2408 (Parte 1)

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Me despierto en medio de la noche. La única luz que entra por mi ventana es la luz lunar. Tan azul y brillante.

-¿Ya terminaste de llorar?- dice alguien en algún punto de mi habitación.

Me levanto de inmediato y me quedo en una esquina de mi cama.

Al buscar puedo ver a Zach recargado en la puerta con los brazos cruzados sobre su pecho.

-¿Qué haces aquí?

-Tú te puedes responder esa pregunta, dime tú a mi ¿Qué hago aquí?

Entonces lo sé. Estoy soñando.

Me sorprende lo bien que me he grabado su voz y actitud al punto de poder imaginar su odioso aire prepotente.

-Si me hubieras hecho caso no tendrías el corazón roto.

-¿Y yo que iba a saber? Estabas ebrio, decías estupideces- levanta una ceja-. Bueno, más de las que sueles decir.

Levanta las manos en son de paz.

- No quiero decir te lo dije, pero te lo dije- se acerca más y se sienta al pie de mi cama.

-¿Y? ¿Cuál es tu punto? ¿Vienes a burlarte?

Se pasa una mano por el cabello negro carbón mientras sonríe de lado.

-Vengo a decirte lo que tú sabes y quieres ignorar.

-¿Y qué es?

Estoy en espera de una respuesta reveladora que me ayude a resolver algún problema de mi vida, pero no. Es Zach.

Se acerca más y tengo que retroceder hasta que mi cabeza choca con la esquina de la pared- Que te vuelvo loca- susurra.

Se separa para ver mi cara de confusión y suelta una sonrisa.

Tomo una almohada y se la lanzo pero su imagen desaparece dejando un rastro de humo.

-Idiota- le insulto aunque ya no me pueda oír.

A la mañana siguiente todo trascurre muy normal. Amy y Lía no vuelven a mencionar el tema.

Sin darme cuenta ya han pasado tres días. Ningún evento importante en particular para ponerlos al día. Trato de disfrutar mi última semana de vacaciones de verano lo más tranquila posible.

Al ir al trabajo se complican más las cosas, ahora no solo debo evitar a Zach sino también a Lúan.

Por suerte en ninguna de las ocasiones me lo he topado o siquiera visto. A ninguno. Es como si se pusieran de acuerdo para aparecer ambos y poner mi vida de cabeza para luego desaparecer.

Una parte de mi quisiera verlo. Quisiera saber que era lo que iba a decir antes de que le callara. Pero es tarde. Y ya no importa.

Por suerte Sam me entretiene en el trabajo.

-Mira- saca su teléfono y le da play a un video.

Me volteo y dejo de limpiar el cristal de la puerta para responder- Sam, no tengo tiempo de ver...

-Esto te va a interesar- insiste poniéndome su celular casi en la cara.

Tomo el aparato de mala gana y él vuelve a darle play en mi mano.

-Es tú novio, Lúan.

No contesto. Solo observo.

La cámara con la que grabaron se mueve mucho pero logro distinguir a Zach que está de espaldas y en frente de él, Lúan.

No se logra escuchar la conversación, pero se nota por la cara de Lúan que no le agrada lo que el pelinegro dice.

De la nada Zach le lanza un golpe que sí se puede escuchar. Suelto un brinco igual que la gente del video.

Running MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora