IX

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La rutina era la sed te tocar el cuerpo helado de Taeyong era su momento favorita del día.

Pero estos le estaba costando un poco su rendimiento, se sentía casado físicamente y tenía un voraz apetito. Se veía demacrado y con ojeras, todo le inrritaba desde hace dos días, era como si el mundo estuviera en contra de Doyoung.

Un día antes había tenido una pelea con Jeno, quién le siguieron seguir viendo al sacerdote, notaba el cambio físico y psicólogico.
Doyoung le grito en la oficina, todo eso se escuchó en el piso, Jeno se sintió mal. Jeno creía que en estos dos meses había nacido una amistad entre ellos, pero Doyoung aún seguía creyendo que era su empleado según en el criterio de Jeno. Doyoung lo consideraba su amigo pero no sabía que pasaba.

Su Nana solo llamaba pare ver cómo estaba, este mentía he intentaba que la servidumbre no notará la furia que llevaba consigo y su aspecto demacrado por medio del maquillaje. Aún que la perdida de peso era notorio.

El único que lo sentía bien era Taeyong, era un confidente, un protector, su alma gemela ante los ojos de Doyoung. Cuando su largo gornada del día terminaba, le encantaba terminar en los brazos congelados de Taeyong asiendo mimos o platicando de anécdotas personales.
El se reía y hablaba en su alcoba y esto alarmó a una de las chicas que hacía el aseó, pero pensó que a lo mejor hablaba por el teléfono o veía algo gracioso en el.

-Mañana es un año más de mi muerte- Suspiró Taeyong.

-¿Quieres que me quedé a tu lado mañana? Ha de ser difícil para tí- caricia si cabello castaño de la alma.

-No es necesario, tu trabajo es más importante- miro hacia arriba, pues estaba sentado en el piso y recargando su cabeza en una pierna de Doyoung.

-Tu eres más importante que mi trabajo. Odio que te menosprecies, parece que fueras una carga para mi. No lo eres, creo que por eso estás conmigo y yo contigo- tomo sus mejillas blancas -Ya está decidido, mañana no iré a trabajar he iré a dejar flores a tu tumba y la ceremonia ¿Ok?-

Taeyong lo abrazo y sus lágrimas saliendo de sus ojos, jamás había recibido flores ni por su abuelo de Doyoung.

Así fue, le mando un mensaje a Jeno que se encargará de todo, no le llamó, solo un mensaje, sentía vergüenza por lo que ocurrió, también le dió el día a la servidumbre.

Se levantó temprano, fue por flores y licor, el más caro y unos chocolates que le comento Taeyong que eran sus favoritos.

Llego y vio a Taeyong sentado en las escaleras de la entrada.

-No te ví en la mañana- saco del carro unas bolsas y un ramo blanco de nube y rosas blancas con rosas color rosa.

Taeyong sonrió con melancolía y acomodo su ropa negra.

-Te tengo que contar algo- suspiró -Yo no tengo tumba, mi cuerpo está enterrado en la entrada de la cabaña. Tu abuelo...ya sabrás- mordió su labio.

Doyoung no dijo nada, solo abrió el paraguas, una llovizna comenzó, se sentó a su lado y le dió un codazo.

-Lo haremos haya la ceremonia- le coloco el ramo enfrente de el -Prefiero dartelas ahorita-

Taeyong intento olerlas pero no podía.













Un pequeño pañuelo,era colocando en la maleza como mantel. Colocó el licor y los chocolates, Taeyong puso su ramo.

Taeyong estaba parado pero Doyoung se hinco, haciendo la reverencia.

-Creo que no lo debería hacer. La verdad no se que hacer- miro la ofrenda -Estas muerto, pero estás a mi lado. Quisieras que probarlas lo que te compre, pero no puedes. Es una frustración no hacer nada por ti-

Taeyong colocó su hombro, sus uñas se convirtieron largas y negras, se agachó.

-Puedes encontrar la respuesta en el diario- susurró en el oído -Yo hago todo por ti-

Doyoung entro en un trance, como si sus palabras entraron, retumbara una y otra vez.
Se lo colocó atrás de él y lo abrazo, el diario estaba en las piernas, abierta en una página.

Doyoung lo tomo entre sus manos. Tenía gerogrificos y rayones, pero en la esquina resaltaba algo en particular.

"Entre mis brazos y tú calor otra vez"

"Un ojo por una alma condenada"

Voltio la hoja, la letra era más entendible y clara.

"Solo un ojo de un niño, se necesita una alma de un pecador"

"Cuatro de cada uno es lo suficiente para su vida eterna"

Doyoung termino de leer y Taeyong quitó el diario de su manos y lo besó.

Ya pronto volverá como era antes, con su gran amor. Con un un Kim.











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Holaaaa, perdón por tardar pero no he tenido tiempo.

Espero que sea de su agrado.


Si tiene faltas de ortografía o palabras raras, avisen por fis.

Maldición [TaeDo] [NCT127] [ғɪɴᴀʟɪᴢᴀᴅᴀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora