Capítulo ocho

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Tras las clases en casa de Gun, Off había tenido que encerrarse en su baño y darse una ducha bien fría.

-¿Qué tal las clases hoy, hijo?, ¿qué tal con ese chico?—preguntó su padre en la noche.

Este dejó de remover su sopa, la cual le había servido su atenta madre y acto seguido miró a su progenitor con miedo.

No podía decirle que tenía pensado dejarlo porque Gun lo había besado porque pondría el grito en el cielo y tras golpearlo nuevamente, iría a la casa del mayor y le desgraciaría la vida como lo había hecho con su amigo Pete.

-Bien papá, después de estudiar en el salón, estuvo contándome como se liga él a las chicas y además me dio unos trucos, para ligarmelas más fácilmente—mintió.

El hombre sonrió orgulloso.

-Así me gusta, ese Gun ya me cae bien.... Dile que venga a cenar una noche, quiero conocerlo.

-No sé papá, no tengo tanta confianza, no es...

-No quiero excusas- le interrumpió su padre- ...invitalo, dile que me agradaría conocerlo y que queremos agradecerle su ayuda, ¿De acuerdo hijo?.

Este suspiró con resignación.

-S-Si papá, está bien, se lo diré.

En toda la noche, el moreno no pudo dormirse pues su tutor no salía de su mente, ni tampoco Pete, por lo que  dio vueltas y más vueltas en la cama,  sin saber en qué momento se habían  torcieron tanto las cosas para fastidiarlo todo.

Con su vecino y amigo Pete también se había sorprendido, solían ver peliculas juntos y hablar y hablar de chicas, coches, motos y videojuegos, casi todo el tiempo pero una tarde todo eso cambió.

Su vecino llevaba días raro y cuando le dijo de ir a su casa para hablar, él pensaba que sería por alguna chica que lo había rechazado pero no fue así, en lugar de eso este le dijo que le amaba y luego le besó.

Él tenía diez y su amigo doce, estaban en el mismo cuso pues el mayor había repetido, ya que era bastante mal estudiante y cuando su padre llegó a casa más temprano que de costumbre, se los encontró.

Este montó en cólera y le abofeteó, luego cogió a su amigo por un brazo y lo arrastró hasta la casa de este, donde se lo dio a sus padres y le advirtió gritando: «¡No quiero volver a ver cerca de mi Off, al maricón de vuestro hijo o lo denunciaré por acoso!».

Días después toda la escuela lo miraba raro pues ya todo el mundo lo sabía y entre los cuatro amigos, todo se volvió extraño, finalmente los padres de Pete no aguantaron la presión, lo mandaron lejos y no habían vuelto a verle.

Off pensó que no quería pasar por eso de nuevo y aunque Gun no era su mejor amigo, ni tampoco le había confesado estar enamorado de él como lo había hecho Pete, el tutor no sé merecía que su padre le arruinase la vida, además quizás este solo lo había hecho para que lo soltase sin ningún tipo de interés, quizás  había sido tan solo un juego.

En la oscuridad de su habitación, el moreno daba, no sabía como iba a convencerle, después de lo que le había dicho y en la manera en la que se había ido pero su padre quería conocerlo y tenía claro que debía conseguir traerlo a casa como fuese.

Lo que Off ya no tenía tan claro, era la erección que había tenido con el roce de sus cuerpos y con el cálido aliento en su cara, sus brillantes y profundos ojos de este, mirándolo fijamente mientras le suplicaba que lo soltase.

Y para colmo estaba el jodido beso, el mejor beso que le habían dado en su vida y que le había provocado una instantánea erección.

-Joder ¿Qué mierda estás pensando?-se regañó a si mismo-...tú no eres gay, es solo que hace mucho que no estás con nadie, si eso es, a mi me gustan las chicas... me tienen que gustar las chicas.

5. El tutor- Offgun TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora