¡Ups! [ Drarry ]

Capítulo uno: ¡Jodido hurón!

Diablos, no entendía porqué se sentía tan agotado aún, sí al ver la hora notó que sobrepasó por unos minutos el tiempo que regularmente tomaba de sueño. Encogiéndose de hombros, se talló los ojos y se levantó de la cama con pereza, caminó despacio hacia las regaderas, sintiendo extrañamente su cuerpo mucho más liviano de lo normal. Abrió la puerta correspondiente e ingresó, quitándose la camisa que utilizó para dormir, arrojándola al suelo.

—¡AAAAH! —un fuerte grito que provino de dos chicos lo despertaron por completo.

—Mierda, ¿qué rayos...? —la pregunta quedó atorada en su garganta, tras notar el timbre de su voz— ¡¿Q-qué?!

Miró sus manos y estas se encontraban más pequeñas de lo normal; llevó las mismas a su pecho, sintiendo gran pavor al sentir dos grandes montículos de carne, en lugar de estar plano como siempre. Rápidamente levantó la vista, encontrando a un Ron y Neville totalmente sonrojados, mirándole fijamente, tapando sus partes íntimas con ambas manos.

Entonces cayó en cuenta que estaba casi por completo desnudo, por lo que recogió su ropa y salió del lugar con rapidez, se subió a su cama y cerró las cortinas. ¿Qué estaba sucediendo? ¿Acaso estaba en una pesadilla? Sí, eso debía ser: comenzó a pellizcar varias partes de su cuerpo, pero no estaba funcionando en absoluto, además de que sentía el dolor tan real. Con desesperación buscó entre las cosas de su baúl un espejo, que por lo regular no utilizaba para nada; cerró con fuerza los ojos, temiendo verse a través del objeto, así que tomando toda su valentía, poco a poco los fue abriendo.

—Oh —gimió sorprendido. Y es que no era por presumir, pero era completamente hermosa.

Sus ojos verdes brillaban con intensidad, tenía pestañas largas y rizadas, y su rostro en sí era más delgado... más fino. Su cabello seguía tan negro como de costumbre, pero ahora era largo, aunque igual de rebelde... ¿Cómo fue posible que no lo haya notado al despertar? Merlín lo ayudara. Suspiró con fuerza.

—¿Quién está allí? —la voz de Ron lo sacó de sus pensamientos, lo que le llevó a colocarse la ropa con rapidez.

—N-no sé que pasó —fue lo único que respondió, sintiendo de pronto sus ojos llenarse de lágrimas.

¿Qué fue lo que hizo mal?

Y como una gran revelación, llegó a su mente su última clase del día anterior, la cual específicamente fue de Pociones. Oh no, estaba jodido.

...

El profesor Snape les había dejado trabajo antes de salir con rapidez del aula, para resolver algún asunto con el director Dumbledore, algo que ciertamente no le tomó mucha importancia, y creyendo que contaba con tiempo suficiente, decidió pasar el rato con Dean y Seamus, platicando sobre el próximo partido de Quidditch que tendrían contra Slytherin, quedándose al final de la clase sin absolutamente nada de material que presentar. Joder, ¡que hasta Ron había realizado la poción!

—¡Cht, Cht! Ron —susurró, ya que Snape estaba llamando uno por uno para pasar a dejar su trabajo—. ¿Terminaste todo?

—Sí, ¿y tú? —inmediatamente negó con la cabeza, creando un moviendo un tanto exagerado— Toma un poco de la mía, ten —respondió Ron, dejando disimuladamente el vial que ya tenía preparado, para posteriormente verter más en uno nuevo.

—Gracias, amigo —Ron se limitó a asentir, respondiendo a su sonrisa.

Sólo que no contaron con que ciertos Slytherin's se percataron del intercambio.