PARTE 1: Antes y después de seis meses.
Como una virgen inmaculada, un encuentro sagrado, dos cuerpos se encontraban recostados sobre una cama disfrutando del silencio, del calor y la oscuridad. Un color cobalto pastaba el ambiente que dejaba bajo la luz de la luna a la vista dos rostros sonrientes, cómplices y melancólicos.
Los ojos zafiros de Louis miraron con timidez en dirección al cuerpo que le envolvía, un dejo de sagacidad que por algún año se había esfumado pero, que golpeteaba con salir de su pecho le animaron a dejar su mano sobre el pectoral descubierto del otro.
El otro, era Harry Styles con recientes veintiséis años. No había otro lugar en donde quisiera estar que no fuera ese. Siempre era ese lugar.
—¿Tienes frío? —preguntó el ojiverde. Uno de sus pies tocó los del otro para comprobar si tenían calcetas puestas. No evitó formular una sonrisa orgullosa. Louis por fin aceptó que debía cubrir sus pies para evitar la gripe. —Aun así puedo poner la calefacción ¿sabes? —empujó.
—No, no —negó Louis mirando aún sobre el rostro del más alto. Ambos estaban vestidos aunque Harry traía su camisa abierta. —Estoy pensando en algo que te he querido decir hace un tiempo.
—Dispara —le alentó. —¿Qué pasa, Lou? —con voz ronca y pausada, preguntó. Sabía que Louis agradecía eso, lo calmaba.
—Quisiera pedirte un favor, en realidad —dijo acomodando sus manos bajo su mentón. El piso de reposo era el pecho derecho del ojiverde, desde ahí le miró y habló. —No tienes que seguir posponiéndote en ningún área, Harry.
Harry se mordió su labio inferior un momento. —No lo hago... estoy fluyendo. Tú también.
—No lo hago. —sonrió, Lou. —Ya sabes que no lo hago. No quiero que esperes algo si tienes otras... oportunidades yo... no puedo darte una fecha ni nada de eso que quizás necesitas. Quiero ser sincero y no darte esperanzas que no puedo cumplir.
—Lou. —Harry con sus nudillos se detuvo a sentir la piel cálida del otro. Le miró con adoración porque no había otra forma de mirarlo. —Yo esperaré.
—N-no.
—Sí. —afirmó el ojiverde dejando las caricias. Giró el cuerpo del más bajo, quedando sobre él. Notó el brillo en esos ojos azules y sonrió conmocionado. —Yo esperé que vinieses a por mí... alguien que no quieres saber, me dijo que debía dejar de perseguir a las personas.
—Uf ya me imagino quien te lo dijo —sarcástico y picante, Louis lanzó. Sintió las manos grandes del otro acunar sus mejillas. —Cabrón gilipollas. No me interesa. Te lo digo completamente en serio, no quiero... yo no sé... no sé salir de la caja donde estoy. No sé y no quiero. No tienes que esperar.
—Tienes miedo... no quieres romper tu corazón y eso está correcto. Yo no te presiono, solo tú y yo... siempre lo hemos sabido. Solo nosotros.
Era así. Otra vez verdes versus azules, otra vez el versus, otra vez el uno para el otro.
Harry irracional y con el corazón desatado se acercó y dejó sus labios tibios sobre los de Louis. No era un beso propiamente tal, no había saliva, no había lengua, no había hambre. Era un roce que simbolizaba un sello o la estampa de una carta escrita a tinta y debía viajar por muchos estados para llegar a su destino.
Fue un timbre que encendió la piel y los latidos del ojizafiro. Louis sin animarse a cerrar sus ojos sintió a Harry sobre su cuerpo dando calor y un ambiente tan parecido a un hogar. El toque se disolvió y el soplo del ojiverde le hizo estremecer y formular una pequeña sonrisa boba.

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Il sole
FanfictionSemanas antes del aniversario de los diez años de su ex boyband, Louis quiere hacer las cosas bien. Tuvo ángeles acompañándolo y una terapia que le empujó sobre el precipicio del futuro. Cayó despacio sobreflores y una gloriosa nueva oportunidad. ...