Capítulo veintiuno

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Gun se llevó una gran sorpresa cuando al día siguiente, Off estaba sentado en uno de los pupitres de su aula.

-Vaya que interesante, al parecer seremos uno más a partir de ahora.

El más alto sonrió de medio lado sin dejar de mirarlo fijamente y con actitud chulesca, luego lo repasó de arriba abajo como si le estuviese haciendo una radiografía mental, a lo que el profesor se sonrojó y carraspeó nervioso.

-Bi-Bien comencemos la clase, entonces... abrid el cuaderno por la página tres.

Al terminar las primeras clases de ese día, los demás presos salieron los treinta minutos de esparcimiento que les eran concedidos para ir al baño, fumar, tomarse algún medicamento recetado o simplemente distraerse en el patio y el moreno lo aprovechó para acercarse al maestro.

-¿Qué haces aquí?-preguntó molesto, colocándose detrás de él.

Gun hizo por no girarse y seguir mirando hacia el patio, donde estaban sus alumnos

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Gun hizo por no girarse y seguir mirando hacia el patio, donde estaban sus alumnos.

-¿Po-Por qué?, ¿a-acaso te molesta?-preguntó encendiendo un cigarrillo.

El moreno entonces dio un paso hacia adelante mientras apretaba los puños con fuerza.

-Joder, sí...sí me molesta, ...yo no quería que vinieses aqu...

-Tú ya no eres nada mío, Off...bueno si, eres mi alumno nada más- interrumpió el más bajo con molestia-... perdiste el derecho sobre mi hace mucho tiempo....yo puedo hacer lo que me de la gana y además, no quería morirme de hambre sin un trabajo.

Off se aproximó mucho más, hasta quedar justo detrás de él.

-Este no es lugar para ti, Gun...tú estás por encima de toda esta mierda.... Deberías haber buscado trabajo en otra cuidad...cualquier otro hubiese sido mejor que acabar aquí.

El más bajo se giro y nervioso por la proximidad de este, chasqueó la lengua con fastidio.

-M-Me da i-igual lo que pienses... me apasiona enseñar y voy a seguir aquí te guste o no.

Luego de eso, este dio un paso ateas, se giró y se fue hacia el aula de nuevo.

Mientras, el moreno rabioso por la negativa del tutor, dio un fuerte puñetazo a la pared del edificio, a la vez que soltaba un gran grito de frustración.

Tras el descanso, la clase comenzó de nuevo y Gun sintió sobre el la mirada rabiosa de su exnovio durante todo el tiempo pero no dejó que eso le intimidase.

Ese día no volvieron a hablar más y cuando el maestro finalmente se fue, Off regresó a su celda y allí muy frustrado, maldijo y golpeó la pared hasta hacer sangrar sus nudillos.

Su compañero de celda era un hombre de unos sesenta años llamado Sam Saelim, al que habían condenado por veinticinco años tras robar y secuestrar a una autoridad junto a su banda.

Este era el único que aguantaba allí pues antes que él, ya habían pasado más de veinte presos por la celda, los cuales Off se había encargado de echarlos, golpearlos o atemorizarlos.

A pesar de los delitos que había cometido, Sam era un buen hombre y en cierta manera al moreno, éste le recordaba al padre que le hubiese gustado tener.

...-Hey, muchacho pero mira tus manos, ¿qué te ha pasado?, otra vez esos malditos «Cruces negras»-habló el hombre pensando en alguna nueva pelea.

-No, esos mamones no han vuelto a acercarse... creo que la última paliza de advertencia los hizo desistir de sus planes para joderme.

-Debes tener cuidado, chico...tan solo te quedan tres años para salir de este maldito agujero...pronto habrá una nueva revisión de tu caso y perderás la oportunidad de que puedas salir antes...eres un buen hombre y no debes armar revuelo.

Off resopló molesto.

-Me importa bien poco...No me espera nada bueno ahí fuera...Además ¿por qué demonios iba a querer salir de aquí?... Allí tan solo soy conocido como el chico que mató salvajemente a su padre... aquí soy alguien y todos me respetan y me temen-dijo envolviendo sus manos en unos paños hechos con una vieja camiseta.

-¿Y qué hay de ir a Corea del Norte?... recuerdo que cuando llegaste aquí, hablabas de irte allá, buscar y recuperar el amor de tu precioso novio.

El moreno soltó un gran resoplido.

-Ha pasado mucho tiempo de eso... además él no quiere saber nada de mi...me odia-gruñó.

-¿Por qué dices eso?, en verdad no lo sabes, quizás él todavía te espere.

Este se dejó caer en su litera.

-Si lo sé, amigo mío... lo sé muy bien, porque él está aquí.

5. El tutor- Offgun TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora