Capitulo Veintidos

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23 DE FEBRERO 2015

2 días, 6 institutos atacados, 50 niños desaparecidos.

El salón de acuerdos de Alicante estaba a rebosar de cazadores de sombras, cada uno hablando, discutiendo o gritando

-¡Silencio!-exclamó Jia haciéndolos callar a todos, Isabelle se sentó entre su madre y Alec, había dejado a sus hijos en la casa de los Lightwood’s en Alicante estaban siendo cuidados por Emma Castairs y Julian Blackthorn que como tenían 17 años no podían entrar, la reunión se había puesto para dos días después de los dos primeros ataques, pero en justamente esos días otros 4 institutos fueron atacados-bueno, sabemos que 6 institutos fueron atacados por algún nefilim de los nuestros, sin embargo cada instituto me asegura que durante los ataques sus cazadores de sombras estuvieron con ellos ¿es posible que haya algún cazador de sombras fuera de la clave? Los directores de los institutos de los Ángeles, Buenos aires, Boston, México, Toronto y San José tienen información que puede llevarnos a la captura del secuestrador-4 hombre y 2 mujeres se colocaron en frente

- nos damos cuenta que apenas los ataques han sido en América-dijo la directora del instituto de San José- no ha cambiado el continente, también de que la persona que está secuestrando no ataca a nadie, en los institutos nadie ha salido herido-

-es vanidoso-dijo el director del instituto de Toronto-mientras ataca a los niños es invisible, sin embargo al final aparece, sonríe admirando su trabajo y desaparece-

-mantiene una capucha en la cabeza que evita que sepamos su identidad-dijo Arthur Blackthorn

-es un nefilim, pero diferente al resto de nosotros, crea runas-Isabelle sintió a Clary tensarse cuando todas las miradas se dirigieron a ella

-es estúpido-dijo Marysse levantándose-dijeron que era un chico-

-lo es-dijo la directora de San José-parece que tuviera el fuego celestial-esta vez todos miraron a Jace

-si quieren pruébenme con la espada mortal, no tengo miedo-dijo Jace

-no es él-dijo el del instituto de México-nosotros vimos sus ojos, no son dorados, son marrones-

-nosotros también vimos sus ojos-dijo la directora de Buenos Aires-y no solo eran marrones, tenían dorado-

-¿Cómo sabían del fuego celestial?-preguntó otro cazador de sombras

-lo usó contra nosotros-dijo la directora de San José-le dimos gran batalla, así que formó un aro de fuego celestial alrededor de él para mantenernos alejados mientras terminaba una runa en su brazo, estuvimos muy cerca de atraparlo-

-¿una runa?-preguntó Jia

-hace una runa en su brazo y desaparece, creo que es lo mismo que hace con los niños, solo que en el suelo-dijo el director de México

-debajo de los niños se formó un circulo en el suelo, como la runa que él se hacía en el brazo, pero como en el suelo-se empezaron a escuchar murmullos, Jia los hizo callar y se dirigió a los directores

-¿algún patrón que siga?-

-atrapa niños entre 7 y 15 años-dijo Arthur

-se intercala entre América del norte y América del sur-dijo el del instituto de México-el siguiente ataque será en Estados Unidos o Canadá-

-tienen que estar en guardia esos institutos-dijo Jia-necesitamos al secuestrador vivo, si queremos recuperar a nuestros niños, lo necesitamos vivo-

-prácticamente estamos colocando de carnada a los niños para obtener al secuestrador-dijo Marysse

-Marysse, no tenemos opción-dijo Jia, giró a los directores-intervalo de tiempo de cada ataque-los directores se miraron

-al parecer dos institutos por día, con un espacio de 6 horas-dijo Arthur

-hoy debe estar molesto-dijo el director de México-los institutos están vacios-

-¿Por qué simplemente no dejamos a los niños aquí en Alicante?-dijo un cazador de sombras

-simplemente no se puede-dijo Jia-además ya han desaparecido 50 niños-

-aun tenemos más-

-si no funciona el plan, los traeremos a todos, sin excepción a Alicante-

-si no funciona el plan, habremos perdido a varios niños de nuevo-

-funcionará, créanme-

El instituto de Nueva York estaba siempre vigilado, una vigilancia totalmente discreta que el secuestrador no se daría cuenta, los niños estaban dispersos por todo el instituto pero siempre con adultos que fingían hacer cualquier cosa, pero siempre estando en guardia, Isabelle estaba en la biblioteca junto con otros cazadores mientras vigilaban las clases de los niños cuando escucharon un grito, no era un grito infantil, era un grito de dolor de un adulto

-quédense aquí-dijo Isabelle a los niños que iban a intentar salir y ella salió junto con otros cazadores rumbo al sonido, en el salón principal encontraron a Alec apuntando con su arco, vieron una flecha flotando, sin duda se había incrustado en el hombro del hombre, este se hizo visible, aun con su capucha que ocultaba su rostro

-estás rodeado-dijo Marysse, todos los cazadores de guardia, el vello del cuello de Isabelle se erizó cuando el hombre sonrió y enseguida un aro de fuego celestial ardió alrededor de él, el hombre se acercaba a la ventana detrás de él, cuando Jace salió disparado, atravesó el fuego celestial sin ninguna quemadura y empujó el chico, ambos atravesaron la ventana, el resto de los cazadores fueron hasta la puerta y salieron, Jace se había puesto de pie, el otro chico también y ambos empezaron a pelear, Isabelle llegó a la pelea sacando su látigo, eran demasiados cazadores de sombras para uno solo, pero de todos modos el otro chico peleaba con facilidad, ella logró envolver su látigo en el brazo del chico, pero él lo agarró y lo empujó hacia él llevándose consigo a Isabelle, tumbándola, Isabelle con ira también jaló hacia ella, lo estaba distrayendo para que los otros cazadores atacaran por detrás, después de que el chico jalara hacia atrás su capucha se cayó dejando ver su rostro, todo el instituto quedó paralizado ante la cara conocida, Isabelle dejó de jalar, el chico miró a todos sorprendidos, Isabelle se fijó en el cabello liso y castaño, lo ojos marrones que tenían ahora dorado, el mismo rostro que ella había amado

-Simon-tartamudeó Isabelle, no sabía si le estaban gastando una mala broma, pero se dio cuenta de que todos podían verlo, pero no era posible, él estaba muerto, ella había visto la runa de Clary plateada, él no debería estar ahí secuestrando niños, él estaba muerto, ella notó la expresión confundida en el rostro de Simon

-¿Quién es Simon?-y antes de que todos pudieran reaccionar, terminó la runa en su brazo y desapareció, Isabelle se quedó de pie ahí, tratando de analizar todo lo que había pasado.

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