180°

la caida

Después de la maravillosa noche ambos fuimos a mi cuarto el se acomodó entre mis brazos y yo lo abrace como si quisiera que nunca amaneciera, como si deseara parar el tiempo en ese instante y dormí con la paz que hace mucho no sentía.

Me desperté con los rayos de sol que ingresaban por mis ventanas, algo aturdido sentí que algo me falta miré a mi costado y solo había una nota que decía:
Hasta pronto bombón 😉
Los recuerdos llegaron a mi mente cada caricia y cada beso lo sentía tan vívido que en serio necesitaba una ducha con agua bien fría.
Me aliste y salí rumbo a la comisaría al llegar Greco me miraba extrañado.
GR: Volkov tienes algo en la cara
VV: que en serio dónde
GR: si algo raro es como mmmm no se cómo si estuvieras sonriendo jajajjaja
VV: ja ja ja que gracioso Rodríguez.

Greco

Volkov se veía feliz y eso era raro el pero en cierta forma alegraba siempre lo había visto triste o apagado sabía que había sufrido mucho por algo que sucedió con su familia así que era bueno verlo así.
Durante todo el día no dejo de sonreír por más que el súper gritaba y golpeaba a el parecía no importarle.

Pasaron varios días y en mi cabeza la duda de que éramos, si amigos, novios o que. Horacio entraba a la comisaría saludaba a todos, me guiñaba el ojo y se iba o cuando me encontraba solo me daba un pequeño beso sin decir nada y eso me mataba,  estaba muy confundido además me di cuenta que yo no tenía su número nunca se lo pedí así que la próxima vez que lo vea se lo pediré me dije a mi mismo.
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Una tarde hacia mi recorrido en el Z por el norte oí en mi radio los gritos del súper
JC: QRR QRR quiero a todos cagando ostias en mi 10-20
Revise su ubicación y yo estaba cerca acelere el coche y en menos de 5 minutos estaba en el lugar ví a Conway herido cerca de su vehículo así que mi prioridad era sacarlo de ese lugar.
Indique por radio que necesitaba un médico de urgencia en el hospital del norte para atender a mi jefe.
Llegaron los refuerzos y pude sacarlo arranque, el hospital estaba cerca, ingrese pero no parecía haber nadie tenía a Conway en el coche mal herido así que empecé a buscar en todas las habitaciones un puto médico.
Al final de pasillo escuché un fuerte ruido como de cosas de metal cayendo al suelo así que corrí a ese lugar abrí la puerta rápido y lo ví, un médico tenía a Horacio contra la pared, sus piernas rodeaban la cintura de ese alto hombre y el lo besaba.
Sentí que el piso donde estaba parado  desaparecía y yo caía en un profundo pozo no sabía que decir.
Salí de ese lugar, ellos ni cuenta de dieron de mí presencia tome mi radio y volvía a solicitar un médico, corrí hasta el coche intentando solo concentrarme en mi jefe después de unos minutos ví a ese mismo doctor que antes había estado taaannn ocupado salir de prisa con una camilla y atender a Conway.