto.

[...]

Yunho llevó los medicamentos que le había pedido el menor a Jackson - quien se encontraba encerrado en su habitación y al parecer no quería salir -, Park soltaba pequeños quejidos debido a la fiebre y algunos delirios. Mingi se encargaba de humedecer la toalla cada vez que esta se secaba.

- ¿Estará bien? -. Preguntó el mayor colocando las medicinas sobre la pequeña mesita que se encontraba cerca, Song solo lo miró asintiendo para tomar una de las cajas de medicamentos y sacar una pequeña pastilla de estos.

- Hongjoong...- Un susurro salió de los labios del pelinegro. Los ojos de Jeong se abrieron con asombro, incluso ahora que se encontraba sufriendo su único pensamiento era Kim.

- Si te soy sincero - Mingi habló - No sabría decirte porque sufre más. Si por la fiebre, o porque no tiene a su lado a la persona que ama.

Yunho hizo puño sus manos, contrajo su respiración mordiendo levemente su labio inferior. Sentía unas enormes ganas de golpear a Kim, pero más que eso de preguntarle el porqué de su abandono hacia el pelinegro. Puede que su relación fuese inestable -y muy inestable- pero Park lo amaba con tanta sinceridad y necesidad que más bien parecía sufrir por no tenerlo a su lado, que por su salud.

Salió de la habitación cerrando la puerta con sumo cuidado. Necesitaba tomar un poco de aire fresco así que salió hacia las afueras de la casa, se sentó sobre el césped, húmedo, pero en cierto modo le era relajante.

Soltó un suspiro pudiendo ver un poco de su aliento en el aire, al parecer una nueva época fría se avecinaba. En un abrir y cerrar de ojos observó cómo un carro se dirigía hacia él, poco importandole que estuviese en la acera.

En un movimiento rápido esquivo el ataque sacando su máscara de su bolsillo. El auto paso justo a su lado girando haciendo un ruido molesto para los oídos del menor, se detuvo cuando estuvo nuevamente en la calle. De él salió aquel hombre que tanto odiaban.

- Hola Yunho. - El padre de San sonrió - ¿Está mi hijo?

- No, no lo está. Será mejor que se vaya señor si no quiere meterse en problemas. - Sin dudar de una sola palabra tiró todo su odio hacia el hombre quien borró la sonrisa de su rostro para fingir una expresión triste.

- Es una lástima - Llevó una mano hasta atrás de su espalda tocando con la punta de sus dedos el arma bajo su chaqueta. - Que no va a lograr despedirse de su equipo.

Un disparo resonó por aquel lugar.

𝐁𝐚𝐝 𝐛𝐨𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora