Capítulo tres

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Gun se quedó helado mientras vio marcharse a su alumno.

A pesar de haber escuchado que era vago, contestón y solo pensaba en divertirse con una y otra, lo cierto era que no se había imaginado que con esa hermosa cara, el chico pudiese ser tan cruel y tener tanta rabia en sus palabras

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A pesar de haber escuchado que era vago, contestón y solo pensaba en divertirse con una y otra, lo cierto era que no se había imaginado que con esa hermosa cara, el chico pudiese ser tan cruel y tener tanta rabia en sus palabras.

Los demás alumnos confusos lo miraron, así que finalmente se levantó y salió del aula tras él.

-Detente... espera un segundo-le dijo mientras corría por el pasillo del Instituto para poder alcanzarlo.

-¿Qué demonios quieres ahora....¿cómo era tu nombre?....ah si, frikiGun- gruñó el más alto mientras se detenía.

El mayor rodó los ojos.

-Oye... pero, ¿Qué ocurre contigo?, ¿por qué te enfadas con alguien que solo pretende ayudarte? -preguntó este cuando por fin logró alcanzarlo—…¿Acaso no ves que esto es por ti?, ¿para que puedas aprobar el curso?.

Off lo miró y acto seguido soltó un profundo suspiro.

-Mira...lo cierto es que no me gusta suspender y mucho menos perder el curso pero prefiero estudiar solo a que tú y tus amigos me miréis por encima del hombro.

—Nosotros no hemos hecho es...

—El que seas mayor que yo y se te dean bien los estudios, no te hace mejor que yo, ¿De acuerdo?

Gun frunció el ceño fruncido mientras lo miró sin entender pues el chico parecía hablar con recelo, con una ligera furia pero no sabía el motivo exacto y lo cierto le daba bastante miedo preguntar.

-Está bien, bueno perdona si te di esa impresión pero te juro que no pretendía darte a entender que somos más que nadie—se disculpó el más bajo—....Yo sólo quería que cogieras esto con seriedad, porque te juegas el pasar de curso y tu futuro.

Tras ver a este mirar al suelo muy apenado, de repente Off se sintió como una mierda por haberle hecho sentirse culpable, cuando en realidad la culpa era suya, por haber suspendido los exámenes.

-Ok, está bien, voy a intentarlo, acudiré a tu dichosa tutoría.

Gun levantó su rostro y sonrió feliz.

-Eso es maravilloso...verás que si estudiamos un poco cada día, aprobaras sin problema.

-¿Cada día?, pe-per...

-¿Qué te parece a las siete en tu casa?-preguntó el más bajo rápidamente.

—Si pero no puede ser en mi casa.

El mayor asintió conforme.

—Bien, entonces en la mía pero supongo que no sabes dónde vivo, así que te lo escribiré, ¿De acuerdo?.

- Si, si lo sé—afirmó el menor rascándose la nuca

-¿En serio lo sabes?, ¿cómo es que lo sabes?

Off titubeó.

-Bue-Bueno, lo escuché por ahí... emm  ¿q-que más da?, lo sé y punto pero ¿Por qué en tu casa?

La verdad era que este se lo había escuchado comentar muchas veces a su amigo White, ya que el chico que le gustaba, en realidad era el vecino de Gun.

-Bueno ...supongo que por tu molestia no querrás estar con los demás en la biblioteca, ¿no?

-No, que fastidio.

El mayor frunció el ceño de nuevo ante la inmediata negativa de su alumno a ir a la biblioteca y a su casa pues eso sería una buena explicación y quizás la clave de su carácter y actitud estaba en su vida familiar

-Bien, bueno pues en mi casa a las seis, entonces... si quieres podemos empezar hoy—confirmó Gun anotando en el calendario de su móvil.

Off suspiró con resignación pero finalmente asintió mientras levantaba su puño para que Gun lo chocase.

-Claro colega, ahí estaré.

El más bajo no entendió lo del puño, aunque sonrió quedándose parado, a lo que el más alto le cogió la mano, le hizo cerrar el puño y lo chocó contra el suyo, por lo que este soltó una pequeña y sonora carcajada.

—Opps, era eso, lo siento

Su risa hizo que sus ojos se cerrasen, mostrando unas tiernas arruguitas en los lados y los lindos hoyuelos de sus mejillas se pronunciasen, mientras que un leve sonrojo tiñó sus mejillas, por lo que el más alto se quedó embobado.

-Emmm....s-si eh...hombre no me dejes colgado en el sa-saludo- disimuló nervioso Off tras reaccionar-... b-bien bueno...emm... chao e-entonces.

—Chao—dijo mientras lo veía alejarse

Gun miró su puño, el cual se había quedado suspendido en el aire, donde se lo había puesto su extraño alumno y tras bajarlo lo acarició con su otra mano, acercándoselo a su pecho.

La verdad era que en el mismo momento en que Gun había sentido el tacto de Off sobre su piel, su cuerpo se había estremecido e inexplicablemente, su corazón había comenzado a latir con mucha más fuerza.

-Cha-Chao, hasta mañana, Off

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5. El tutor- Offgun TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora