Capítulo 10

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POV GRACE


Ya no podía seguir ocultando por lo que sentía hacia Mike, era algo tan extraño pero a la vez tan hermoso. No podría explicarlo.

No sé si ya estoy empezando a tener el síndrome de Estocolmo, eso sería lo único que me faltaba.

Por estar metida en mis pensamientos, se me estaba quemando la carne que tenía en la plancha. Sentí una mirada detrás de mí, no quería darme vuelta sé que no podría verlo a la cara.

― Huele delicioso ― inhalo.

― Sí, estoy segura que te gustara mucho ― sentencie dejando el plato en la mesa con la ya comida servida, todavía mantenía mi cabeza agachada.

― ¿Si? ¿Y cómo estas tan segura Grace? ― pregunto a la vez que me levantaba la cabeza para así mirarlo.

― Bueno yo...

En realidad no sabía porque estaba tan segura que le podría gustar lo que yo pudiera hacer, si de todos modos me va a tratar mal.

― Mejor sirve la comida.

Cuando salió de la cocina pude dejar salir todo el aire que había estado reteniendo todo ese tiempo. No entendía como me resultaba tan intimidante, con esos grandes ojos verdes que podías sentir como te atravesaba con su mirada. Una vez servida la comida la fui a llevar al comedor y como era de esperarse no me ayudo con ello.

― Espero y si te guste ― dije en voz baja.

― Tengo algo que decirte ― espeto con nerviosismo.

No dije nada, solo afirme con la cabeza para que pudiera continuar.

― Soy un hombre lobo ― soltó sin más.

Yo no sabía cómo reaccionar ante lo que acababa de decir, no sabía si reírme, no sabía si seguirle el juego o sencillamente es que él está completamente chiflado.

― ¿No piensas decir nada? ― inquirió con fastidio.

― ¿Qué quieres que te diga? ― pregunte ―, no sé cuál es tu enfermo juego, pero no lo pienso seguir Mike.

Dije levantándome de la mesa y agarrando mi plato para irme a la cocina, pero me fue imposible, ya que fui agarrada de mi brazo y siendo estampada con la pared más cercana; ya eso se le está haciendo costumbre, mi plato con comida termino destrozado y disperso en el suelo.

― ¿Piensas que estoy jugando?

― Claro que estás jugando, como me vas a decir que eres un hombre lobo si esas criaturas no exis...

No termine de hablar porque los ojos de Mike empezaron a cambiar tornándose de un color rojo carmesí, era tan fascinante que sentí como si hubiera quedado hipnotizada con ellos. Y no ser eso suficiente observe como de su boca comenzaban a asomarse unos colmillos tan afilados que podían cortar lo que se le atravesara.

― ¿Ahora me crees cariño?

― Esto no es verdad, no puedo creerlo ― decía mientras movía mi cabeza negando una y otra vez.



¡¡¡Hola mis lindas (os)!!!

Espero que les guste mucho este capítulo.

Y sin más que decir disfruten este capítulo, besos y abrazos.

No olvides de votar y dejarme tus comentarios.

―Chuli.

GRACIAS A ÉLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora