El novio de mi enemigo

8.- Decidir (parte 2)

La luz de la ventana lo despertó ese día miércoles, los dedos de su mano derecha acariciaron sus labios, sonrió, fue besado y él beso… de inmediato se cubrió con sus sabanas queriendo ocultar su vergüenza, “me ama, Papita salada dijo que me ama” se sintió tan feliz, su idea de vivir un miércoles, jueves y viernes horrible desapareció en unos escasos 5 minutos en la noche anterior.

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Ya iba camino a la escuela, Tsukishima no estaba a la puerta así que toco el timbre.

-Buenos días, vine a ver a Kei-kun.

-Bueno días Yamaguchi-kun, pasa por favor… ese niño aún no está listo.

- ¿Puedo subir a su habitación?

-Adelante cielo – La rubia mujer le sonrió.

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Tadashi vio la puerta de la recamara de rubio abierta y entro, le recibió el vacío y la fresca fragancia del rubio, el golpe de la puerta al cerrarse lo sobresaltó.

-Bueno días Yamma – Papita salada le dio un ligero beso en la mejilla y camino hacia su uniforme para vestirse.

-No hagas eso Tsukki… yo aún…

-Mientras aun no sea un ‘no’… sigo teniendo una oportunidad – vio al rubio terminar de cerrar su camisa, y lo siguiente que supo es que estaba acorralado contra la puerta – Yamma – vio a Papita salada sonreír antes de intentar besarle.

-Eres un abusivo Tsukki– Le retó divertidamente mientras enlazaba sus manos detrás del cuello de papita salada - ni siquiera mi novio me ha besado – sonrió traviesamente mientras frotaba dulcemente su nariz (beso esquimal).

-Es un tonto ese rey, bueno, en realidad me alegra que nunca lo hiciera.

-Jajaja lo que pasa el que Tobio tal vez me quiera, pero no le gusto ni le atraigo.

-Le gusta Hinata – Vio a Tsukishima mirarlo con preocupación – lo siento.
Tranquilamente sonrió y negó con la cabeza – Lo supe desde la primera vez que lo vio.

-Entonces… ¿me eliges? – lo medito, Tsukishima le había enseñado algo…

-Mmmmmm, No… sé – sonrió y salió de la habitación – Te veo abajo Tsukki… Ja neeee (nos vemos)

Tsukishima le había enseñado algo… algo muy muy muuuuy divertido, ahora Yamaguchi sabia el placer que trae el ser travieso, sarcástico y malvado.

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-Y porque despertaste tan tarde.

-No pude dormir anoche.

- ¿Por todo lo que paso conmigo ayer? -decidió retar.

-Tal vez – El rubio desvió la mirada tratando de ocultar su sonrojo que obviamente él lo vio “aaaaaw Tsukki puede ser tan lindo”

-Noooo, estoy seguro que eso no te afectaría – sonrió con inocencia.

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Sonrío, le encantaba transformar esa cara de indiferencia de Papita salada.

-Gracias – Comento Tobio desde la puerta de su aula.

- Espero que te sea de mucha ayuda – Decidió sonreírle ampliamente, ignorando la mirada que les enviaba el rubio.

-Lo será – los grandes ojos azules de Tobio eran tan calmos, pero estos cambiaron a unos chispeantes de alegría.

-Chicos aquí están ¿hoy comemos juntos? – La voz de Hinata los interrumpió mientras llegaba corriendo.

-Seguro – Tobio afirmo por todos, dejo el bolso que él le había entregado, en su asiento y al salir sostuvo su mano mirando directamente a Tsukishima. Tal vez queriendo que Papita salada, no se lo quitara.