-Chiaro. Per me non ć è nessun problema— respondió él y luego sonrió.
-Gracias, Noah—dijo Millie y luego me miró
-Español, por favor— dije y los dos rieron.
-Que si, que no hay problema—dijo mi amiga.
Mire a Noah.
-¿Seguro que no tienes cosas que hacer y te estoy quitando el tiempo sólo por mi capricho? Porque puedo esperar a que Millie tenga tiempo, no hay prisa, de verdad.
-No—me respondió— por mi esta bien, a menos de que no quieras ir conmigo—rió.
-No, digo, si—sacudí la cabeza— quiero decir, gracias por llevarme.
-A Noah le gusta ese lugar, seguro que está más que encantado. Él te puede dar el Tour— bromeó Millie.
-Y para mí sería todo un placer— se rió Noah, y mostró todas las perlas blancas que formaban su sonrisa, en la que por un segundo, me perdí.
-Gracias— musité y me giré de nuevo a mirar la televisión.
Me había asustado un poco un inusual hecho, desvié completamente mi atención de mi mejor amiga y su novio a propósito, debido al pensamiento que la reacción había producido y me puse a pensar en eso. ¿Por que encontraba a Noah muy atractivo? Si lo era, pero lo que realmente me preguntaba era ¿por qué todo en él causaba una sensación extraña en mi? Miré de reojo a la feliz pareja a mis espaldas, y pude ver la sonrisa de Noah volar hacia Millie. Entonces llegué a una conclusión fácil. Estaba deslumbrada por él. Por supuesto, era el joven más apuesto con el que me había topado en toda mi vida. Me reí discretamente, qué suerte la de Millie.
-¿Te quedas a cenar?— preguntó ella, luego de un rato—¿Sabes? Con _____ se me ocurrió una idea hoy, ¿por que no salimos un día los cuatro? Nosotros tres y Finn— explicó ella sin esperar la respuesta de su novio a la primera pregunta.
-No, cielo, no puedo quedarme. Hoy hay cena familiar—torció el gesto—. Y lo de la salida los cuatro suena estupendo, le comentaré a Finn hoy.
¿Debería preocuparme? Sabía que Millie ocultaba muy adentro de ella la idea de emparejarme con alguien, pero al pensar en el hecho... ¿que tan malo podría llegar a ser si se trataba del hermano de Noah? Seguro también era apuesto.-Hasta mañana, vendré a desearte buena suerte antes de que te vayas— dijo Noah a su novia y luego beso su frente.
-Gracias, amor.
-_____—me giré a mirar a Noah de nuevo al escuchar mi nombre—. Mañana tenemos muchas cosas por hacer, espero no te canses—sonrió.
De pronto sentí una emoción que no pude explicar, ahí, cerca de donde se encontraba la fierecilla enjaulada.
-Hasta mañana— musité y le devolví la sonrisa.
Millie y Noah salieron hasta la puerta en donde tardaron más de cinco minutos en despedirse; traté de no pensar en ello, porque a fin de cuentas, su manera de decirse adiós era algo que a mi no me incumbía.Luego de que oí la puerta cerrarse, Millie se sentó a mi lado en el sofá y luego suspiró.
-¿No es perfecto?— preguntó.
-¿Que cosa?— inquirí, confundida.
-Mi novio—musitó, con aire de orgullo.
Yo reí, pero no dije nada. Aun cuando Millie me lo había preguntado no podía decirle lo que pensaba. Si, si era perfecto, pero por alguna extraña razón, mi boca no podía soltar esas palabras enfrente de mi amiga.
-¿A qué hora te irás mañana?— pregunté.
-A las seis.
-¿De la tarde?
-De la mañana.
Abrí los ojos como platos y la miré.
-¿Seis de la mañana? Y ¿a qué hora vendrás?
-No lo sé—musitó y luego hizo una mueca—. La isla de Torcello está un poco lejos, quizá venga como a las cinco de la tarde.
-Pero si sólo te harán una entrevista, ¿por qué tardarás tanto?
-Porque si me aceptan, me quedare para que me capaciten o algo así— se encogió de hombros.
-Voy a extrañarte—hice un puchero.
Ella rió.
-Me extrañarás más si consigo el trabajo, porque saldré hasta las ocho de la noche—volvió a reír y está vez yo me uní a su risa.
-Mills,estoy cansada, me acostare ya—dije.
-¿Tan pronto? Pero si son las ocho de la noche.
-Ocho cuarenta—corregí—, y si, estoy muy cansada y quiero dormir.
Bueno, de lo que había dicho, sólo la primera parte era cierta porque tenía miedo de volver a soñar la misma pesadilla de la noche anterior.
-Esta bien. Buenas noches.
-Buenas noches—me levanté del sofá y caminé hasta mi habitación.
-¡Ah! Mañana te tienes que levantar temprano—me avisó—. Noah vendrá antes que yo me vaya y luego te llevara al puente de los suspiros.
Me detuve antes de entrar a la habitación.
-Genial—mascullé, y sonreí.
Me introduje a mi habitación y me arropé para dormir, luego me acosté en la suave cama y me cubrí con las sábanas. Me quedé mirando el techo en total oscuridad, y alcanzaba a percibir el sonido del televisor proveniente de la sala.
Sentía el entusiasmo crecer con cada minuto que pasaba, mañana iría al famoso puente de los suspiros, un lugar que eh querido visitar desde que Millie se vino a vivir aquí; pero había otra razón para alimentar esa entusiasmo, y era que pasaría un buen rato con Noah. Pero aún no sabía por qué esa idea me entusiasmaba tanto.
Los golpes en la puerta me despertaron y entonces me percaté de la voz de Millie del otro lado.
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El manual de lo prohibido||Noah Schnapp y tu
Fanfiction¿Alguna vez has deseado algo prohibido? Como si esa cosa estuviera en la lista del "NO TOQUES, NI CONDICIES" pero que cada momento incita más y más a... tenerlo. Adaptada Todos los derechos al autor