-Diana... Diana... -gruñí.
-¿Qué? -murmuré de mala gana acurrucandome más a, lo que yo creo, es una almohada.
-Te quedaste dormida. -abrí los ojos de golpe. No estaba acurrucandome en una almohada, me estaba acurrucando contra Nate.
Me levanté un poco del sofá y me sustuve con un brazo.
-Lo siento... -tallé uno de mis ojos. -¿que hora es?
-Son las 3 am. -asentí. Abrí un poco más los ojos y paseé mi mirada por la sala.
-¿Y los chicos? -pregunté.
-Se fueron como a las 2 am. -respondió. Se levantó del sofá y se estiró haciendo sonar sus huesos.
Me estiré como si fuera un gato, y me levanté con la sábana enrrolada.
-¿Donde puedo vestirme? -señalé el baño. Él soltó una risilla.
-¿Que? -arqueé una ceja.
-Pareces una gatita cuando te estiras. -me encogí de hombros.
-Azul me lo ha dicho. -solté una risilla cansada.
-Bueno, me voy a vestir. -tomó el bolso que había traido de su casa.
Entró en el baño. Volteé a buscar un poco de soda o algo sobre la mesa, mi boca estaba seca. Tomé un sorbo de la soda que había dejado sobre la mesa. Tomé un bol con snacks y comí un poco de estos.
Me senté con la piernas cruzadas en forma de indio y me envolví con una manta. Busqué mi celular y lo desbloqueé. Tres llamadas perdidas de mamá, y 2 de Josh. Llamé a Josh y en segundos me atendió.
-No me llames hasta mañana en la tarde enana, estoy ocupado. -su gruesa voz me hizo saber que estaba haciendo.
-Okey, usa condón. -sonreí para mí misma.
-Mark no puede quedar embarazado, así que cállate y la que debe usar condón eres tú, adiós. -colgó y solté una carcajada.
Negué divertida y llamé a mamá.
-¡Diana Rose Marshall Pottorf! ¿¡Que diablos hacías que no me atendías las llamadas!? -alejé el celular de mi oído gracias al grito de mi madre.
-Lo siento, estaba dormida y no escuché mi celular.
-Vale, espero que no vuelva a pasar. -sabía que ella entrecerraba los ojos.- ¿que haces cariño?
-Nada, tomando soda. -respondí.
-Oh, vale cariño.
-¿Con quién hablas preciosa? -volteé a observar a Nate abriendo los ojos a tope.
-¿Quién es ese Diana Rose? -mierda, me matarían.
-Es Josh, solo es Josh. -le hice señas a Nate de que se callara.
Él frunció el ceño, estaba molesto. Y ni puta idea de porque lo estaba.
-Me iré a dormir, estoy muy cansada, ¡adiós! -colgé y suspiré aliviada.
-¿Con quien hablabas? -la voz de Nate era dura.
-Era mi madre, está molesta. -hice una mueca. Él relajó sus facciones.
-¿Por que? -preguntó sentandose mi lado.
-No le atendía las llamadas, y te escuchó hablar. -rodeé los ojos.
-Uh, lo siento. -hizo una mueca con sus labios.
-No interesa. -sonreí.
-¿Tienes sueño? -asentí levemente.
Me levanté junto a Nate.
-Traeré unas mantas para ti, si quieres puedes dormir en lo de Josh o en la habitación de huespedes. -señale las escaleras con mi pulgar.
Se acercó un poco hacia mi.
-Quiero dormir contigo, ¿se puede? -tomó mi cintura acercandome más a él. Tragué saliva.
-Ah... ahm... ehm, ¿no? -tartamudeé.
-Tomaré eso como un si. -me alzó poniendome sobre su hombro.
Solté un chilido mientras el corría conmigo encima escaleras arriba. Entramos a mi habitación y me puso sobre la cama.
-Quiero que te alejes. -entrecerré los ojos. -no caeré por ti.
Él soltó una carcajada.
Se montó encima de mi acercandose a mi oído.
-En unos días... te tendré bajo mis sábanas gritando mi nombre. -supe que estaba sonriendo.
Se separó de mi y bajó de la cama. Salió de mi habitación dejandome en shock.
¿Que mierda había dicho?
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-¡Estúpido despertador! -y allí, va el tercer despertador que rompo.
Me levanto con pereza de la cama. Tomo mi celular, 12:26 pm. ¿Qué?
Salgo de mi habitación y siento un delicioso olor a huevos recién hechos. Bajo las escaleras y me encuentro con algo muy prometedor.
-¡Hola preciosa! ¿Quieres huevos? -reí sentandome en la mesada.
Nate se volteó de nuevo sirviendo en dos platos huevos revueltos, con tostadas y tocino. Relamí mis labios. Nate estaba cocinando para mi, sin camisa, esto es el paraiso.
-Vale. -sonreí. -¿dormiste bien? -pregunté.
-Sip. -asintió sin mirarme.
-¡Estoy en... -volteamos a ver a Josh entrando en la cocina. Dejó caer un bolso. -casa. ¿Quien hizo el desayuno-almuerzo? -preguntó sentandose a mi lado.
-Si, hola para ti también. -rodeé los ojos.
Nate se volteó he hizo un saludo de hombres con Josh. Ya va, ¿que?
-Lo hizo Nate. -observé al castaño sirviendo dos vasos con jugo de naranja.
-Tienes mi bendición, esta enana no sabe cocinar. -le dí un manotazo en el brazo mientras el reía.
-¡Claro que si se! -me cruze de brazos.
-¿Que paso la última vez que hiciste pan tostado? -enarcó una ceja.
Suspiré derrotada.
-Quemé la tostadora. -Nate soltó una carcajada.
-¿Es en serio? -preguntó dejando los platos en la mesada.
-¡Fue solo una vez! -chillé.
-Menos mal que hize el desayuno yo. -se sentó en frente de mi.
-Aja... -respondí.
-No te molestes. -dijeron ambos al unísono.
-Chicos... -murmuré.
-¿Uh? -ni me miraron.
-Quiero salir el viernes a una fiesta... -miré mi celular.
-¿De quien? -preguntaron ambos volteando a verme.
-Casa de Jake Miller. -sus quijadas llegaron al suelo.
Creo que no debí decir nada.
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Hola chicaaaaas! creo que este cap esta corto y del asco:/ pero ustedes lo leen, DEN OPINIONESSSSS:-(
TENGO UN ANUNCIO CHICAAAAAS!!!!
Diana Marshall ahora tiene Instragram!!!!!!!!!!! si quieren seguirla o no lo sé aquí les dejo el user:
@dianamarshall_
Eso es todo. Cuando se terminen de crear los demás, dejaré los user.
LA DIVAZA SE VA, PAAAAAAAZ.
ESTÁS LEYENDO
Omaha Bad Boy. -Nate Maloley-
Fanfiction“-Quiero que te alejes de mi. -dije con ira entrecerrando los ojos hacia él. -no caeré por ti. Rió cínicamente. Se acercó hacia mi oído. -En unos días... -susurró y supe que estaba sonriendo. -te tendré bajo mis sábanas, gritando mi nombre." —————— ...