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Hace 14 años antes...
En un 14 de Febrero en el santuario de Athena, Saga caminaba algo nervioso con un regalo atrás de él, ya que era un regalo para Aioros, del hombre que se había enamorado desde que este había llegado al santuario por primera vez, ahora está dispuesto a confesar su amor. Lo encontró platicando con Dohko, tan considerado, pensó, ya que admiraba al centauro en cierto modo, exceptuando cuando lo mando a matar por traición, le hubiera gustado olvidarlo, pero eso quedo en el pasado.
Cuando termino su práctica con el santo de Libra, era su oportunidad de acercársele, pero de repente Shura apareció corriendo hacia el centauro con una gran sonrisa en su rostro, el géminis nunca había visto tanta felicidad en Capricornio en su rostro ya que se caracterizaba por ser sumamente serio:
–Aioros, que bueno que te encuentro– dijo el menor ansioso con un extraño brillo en sus ojos.
–¿Ocurre algo?–
–Dioses Aioros, esto, esto realmente te va a impactar–
–¿Se puede saber qué es? Ya me pusiste ansioso a mi–
–Me dan ganas de contárselo a todo el mundo–
–Bien adelante, ¡Todos pueden prestarme atención! ¡Shura quiere decir algo importante!– exclamó el centauro ganándose así la atención de sus compañeros, de su diosa, el patriarca y a los 5 de bronce.
Shura se acercó de forma tímida y comenzó a decir unas palabras:
–Yo... bueno, no sé cómo empezar esto, pero iré directamente al grano, ¡Estoy encinta!– exclamó Shura con alegría llevando ambas manos a su vientre.
Todos sorprendidos con la barbilla hasta el suelo, incluyendo a Saga que se encontraba con un enorme estado de shock:
–¿Eso es cierto?– pregunto el centauro.
–Lo es, lo he estado reservándolo por un tiempo cuando me di cuenta en una mañana, tengo un mes cumplido– decía ansioso tomando la mano del mayor para dirigirla a su vientre.
Aioros sintió un minúsculo cosmos en su interior, pensó que se convertiría en muy pronto en un santo de Oro, con alegría y lágrimas en los ojos alzo al pelinegro girando y diciendo:
–¡Voy a ser padre! ¡Voy a ser padre! Jaja– exclamo el centauro descendiendo al menor en el suelo:–Es el mejor regalo de San Valentín que me has dado, ¡Te amo!– dijo Aioros feliz besándolo en sus labios.
Los demás aplaudieron por la pareja y por su hijo que crecía en el vientre de Shura, Saga tenía los ojos empañados de lágrimas dejando caer el regalo que era destinado al castaño al suelo lleno de polvo, amaba al castaño con todo el corazón, aunque se sentía culpable de hacerle daño hasta mandarlo a matar hace 13 años y cuando resucitaron, el géminis comenzó a cambiar para compensar el mal que había hecho en el santuario solo haciendo buenas acciones para que el castaño lo tomara en cuenta.
Pero esos esfuerzos fueron en vano en este día ya que su amor platónico se había enamorado del pelinegro, del cual se había hecho cargo de un terrible daño físico literalmente hablando, pero él no tenía ni la más mínima idea de la relación que tenían ambos, si Shura estaba embarazado significaba que el castaño había tenido intimidad con él, seguramente muchas veces, a sus espaldas.
Aioros no podía enamorarse de Shura, no podía, como había dicho, él le había hecho daño, lastimándolo, admitía que se lo había ordenado, pero no pensó que lo obedecería, así como así sin necesidad de usar el Satan Imperial. Definitivamente, Aioros no tenía por qué perdonarlo, de seguro el Capricornio usaba su embarazo para compensar el daño, pensando que ese niño que tiene en su vientre no era del castaño.
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Abre los ojos, Aioria
FanfictionResumen Después de haber sido rechazado por Aioros, el amor de su vida, Saga queda desvastado, tanto que en plan de venganza logra enamorar al hermano de Aioros, Aioria donde este queda perdidamente enamorado de Saga, lo que lo hace oídos sordos pe...