Ese te quiero escrito en un pedazo de papel, ese
beso robado cuando te tomaron por la espalda,
esa caricia que te hizo sentir seguridad, esas
fotografías tomadas cuando te encontrabas
distraído. Todo eso, para darnos cuenta de que, al
final de todo, son los pequeños detalles, los que
más ruido te hacen en el corazón.