POV Narradora
—¡Venga, baja ya, Alexander! ¿No quieres ver el deplorable estado en el que se encuentra tu AMADO?— hizo énfasis en aquella palabra mientras sus ojos parecían de un loco desquiciado. La respiración de ambos adolescentes comenzó a incrementar al igual que el dolor en el tobillo del rubio. Un quejido salió de los labios del rubio, pero este fue inaudible a los oídos del azabache, el cual solo se enfocaba en los ojos azules de Freddy.
—No hagas esto, Fred...— suplicó el de cabello color chocolate mirando a los profundos ojos del asesino frente suyo, una mirada llena de súplica y llena de dolor. No se creía capaz de soportar la escena a continuación.
El azabache por su parte se acercó lentamente a este haciendo que con cada paso el pobre Freddy sólo se encogiera en su lugar. Tocó su mejilla e hizo que alzara su vista para verlo cara a cara.
—Cariño, ¿quién te dijo que ya tenías permiso de llamarme por mi nombre?— Freddy cerró la boca fuertemente y tragó saliva esperando que el golpe llegara a su cara, pero nada pasó, el azabache simplemente lo contemplaba con una sonrisa en su rostro. Se separó lentamente todavía conectando mirada con el castaño y soltó una risita.
—Dios mío... ¿Qué es esto, Fred?— se sumó una voz grave a la conversación, el castaño dirigió sus azulados ojos hacia cierto pelirrojo de bastante altura. En su cara estaba plasmada la confusión y el horror.— ¿Fred pero qué mierda? ¿Qué pasa aquí? ¿Por qué...?— su mirada iba de arriba a abajo, de izquierda a derecha hasta que se detuvo en cierto rubio. Sus manos subieron hasta su boca.— No puede ser...
—¡Oh, sí que puede ser!— exclamó el de orbes rojas acercándose esta vez a Golden con una cínica sonrisa en su rostro. Estando cerca del cuerpo maltratado del rubio se agachó hasta quedar a su altura y tomar sus blanquecinas mejillas entre sus dedos para levantar la cara de este.— Di hola, Golden. Tenemos una visita.— El rubio simplemente soltó un sollozo y agachó la cabeza.—Golden... ¿Dónde estuviste todo este tiempo?
—¡Oh! Yo te doy una pista: Inicia con "A" y termina con "quí".— el pelirrojo miró horrorizado al de pelo negro.—¿Cómo pudiste hacer esto? ¡Es tan inhumano!— reclamó el de orbes ámbar apretando los puños.— ¿Cómo pudiste engañarme así? Ni siquiera sé cómo es que duermes de noche, monstruo.— una carcajada salió de los labios de Fred haciendo que los encadenados lo observaran con confusión.
¿No había situación que no le pareciera graciosa a este psicópata?
—¿Yo engañarte? ¿Yo soy el monstruo?— comenzó preguntando señalándose a sí mismo.— Ahora déjame hacerte la misma pregunta: ¿cómo es que TÚ duermes de noche?— el pelirrojo estaba por abrir la boca para responder pero Fred fue mucho más rápido y habló en su lugar.— Yo no fui el hijo de puta que estuvo durmiendo tranquilo sabiendo que quizá la persona que "amaba",— comillas con los dedos.— estaba siendo torturada y secuestrada, quiero decir ¿cuántos dedos moviste para ayudar a la desesperada familia Golden en encontrar a su pequeño hijo?— Golden abrió los ojos en sorpresa y alzó la cara, la cual seguía atrapada entre los dedos del azabache.
—¿Mi... Familia?
—Sí, querido, tu familia te estuvo buscando, y sigue con la búsqueda, sólo que no han encontrado nada... Soy bueno escondiendo lo que me pertenece ¿no?— al final de la frase miró directamente a los ojos grisáceos del rubio pero rápidamente volvió su mirada al de mayor estatura.— ¿Sabes cuánto ha sufrido este chico de aquí? ¿Sabes cuántos meses lleva encerrado aquí? Me sorprende que siga estando cuerdo con todo lo que le he hecho. ¿Tú sufres porque piensas que soy "incomprensible"? ¿Sufres porque en esta corta "relación" que tuvimos fue tóxica y manipuladora?— soltó lentamente la cara del rubio para caminar lentamente a Fox mientras que esté trataba de alejarse chocando con los escaleras y cayendo sentado en los escalones.— Cariño, yo nunca te amé, ni siquiera te quise, solo quería que te hicieras más cercano a mi para que este momento llegara, ¡jodidamente exhaustivo he de decir! ¿Y sabes para qué? Para que aquel que fue mi mejor amigo y novio tenga su propia venganza.